22 sept 2023

Esto es solo un ejercicio

Intente escribir algo pero no hay caso. Esto es solo un ejercicio, igual que ayer, igual que ayer, igual que ayer. Cuando nada sale lo mejor es dejar que entren cosas. Es decir, salir por ahi. Hay cosas escribiendose por ahi constantemente. En los arboles del parque Centenario, por ejemplo. Siempre se tejen historias. Pero no siempre hay alguien ahi con papel y lapiz en mano para escribirlas. Muchas historias mueren sin ser nunca registradas por nadie. La historia es selectiva, cuando no caprichosa. Es un poco triste si lo piensan. Yo lo pienso a menudo, por eso escribo tanto. Esto lo pienso mientras me saco los crocs me pongo mis mocasines gastados color marron terracota, sin cordones, por eso son tan comodos, como pantuflitas de cuero, tan practicas que un pie puede calzar y descalzar al otro, luego unos jeans reemplazo natural de los pantalones de franela que uso en casa y que le compre a Ana hace unos dos años, primero para darle una mano porque siempre es tan buena y segundo porque son muy comodos igual que los mocasines y la comodidad es lo esencial en la ropa de casa y pensandolo bien debereria ser lo esencial en toda prenda es decir asi seria si no fueramos tan vanidosos. Que se yo.

Arriba una camisa de corderoy verde y deseñida. No es necesario que les cuente como me visto. Porque probablemente no lo recuerde bien y este inventando. Pero asi caliento motores para que salgan otras cosas, y para que entren. Intente escribir algo mejor, un cuento en una isla desierta o una macabra historia de terror gotico, pero no hay caso. Esto es solo un ejercicio.

Hay dos formas de ir a Parque Centenario: En colectivo, tomando el 106 y en Bicicleta. La tercera, excluida por el tiempo que me toma y porque es la que uso para volver, es caminar. Elijo la anodina comodidad del colectivo, que a estas horas seguro vendra y efectivamente viene medio vacio. En el viaje me apolillo en el asiento y busco algo de mi para trasladar a la hoja mediante la alquimia del verbo. Me bajo con el mismo bloqueo con el cual me subi y enfilo en direccion al parque.

Me gustan los alrededores, asi que camino lo mas despacio posible, mirando aqui y alla. Conozco casi de memoria todos los locales, las calles, los ruidos de los coches. Podria llegar con los ojos cerrados. Sera porque nunca me desvio del camino trazado. Siempre llego al parque Centenario por la misma entrada. Desde El Cid, que era Rodrigo Diaz de Vivar, Militar castellano que fue un autonomista o protoanarquista en plena edad media y que luego le erigieron poemas y mitos y leyendas, derechito hasta Leopoldo Marechal,que por supuesto Adan Buenosayres y siempre pienso cuando tomo la calle que como habra sido esta calle que obviamente no se llamaba Marechal sino nosecomo y habra sido diferente muy diferente en los tiempos en donde Adan descendio a los infiernos del conurbano, y luego tambien por supuesto Severo Arcangelo, Megafon novela de la cual no recuerdo demasiado sino tan solo a Lucia Febrero, porque bueno de alguna manera los hombres buscamos o queremos buscar a una Lucia Febrero, por eso tan atractivo de la novia eterna y en mi caso porque me parece un nombre muy lindo, que evoca el verano con toda el cliche de la carga semantica. Luego doblo en Lillo que me recuerda a Lillu - del sumerio - y de ahi a Lilith como para trazar una linea del arquetipo del eterno femenino. Talvezquizas. Que se yo.

Lillo es como la arteria coronaria de Parque Centenario, porque llega muy muy cerca de la laguna que tiene el parque en el centro, y en mi imagineria imagino como el corazon del parque, porque el agua es siempre simbolo de lo primigenio y nada puede vivir sin agua. Ni siquiera el Centenario, que como su nombre lo indica tiene muchos muchos años, no se si cien, quizas si quizas no, deberia investigarlo, y bien pensado es ridiculo que siempre entre al parque por la misma arteria de Lillo, cuando el parque es Circular y los circulos se sabe tienen infinitos radios, es decir, infinitas formas de llegar a su centro, al menos teoricamente, porque al centro no se puede llegar por una cosa que ahora les cuento, pero si al menos se puede entrar desde Angel Gallardo, desde Diaz Velez, desde Patricias Argentinas, desde Estivao, desde Franklin, desde Antonio Machado, cada cual de estas pero sobre todo Machado me llevarian a un monton de asociaciones mas, de historias no contadas, vivas, ya muertas o aun no nacidas, y ahi esta, creo ya que estoy diciendo algo, o al menos no diciendo pero si rumiando, si tarareando, si bisbiseando algo que tiene ritmo, que ya busca ser algo, no digo una historia pero si un segmento de historia, algo que quiere entroncar en una historia viva asi como entroncan en el Centenario todos sus radios-Calles, entradas autorizadas y bien señalizadas con nombre apellido altura e historia, mano o contramano, algunas con bicisendas. Sin contrar las entradas secretas, los pasos interdimensionales y puntos astrales desde los cuales se puede entrar dormido o sin que nadie se de cuenta. Pero eso me llevaria a desviarme demasiado.

Mejor volver. Volver y les cuento entonces, mientras avanzo a paso lento, ya abandonando Lillo por propiamente el pastito del parque, les cuento digo el asunto del centro. En el centro del parque, que es el centro del triangulo cuasiisoceles que se puede trazar entre Caballito, Villa Crespo y Almagro, triangulo que es a su vez el Centro geometrico de la capital federal, que es mas o menos centro neuralgico-economico-espiritual de la Republica Argentina, con el perdon del resto de las provincias unidas del rio de la Plata, y Argentina es sin dudas el centro del mundo, quizas no de este mundo pero si de alguno de todos los mundos posibles segun la teoria del Modalismo Aristotelica, que a quien le importa, Que se Yo.

Decia, que en el centro del parque hay un lago y en el centro del lago hay una isla, pero a esta isla no se puede acceder. No tiene puentes ni hay tampoco de esos botecitos a pedal que se pueden alquilar en otros lagos mas pitucos de Palermo como por ejemplo en los lagos del Rosedal, y que tienen el pintoresco nombre de Biciscafos, aunque los gringos los llaman Pedalboats, que es casi ridiculo, pero no tanto como la denominacion Brasuca que es Pedalinhos. 

Bueno, en el centenario no hay Biciscafos ni Pedalboats y entonces la isla del lago es inaccesible a pie. Solo puede accederse por agua o por aire. Pero por agua es imposible, primero porque es ilegal nadar en la laguna y nunca faltan vigilantes dispuestos a abatirlo a uno de un tiro de carabina ante el mejor atisbo de mojar el pie en el agua, sino tambien porque hay toda una serie de lineas defensivas que le impedirian a uno llegar vivo a la Isla. Lo primero es como dije sortear a los vigilantes. Pero luego tambien hay que evadir a los drones que patrullan el lago en sus postsimetrias. A simple vista parecen simples barquitos a control remoto manejados por nenes que estan de picnics con sus familias, pero si uno observa bien los movimientos coordinados de estas flotas en miniatura, descubre que obedecen a una rutina de vigilancia que por su exactitud se delata organizada. Y si uno superara los drones, no dudo que en profundidades mayores tendria que evadir a los buzos de la marina naval argentina, que nunca los he visto pero serian la estrategia obvia a ese nivel de profundidad media-baja. Luego, llegando una profundidad mayor, como no he visto buques de guerra - es sabido que los pocos que alguna vez existieron aqui los hundieron los Ingleses en Malvinas - imagino que habra alguna especie de criatura mitologica guardando el paso. Apostaria por un kraken de modestas proporciones.

¿Pero por que tanta seguridad? Bueno, lo dire sin ambages. Considero que toda isla en el medio de un lago dentro de un espacio verde de propiedades miticas, que ya es ademas el centro de otros centros, el centro de una diana que se extiende hacia la nada, siempre se esconde algo de valor supremo. ¿Que podria ser esto? Bueno, los mitos nos dejan pocas opciones:

O bien se trata de la isla de los bienaventurados, lugar dorado y siempre feliz en donde van a parar los mas ilustres de entre los nuestros, y entonces en esta pequeña isla estarian los bienaventurados de la Republica Argentina, habria que ver cuantos y quienes, y si no estaran muy apretados, o mejor mirado habria que ver si la isla no esta completamente vacia, porque bienaventurado, lo que se dice Bienaventurado con mayuscula, yo no he visto ni siquiera uno.

Otra opcion posible es que sea una especie de jardin de las hesperides, con algun arbol que sea el de la vida, el de la eterna juventud, el del conocimiento absoluto o el de la verdadera felicidad. Una variante de esta es algo como la isla de los Pajaros, la cual tambien estaba en una isla en un lago en un jardin, en este caso los Jardines de Kensington, y en este caso la isla estaria plagada de los niños de nunca jamas, que aqui por cuestiones politicas y sociales deberian llamarse los niños de Nunca Mas, para diferenciarse ademas de la competidora britanica de Barrie. Por eso mientras estoy sentado en una banca de cara al lago con cara de distraido o simulando una decimonovena lectura de las aventuras de Yuna Riglos lo que en realidad hago es prestar especial atencion al comportamientos de las mariposas y los pajaros del parque, y por eso ahora dejo a Yuna y a Betina de lado para sacar de la mochila un librito que dice "lista ilustrada de aves del parque centenario", edicion del Museo Argentino de Ciencias Naturales, que no por nada queda precisamente en uno de los bordes del parque - punto para la hipotesis Kengsinton - y no hago otra cos que reconocer que aqui hay un Chinchero, alli una Cotorra y mas alla una Torcaza, o un Boyerito un Estornino un Tordo un Chingolo un Celestino o una Calandria. Miro y miro pero finalmente se me cansan los ojos antes de detectar algun comportamiento anormal. Recuerdo lo dificil que es probar los negativos desde la experiencia inductiva empirica experiemental sin la elaboracion de correctas hipotesis de contrastacion, las cuales no he elaborado aun. Que se Yo.

Una tercera opcion es que haya un tesoro mas terrenal. Una boveda en un subsuelo lleno de oro. Ese que siempre esta faltando y que es objeto de la eterna especulacion de donde esta, de quien se lo robo, de si se fugo a paraisos fiscales. Probablemente, si es oro, sea el famoso oro nazi que dicen que Peron no tenia donde meterlo y por eso andaba tirado en los pasillos del banco central como la basura en los Volquetes. Quizas Peron o alguien que no era Peron pero si Peronista o al menos Peronista de nombre - ya no peronista de peron, como decia mi abuela - agarro y lo puso en la islita del parque, a la espera de tiempos mejores que naturalmente nunca llegaron porque la cosa no hace mas que empeorar.

Opciones hay muchas, claro. Entre ellas hay una que es al mismo tiempo la mas decepcionante y la que estan pensando todos ustedes: que en la isla sencillamente no hay nada. Es decir, nada no, pero lo que hay es sencillamente una islita, es decir, arboles, arbustos, tierra, hormigas, quizas alguna vizcacha o un par de viboras, algunos barriletes que han ido a encontrar alli el sueño eterno, pero no mucho mas. 

Bueno, dejenme decirles que acepto que sea una posibilidad entre varias. No tengo mucho tiempo de discutir porque ya estoy pegando la vuelta, dejando atras el parque y retornando sobre mis pasos. Elijo caminar. Lo que si puedo decirles es que me sorprende que se aferren a la mas aburrida de todas las posibilidades. Eso teniendo en cuenta que ni ustedes ni yo hemos accedido a la isla que como ya sabran es inaccesible, y que crean que es todo especulacion, fabulacion o delirio mio, producto del esfuerzo de alguien que, ya a estas alturas es evidente, no puede hilar una historia decente y estructurada con principio, nucleo, desarrollo y desenlace. Es posible. Despues de todo, esto es solo un ejercicio. Que se yo.