9 nov 2016

Ahora es un agujero, un hueco en el cielo, una masa de vacio flotando entre las determinaciones, entre las lineas, entre aristas. Es como el espacio que hay entre la sombra de las cosas, ese pasaje que se abre fugazmente, momento de lucidez entre el silencio y el comienzo del sonido, entre la palabra y la inteleccion de la palabra, la sensacion de que detras de esa puerta no se haya lo que esta detras de esa puerta, sino otra cosa, otra cosa que no esta al otro lado de la puerta, que cuando abro la puerta desaparece para dejarle lugar a un pasillo de baldosas o a un jardin o a una cama, pero nunca a eso que esta siempre detras de la puerta cerrada, o tal vez no precisamente detras sino como mas alla de ella, meramente significado por ella, pero que tambien esta en cualquier llave, y mucho mas en una llave de la que se desconoce origen y procedencia, de una llave que podria abrir cualquier cosa.
¿donde mas, donde mas esta? En las visiones fugaces, por ejemplo. En los reflejos del sol vespertino en las hojas de una planta muy verde, o en los parpadeos que anidan en el rabillo del ojo, o en la vision de una persona que aparece y desaparece, de una vez y para siempre, de nuestro campo visual cuando estamos mirando por la ventanilla de un tren.
Ahora se refugia asi, en esas cosas, en ciertos sueños, en ciertas noches calurosas pero de viento, es cierta sensacion de esfericidad celeste, en los rumores del viento terroso de una carretera, en los ojos o en la boca de alguna desconocida, en lo terrorifico de la bocina ultratumba de los trenes a gasoil.
Agujeros, portales, aberturas que emanan como signos de interrogacion.
Antes en cambio era como un rio, como un devenir temporal, como un sutilisimo fuego o eter que se expandia por el aire; Y la materia, el tiempo, la memoria, el cuadrado y el calculo eran lo otro, eran como un punto localizado en un lugar muy lejano, indefinible, increible, practicamente inexistente.
Entonces era lo mas facil entrar y salir de un cuento a otro, o mas bien no salir nunca del gran cuento que era la vida, pero si pasar de capitulo a capitulo, de tomo a tomo, de la biblioteca de Babel al Finis Africae.
¿Que era la pared, que era el mar? Cosas que uno atravesaba como en un tunel de vacio.
¿que era la calle, que era la noche, que era la soledad, que era el silencio, que era la lluvia?
¿que era yo, que eras vos, que era de todos esos seres que ahora son simplemente gente, numeros en una agenda, profesiones determinadas hacia una coordenada de la diana, en marcha cartesiana hacia metas todas muy respetables y muy definidas?
Ahora esta en extincion, o acaso sea que yo he pasado por el punto para el otro lado, y ahora lo que era punto es el agujero.
Todo esto puede parecer puro desvario, pero nadie puede salir impune si se dedica, con honestidad y objetividad, a medir el peso ontologico de una tarde de domingo antes y ahora.

24 oct 2016

Caminando por la calle, veo que todos estan muertos. Aun no lo saben. Es la analogia mas vieja del mundo, salvo porque no es ninguna analogia sino la realidad misma y, ademas, no por ser la analogia mas vieja del mundo deja de ser pasmosamente cierta.
Caminando por la calle, veo que estoy muerto. Lo se a ciencia cierta. Es la certidumbre mas vieja del mundo, la intuicion mas trillada. Toneladas y toneladas de tinta y marmol dedicadas a la muerte, cementerios sobre cementerios sobre cementerios: muertos hasta en la sopa. Pero no por ser la certidumbre mas vieja del mundo pierde algo de su terrible inexorabilidad, de su aplastante peso estadistico.
¿que nos diferencia, a mi y a ellos? No lo se, ya no lo se. En una epoca creia saberlo. Mierda, en una epoca lo sabia con lujo de detalles, lo sabia de la A a la Z; Academicamente lo sabia. Y dado que lo sabia, caminaba por la calle como quien camina en un sueño, sabiendose el unico ser vivo entre una marejada de sombras y fantasmas, meros productos de mi imaginacion o de la de algun genio mas kitsch que maligno.
Pero, ¡vamos!, ¿acaso van a creer que en realidad sabia yo algo? Soy un imbecil y nunca supe nada, muchisimo menos iba a saber que estaba vivo. Pero lo sentia. Eso si, mierda que lo sentia.
De hecho, si tengo que ser preciso, deberia decirles que es exactamente al reves: ahora lo se, antes no sabia nada. Ahora se que estaba vivo, antes estaba vivo y no lo sabia. La ciencia de las cosas llega, como siempre, demasiado tarde. La experiencia, ese pata de palo inutil, esa know how de la existencia que viene a reemplazar a la existencia misma. Porque la existencia no es otra cosa que el deseo de la existencia. El ser es el deseo del ser, y bla bla bla.
Y antes, como decia, vivia sin saber que viva. Yo, puer aeternus (pero aeternus no, porque ahora mas bien Sileno y su terrible sabiduria), mito de la edad de oro, paraiso perdido, y bla bla bla. La metafora, la forma, la alegoria, son como la flor seca entre las paginas de un libro, es el recuerdo en el vasto palacio de la memoria, la tecnica sin el ejercicio.
Caminando por la calle caminaba sin saber nada de nada, pero mi caminar era realmente caminar y el sol era realmente el sol, la tarde era realmente la tarde y la calle era no solo la calle, sino un laberinto en perpetuo crecimiento, un rizoma de transformacion heraclitea. Todas las letras eran el Aleph y detras de cada puerta me esperaba la muerte, el amor, el cuchillo o la fiesta.
¿que nos diferencia, a mi de ellos, a ellos de mi? ¿es este saber, o acaso era ese sentir? Yo diria que ambas cosas, antes fue el sentir, y hoy solo este succedaneo insuficiente, este logarismo que es una maceta seca, sin tallos, sin hojas, sin flores.
Pero es una diferencia, una diferencia insalvable, que nadie se confunda. Ellos estuvieron siempre muertos, muertos desde el sentir y desde el saber. No sienten su muerte ahora como antes no sintieron la vida.

7 sept 2016

Sordina Hamon.

La sombra de S. paseaba descuidadamente por la casa. Las notas de un disco de Miles llenaban el aire de acero, acariciando cada mueble, casi como una mano que con un dedo trazara una linea en el polvo de la biblioteca, o bien del escritorio, o bien del secreter.
El silencio de la noche se abrazaba con la soledad de la casa. Solamente el ruido de la pavita borbotando en la hornalla rompia el hechizo. El agua para el Te habia hervido hacia ya un rato, pero a S. aquel detalle lo tenia sin cuidado. No esperaba a nadie. Nadie estaba llegando apurado de algun sitio. Nadie estaba pensando en su puerta de entrada, en su escalera, en sus cuadros de Boguereau o de Monet, ni en su mesita enana de madera de cedro, ni mucho menos en su pavita borboteando con agua hirviendo, pequeño geiser, locomotora a escala. Tampoco nadie lo esperaba en ningun sitio.
Y S. se alegraba de que asi fuera. Asi podia dejar hervir a la pavita, dejarla disolver el agua con tiempo y con desgano, casi como un juego, de la misma manera que el dejaba hervir y desvanecerse muchas otras cosas en su vida, muchas otras cosas que no eran el agua de la pavita. El tiempo, por ejemplo. El tiempo se evaporaba en otras capsulas, en otros recipientes mas sutiles y menos cloclocleadores. Y era hermoso dejarlo irse asi, dejarlo disolverse, evaporarse, escurrirse entre las rejas-dia y entre las horas-alcantarilla, y entre todas esas viles jaulas conceptuales que inutilmente inutilmente inutilmente, ectcetera y amen, todas las blablablas posibles.
En esos dias, cuando nadie iba o venia y las notas de la trompeta de Miles llenaban todo como de sepia y de pesado humo negroazulado, el tiempo perdia densidad y se diluia hasta ser una mera nada, hasta ser solo un nombre, solo el objeto directo del verbo desgrana o del verbo deconstruye, un negativo por el cual Plotino apuntaba a su Uno y por el cual S. aludia al vacio que siempre buscaba habitar pero que solo en muy raras ocasiones habitaba realmente, porque uno no entra en la eternidad tanto como sale del tiempo, y S. pensaba mientras apagaba la hornalla que si bien los genios como Plotino entran en la eternidad por la puerta principal, a el le bastaba con salir del tiempo por la puerta de servicio.

31 ago 2016

Precognicion

Dentro de algun tiempo va a arrancar un tren. Saldra de Constitucion y recorrera, errante y nostalgico como un fantasma, rutinario como la vida, cansado como el metal oxidado, el viejo sur de Buenos Aires.
Atras dejara los libros y los bares, los recuerdos y los olvidos, las palomas y las mujeres, las calles y los balcones, y toda una Weltanschaung, toda una manera de vivir el tiempo y los dias.
Atravesara los campos y algunos rios, y tambien ruinas de fabricas. Como un dragon o una serpiente, todo lo echara al olvido.
Y delante habra una sensacion de sol, de luz, o al menos de lucidez. Algo como el dulce susurro de una flauta o la magica vibracion de un rasgueo de guitarra. Estara la sensacion de ser mirado por unos ojos nuevos, y estara tambien el fantasma de la nostalgia, que siempre nos recuerda lo inutil y embellece lo banal.
Un poco adelante habra viento, y despues tal vez nada.

Malthus

Sentado en una silla pretendidamente vieja, leo a Malthus. El mundo iba a la mierda, era sabido. Siempre habia estando yendose a la mierda y siempre se estaria yendo. Nada nuevo. En algun lado estaria sonando un telefono, dos telefonos, cientos de miles de telefonos estarian sonando en cientos de miles de lugares (pero por suerte no aca, donde la musica esta tan alta y el Wishky tan dorado y donde a fin de cuentas se esta tan bien) al unisono, como una lluvia de flechas traspasando la coraza electrica de la tierra.
Y mientras pienso en la th de Malthus, y en como ese apellido no puede sino ser una contraccion de MaltHouse, creo que un telefono suena mas cerca mio de lo que me gustaria creer. No importa, no pienso hacerle caso. Las conexiones con posibles origenes cerveceros de la familia de un autor son mucho mas comunicativas que lo que sea que me espere al otro lado de la linea.
Voy rodeandome de signos: un fonografo, un vaso de vidrio, dos maquinas de escribir, esta silla de cuerina negra en la que escribo, un disco de King Crimson, esa espada colgada de la pared señalando la muerte de los ultimos barbaros libres: Cosas, signos. Todas estas cosas construyen un muro, un muro que busca separarme de los telefonos y de la sobrepoblacion, tanto como busca preservar esas otras cosas de las cuales el muro es solo un simbolo muerto, una flecha que apunta hacia las culturas y los valores desaparecidos. Necrologias del clasicismo.
Hay un mañana que nunca llega y que yace siempre a la sombra de las horas muertas. Los signos buscan ser un anti espejo de esas horas, un art-deco de otras formas de vidas. Pero no todos estos signos estan tan muertos como parecen. Algunos solo simulan estarlo. Uno puede acercarse y tocarlos con el dedo, darle golpecitos con el indice e incluso apoyar la oreja sobre sus polvorientas cubiertas de cuerto o de carton, y juzgar por los resultados que no se trata mas que de materia inerte. Grave error, porque ante el menor descuido las cadenas de palabras vuelven a la vida, se encargan en poderosos voceros, dialogan a muerte entre si o con sus autores, desprenden todo tipo de ectoplasmas, hermosos u horribles, utiles o surrealistas, convovedores o ridiculos.
Ahora mismo uno de ellos esta, aunque no lo crean, de pie a mis espaldas. Lleva sobre los hombros el gran peso de media vida mal vivida, y en sus ojos la ligereza de la eternidad; Y todo el tiempo esta diciendo algo: "No existe responsabilidad mas que con uno mismo"

25 ago 2016

sueño en 5 parrafos

I

Veo como una sombra tenue, extrañas flores en el aire: Son el fondo de tus ojos negros como carbones o como teas incendiadas, que en sordida rabia de su nada, no me miran a traves del sueño adentro de un sueño.

II

Y no se que hago aqui, con esta idea abstracta que es como un mal gusto en la boca, algo todo yeso y todo marmol, inserto en el inerte vaiven de las luces de la autopista, en una absurda linea recta o una absurda curva que no llegan a caminos; Con una idea descompuesta de todas tus no-facultades que no llegan siquiera a prefigurar tu ausencia.

III

Aqui, no se que no hago alla, pensando y pensando tu nombre (por otro lado, indecible) como una figura de fuego marcada en el cielo, una corona en llamas, un rio subterraneo o una melodia que me llega.

IV

Y no se si vos alla, en Bicicleta o en una escollera o en el recodo escondido de una playa desierta, miraras atras como si sintieras de algun modo el eco de todo esto, el eco de este eco, o si tal vez pasaras de largo una vez mas, hermosa ahora como in illo tempore, perfecta como la sortija, errante como la madrugada sobre los templos, equívoca como la nube del llano.

V

Todo esto paso, esta pasando, pasara y no paso nunca.
Son solo cuasicuentos rondando mi cabeza, polipos o bichos voladores que uno espanta con la mano pero que inmediatamente vuelven, simple estado de poesia de emergencia, revolucionaria de algun modo, mal o bien llamada amor, pero que tambien es un no-puente, una cuerda que te arrojo y que cae ridiculamente en un abismo.

27 jul 2016

¿cual es tu revolucion humana?

"¿Cual es tu revolucion Humana?"
Lo vi la primera vez que salia del trabajo. Esta escrito con aerosol sobre una pared que tiene el tamaño justo para que una agrupación aleatoria de símbolos plantee el interrogante, para no decir la acusación, al desprevenido caminante; Porque es definitivamente una acusacion, un reproche, un escupitajo en plena cara, si es que el alma es algo y si es algo que puede llegar a tener una cara (porque es sabido que tiene muchas). Formas, Tropos. Un escupitajo o algo que se parece mucho a clavar una mariposa con alfileres a una plancha de corcho, suponiendo que el alma de un pobre infeliz que se pasa el dia en una oficina 8 horas al dia pueda darse el lujo de la analogia con la mariposa. Seria todo un milagro que pueda darse el lujo de la analogia con cualquier cosa. Habria que pensar en el sentido que tiene la analogia como un bien suntuario para la psique del oficinista promedio.
Lo importante, lo terrible, lo increible y a su vez lo tediosamente aburrido, lo indeciblemente acartonado es que cada vez que yo salgo del trabajo tenga que ver ahi en la pared esa preguntita asquerosa, "¿cual es tu revolucion humana?", como una patadita en el culo, como una felicitacion de algun supervisor mitad cinico y mitad comprensivo, Dostoievskianamente desagradable, de esos tipos que te generan unas sanas ganas de arrancarle uno a uno los dientes con una tenaza.
La patadita en el culo gramatical, aforistica, socarrona, casi una carcajada del universo contra lo ridiculo de la existencia del hombre sobre la tierra.
Pero no. No tanto sobre la tierra: sobre el asfalto. Sobre las carreteras ciclicas y los monolitos electricos. ¿No seran estas inscripciones la mismisima risa del enano de Zarathustra? Tienen, por lo menos, la precision de bisturi y la solidez del diamante.
"¿cual es tu revolucion humana?". Es pasmoso como una frase anonima, escrita quien sabe por que imbecil, nos refuta absolutamente a todos, a casi todos. ¿Sabran el resto de las sombras que caminan conmigo y contra mi, subiendo y bajando de colectivos y trenes, saliendo y entrando por puertas giratorias que los llevan a sus cubiculos dantescos, que su existencia esta para siempre puesta en riduculo, aniquilada y reducida al polvo por esa fracecita? Imposible saberlo.
Aun mas: Si tengo que ser sincero, tengo mis serias dudas acerca de la existencia real, objetiva y "en si" de aquella escritura sobre la pared. En efecto, ¿quien plantearia esa exigencia mitad metafisica, mitad politica, en la pared de un medidor de gas que esta entre un supermercado mayorista, al que todo el mundo (menos yo) sale y entra en auto y un hotel de alojamiento, bien llamado telo, al que todo el mundo (menos yo) sale y entra en coche?
Alguien, alguna vez, decidido o indeciso, feliz o triste, apurado o como quien tiene todo el tiempo del mundo, borracho o sobrio, escribe una frase en una pared. La frase es, en si misma y como toda frase, carente de sentido alguno. La frase en si misma es una runa, es cortes tallados sobre la corteza de un arbol, es una piedra arrojada al rio, con la unica diferencia que el aerosol perdura en el cemento mas que el corte en la corteza. Y entonces queda ahi, muerta (o casi), congelada, en hiatus, virus o piojo, a la espera de cobrar sentido. Y para eso necesita, en primer lugar, que alguien la lea. En segundo lugar, el que la lee tiene que tener una afinidad. Pero ojo, no con la frase. Y lo que ocurre aqui es mas bien extraño. El que lee tiene que tener una afinidad con un sentir o estado de animo que, de algun modo, cuaja a la perfeccion con la frase. Y entonces la frase cristaliza algo que ya estaba como molestando, como estrangulando o como impulsando al que desprevenidamente lee. Fogonazo.
Entonces, toda frase escrita esta escrita para todos y para nadie. Y esta frase parece escrita maliciosamente para mi. Cuaja perfectamente, es un martilleo, un martillazo mas en el martillazo constante que nace y muere con la conciencia: "¿Cual es tu revolucion Humana?"
¿cual es? No lo se. Pero estoy seguro que sea cual sea, no consta en solamente hacerme la pregunta, no consta en ser interrogado por una pared anonima.

12 jun 2016

El canto lejano de un pajaro terco era todo lo que se oia. S. esperaba fastidiado y con dolor de cabeza, en uno de los andenes de la estacion Florida Este.
La estacion era un paraje silencioso a esa hora, y S. pensaba en Lima o en La Paz en tiempo del Virreinato. El cielo era celeste y limpido, y hacia el sur se divisaban imponentes y siniestras, los nubarrones de una tormenta salvadora. El aire pesado y casi irrespirable le daba a S. la sensacion de estar flotando en un mar repungante de materia gelatinosa, en la que tambien flotaban todo tipo de moscas y mosquitos, restos de comida y trazos de humo. El tiempo parecia, dentro de ese flan barroso que era la existencia, como suspendido o al menos adormecido.
- Buenos aires - silbo S. entre dientes, con un tono entre cinico y aburrido. Y acto seguido pateo una piedrita que de algun modo milagroso habia salido del anden. El infierno que a esa hora era el tren Mitre aseguraba que el proximo tren, y el otro y el siguiente, vendrian cargados de osamentas humanas hasta sus limites fisicos y espirituales, por lo cual, si uno no queria pagar el transporte con su humanidad toda, habia que dejar pasar al menos cinco o seis trenes.
- Boreas hace sentir su ausencia - dijo S.
M., que hasta entonces se habia mantenido orgullosamente en su segura forma de ovillo - crisalida sobre un banquillo, saco la cabeza de entre sus brazos.
- Autros, estupido - corrigio M.
- Bueno, Autros. De cualquier manera no tengo ganas de hablar. Odio el calor, este puto calor de mierda. S se callo repentinamente. No tenia sentido. Simplemente no soportaba el calor. Lo ponia inestable y de un humor pesimo. El viaje seria un infierno y daba por descontado que no valdria la pena.
La lluvia era en ese entonces su unica esperanza y consuelo.

8 mar 2016

Siempre me pregunte acerca del habito masculino de dibujar sendas pijas, tambien llamados penes, garlopas o chotas, en las puertas de los baños de hombre. Uno va al baño, se sienta en el inodoro para hacer lo suyo, cierra la puerta para tener esa fragil pero preciosa intimidad que es indispensable para el buen cagar y, ¡zas!, se encuentra con el grotesco dibujo del organo genital: Ahi, al nivel de la cara o al de la cintura, como un enigma de mal gusto.
No puedo siquiera contar la cantidad de veces que me succedio esto ultimo, esta secuencia. Con el tiempo, uno aprende o bien a ignorarlas, o bien a dibujarlas, o bien a preguntarse acerca de ellas. En mi caso fue esto ultimo. ¿Cual es su sentido? Tengo que admitir que mi curiosidad de psicologo se activa instantaneamente con estas cosas. En efecto: ¿que lleva a un tipo, a un tipo que tiene su vida, sus problemas, que probablemente viene o esta en el trabajo, que tiene cuentas que pagar, a sacar un lapiz o un marcador o una moneda para a continuacion garabatear una pija en la puerta del baño?
Uno puede postular sin mucho esfuerzo todo un abanico de teorias y de hipotesis: Que es obra de degenerados homosexuales, que es un reducto arquetipico del primitivo culto falico, que es producto de adoradores del dios Shiva o del Divino Dionisos, que es producto de una vanguardias litopornografica, que es una expresion del estallido de la libido masculina, que es algun tipo de pintura rupestre con fines magicos , que es una marca infaltable de la viveza criolla y del machismo porteño. Y del mismo modo, surgen tambien las correspondientes preguntas: ¿no es raro que las pijas esten siempre del lado de adentro? ¿Acaso el dibujante no realiza que esa pija estara siempre destinada a los ojos de otros hombres? ¿por que estan siempre grotescamente talladas, con un trazo epileptoide o una morfologia que recuerda al mono o por lo menos al salvaje?
Naturalmente, uno podria pensar que el pensamiento causal realiza facilmente la transiccion de la funcion urinaria a la funcion sexual o reproductiva o, dicho de otro modo, la transicion entre el pene y la pija. Quizas sea que en la intimidad del cubiculo el hombre redescubre su organo masculino, o tal vez el falo sea el articulo artistico mas interesante dentro del cubiculo, seguidito de cerca por la mierda o por las agresiones de indole deportiva.¿
Quien sabe.


12 feb 2016

Breve Disección Onirica

Tuve un sueño en donde yo era el personaje secundario. La conciencia pasa a segundo plano, pasa a ser mero espectador. Digamos que yo era el amigo del protagonista. Un Amigo - Narrador al mejor estilo de Watson con Holmes.
La pelicula, si puede decirse asi, estaba ya empezada cuando yo tome posesion de mi papel.
El protagonista, que no era yo pero era yo o era una parte mia, tal vez la mejor parte, habia sido un rebelde cuando eramos chicos. Tenia un aspecto de poeta torturado, de Petit Metre a lo Baudelaire, pero eso solo en los ojos y en las expresiones, como de desprecio, de autodesprecio, de desinteres disfrazado de caballerosidad. Un Rimbaud viajando a casa de Verlaine. Pero esteticamente de los años 60, con ropa gris o beige, estetica de Pearl Harbour.
Habia sido un rebelde o un buscador de la locura o un loco buscador de la rebeldia. De eso hacia un tiempo, y en ese tiempo habia habido una mujer, una chica, una adolescente, y una historia que era la burda metafora, tan burda que podriamos decir Hollywoodense, de esa rebeldia: Un Amor Imposible, un amor autodestructivo, un amor que mas bien era ver a dos hienas destrozarse por una pieza de cebra. Siempre hay algo erotico en la ferocidad, siempre hay algo erotico en la violencia, en el combate. Y mas aun si ese combate es fatal y si los combatientes son jovenes y bellos. Esto lo comprendieron bien los Griegos como Aristoteles, y luego los Romanos, y luego Freud.
Por supuesto todo habia terminado antes de empezar o no habia terminado o tal vez ni siquiera habia empezado, puesto que toda relacion era una formalizacion y toda formalizacion era una forma de legalizacion y toda legalizacion era un asesinato a la pasion, puesto que mi amigo era un rebelde y para el rebelde la libertad es desobediencia, siendo entonces lo prohibido identico a lo seductor.
Ahora caminabamos ambos, tiempo despues de eso, bien vestidos, el adelante y yo mas atras, cada uno acompañado de una hermosa y educada señorita. Estas señoritas eran bien parecidas, bien formadas, bien educadas, bien vestidas, y bien maduras. Eran la metafora opuesta a la de la adolescente del pasado: simbolo del compromiso, templo de la cordura, anillo o trofeo del empleado municipal, del joven profesional. Sus ojos, sus bocas, sus vestidos, sus voces, sus palabras: Todo gritaba estabilidad, senda, cuadricula, calculo, eterno retorno del confort.
¿Pero por que? ¿Por que mi amigo caminaba de la mano con esa señorita? ¿Por que lo hacia yo mismo? Pero yo era un espectador y solo estaba siguiendo, como siempre, a mi amigo, porque un amigo, nueva metafora, es siempre la mejor parte de uno mismo o la proyeccion o la analogia de la mejor parte de uno mismo, sea cierta o falsa.
Entonces si mi amigo era la mejor parte de mi mismo, resulta que yo soy la peor parte. Y si yo soy ahora y el es ahora pero con un pasado, porque yo pasado no tengo, resulta que no se si yo lo sigo a el o el mi sigue a mi.
En efecto, ¿por que ya no es un rebelde? ¿Por que no corretea con la bella puber pero si camina pausadamente con la madura jovencita? ¿troco acaso la locura por la cordura? ¿Dioniso por Apolo?
Y de pronto yo, a modo de guisa, o tal vez porque escuche entre el y su señorita la palabra matrimonio, tal vez enojado o divertido por la sumision de mi amigo el ex rebelde a esos planes de su acompañante, o tal vez porque en ese mismo momento yo sostenia la misma conversacion con mi propia prometida, exclame: - ¿Y por que no organizamos entonces una boda de a cuatro?
Dije eso o no lo dije o dije algo parecido pero que expresaba, en el silencio o en la frase, un sentido similar de estupida renuncia a la verdadera vida. Y no supe que el sentido de mis palabras era este hasta que termine de decir o de pensarlo. Pero entonces ya estaba dicho, y en mi broma o en mi cobardia, cobardia de estar ahi pretendiendo seguir a mi amigo cuando en realidad estaba guiandolo, selle la vida de los dos: la suya y la mia. Derrota absoluta ante las pulcras y educadas mujercitas que querian casarse y tener hijos, que querian orden y una casa con balcon y macetas en el balcon.
La mirada de mi amigo, entre socarrona, triste y de algun modo tristemente contenta, me arrojo en el sueño a una escena premonitoria de mi propio futuro o al menos del futuro de mi amigo: Suicidio. Me dio risa que se colgara con los cordones de sus mocasines. Ultimo mensaje o tal vez puro sentido bizarro de mi maquina soñadora.
Luego desperte o crei despertar. Estaba en un oscuro cuarto y con un miedo panico. Intente encender la luz freneticamente pero la luz no volvia. No volvia porque se habia suicidado con los cordones de sus estupidos mocasines de marido y empleado. La perilla subia y bajaba y ese miedo y esa oscuridad no eran otra cosa que la vida sin su mejor parte, sin mi mejor parte.
El final, casi exigido por la logica onirica, no podia ser otra cosa que una enorme sombra de dos metros, realidad misma o fantasma de la luz, apareciendo frente a mi furiosamente, levantandome en vilo por el cuello y estrangulandome contra una de las paredes del cuarto. La sombra tenia un nombre. Una voz femenina me la susurro con desinteres en las oscuridad. Era un nombre de demonio biblico y empezaba con B.
Tal vez no lo sepas, pero tenemos muchos hilos. Son como filamentos, pelusas, pequeñas lineas que se asemejan a hilos, y por eso decirles hilos es lo mejor. Son de varios colores: Rojos, azules, verdes, amarillos. Cubren practicamente toda la gama cromatica.
Hay un hilo hacia la musica, un hilo hacia los arboles, un hilo hacia los rios. Hay canciones, tan especificas como especiales, que tienen un hilo propio y exclusivo. La cancion varia, como es normal, de persona a persona. Y entonces tambien puede ser que el Rio Atuel o el Rio Colorado tengan en Pedro un hermoso y largo hilo verdeamarillento, de varios kilometros, que lo conecta directamente con su puesto en el Peaje de la autopista Buenos Aires - La Plata, mientras que para Magali solamente haya un hilo blancuzco y casi trasparente hacia los rios en general, o ningun hilo.
Yo he descubierto que la felicidad de una persona es precisamente la suma de sus hilos, de sus conexiones. Una persona feliz se ve como un hermoso sol de rayos multicolorez, en donde cada haz es un cumulo de hilos tornasolados que se disparan a las cuatro regiones del globo: Hilos hacia los diferentes cielos: El de otoño en el bosque Peralta Ramos, el de la madrugada del 99 en una azotea, el del rio del Parana a las tres de la tarde, el de Invierno en el Cerro Tronador. Innumerables hilos hacia todos los abrazos habidos y por haber, telares enteros que fluyen como rios hacia los amigos y como cascadas hacia los amores, verdaderos puentes de cuerda hacia la belleza, otros hacia la bondad, y asi.
Las personas tristes, en cambio, dan pena de tan escuetos y tenues que tienen sus pocos hilos. Estan la mayoria en mal estado y algunos directamente rotos. Hay que verlos en el Subte o en la sala de espera de un hospital publico: pequeños bultos de pelusa gris y polvorienta, con un hilo pardo hacia una madre o hacia un hijo, con uno o dos hilos azul oscuro, uno para Boca y otro para el queridisimo Ford Falcon o para Evita o para ese hijo que esta viviendo en Mendoza o en Budapest o en Dakota del Sur.
Un antiguo filosofo, creo que era Empedocles, creia que el alma no era otra cosa que una araña tejedora. Yo he descubierto que se equivoca. El alma no es la araña tejedora sino que es el pullover o la madeja o el ovillo o el macrame o a lo sumo la tela, la pintura, la red o el mediomundo, y de cualquier modo no la causa de los hilos sino su forma final. Y cada hilo es un pedazito de alma, un filamento de conciencia, que siempre apunta hacia algun sitio, hacia alguna persona, hacia alguna idea, o incluso a cosas mas especificas: hacia un color de ojos, a la particular forma que tiene el humo de los Gitans de alojarse en un cielo raso especifico, a la imaginacion que tengo de Solveig Amundsen cuando leo el Adan Buenosayres, al sonido de los pinos cuando les da el viento, a un riff de bajo o a un tempo de bateria en cierto tema de Coltrane, al Absoluto o a la maravilla metafisica de la creatio ex Nihilo.
De todo esto puedo concluir que la autoconciencia o ese Yo, camara de vigilancia del mundo fenomenico, es puramente ficcional. No hay nada que pueda ser todos los hilos a la vez. Hay siempre una multiplicidad de conexiones, y la conciencia que va desde un punto del hilo, que para ponerle un nombre decimos "nosotros", al fenomeno o a la idea del fenomeno, como pensaba Mr Hume.
Y eso es todo.