22 abr 2014

Eclipse de Sol.

La masa sonora, compuesta por tres voces, fue subiendo desde la lejania de la calle. Atraveso rapidamente la escalera se materializo a travez de la puerta en la forma de un trio de cuerpos que reian y conversaban. Alina estaba ahora sentada contra la pared, al lado de Gabriel. Ambos estiraban las piernas, el sobre el suelo, ella sobre las suyas. Los recien llegados eran dos chicas y un muchacho. Una de las chicas saludo en voz alta, haciendo honor al famoso saludo general. La otra fue directamente al baño. El chico, con expresion divertida, continuaba apoyado en el marco de la puerta.

Buenas. Que cuadrito, estan para la foto - dijo Miguel.
Tene cuidado si te peleas con esta. Es mas escurridiza que una culebra en el pastizal - Dijo Gabriel. A modo de saludo Alina realizo entonces la perfecta imitacion de un siseo de vibora.
- ¿Quien es la que fue al baño, Evangelina? - pregunto Mauricio, que habia vuelto a acostarse.
- Ah, mau, buenas tardes. Pense que estabas dormido. ¿La chica? Juliana se llama, la sacamos de un seminario de Reiki.
- ¿De que? - pregunto Alina.
- Reiki, nena, Reiki. Es basicamente manejo de energia, fuerza astral, cuerpos akashicos, auras, todo lo que esta en la realidad espiritual. - dijo Evangelina.
- Flor de Oximoron. - se burlo Gabriel.
- Triangulo redondo - lo acompaño Miguel.
- Festina Lente - Enuncio Gabriel, dandole una palmada al muslo de Alina.
- Sol negro - Dijo Miguel, Abriendo los brazos.
- Placeres espantozos, dulzuras horrendas - dijo Gabriel, sin retirar la mano.
- Movimiento Estatico - Continuo Miguel.
- Los Arcangeles se han unido en una dialectica de satiras, Evangelina - Dijo Alina.
- Ah no - dijo Evangelina - es injusto que se burlen de lo que esta mas alla de lo fisico, de este mundo de aca. Y ademas que se unan.
- Pero no contaron con que yo tomaria partido en tu bando - dijo Alina, levantandose y tomando a Evangelina de la mano. Ambas se miraron fijamente y sonrieron.
- ¿Se van a fusionar? - pregunto Miguel.
- Es muy temprano para que se fusionen - dijo Gabriel.
Una al lado de otra, Evangelina y Alina parecian la portada de una revista surrealista. Una era morocha y broncinea, de un color extraño, la otra era decididamente blanca, con matices rojizos. Parecian estar, para mejor contraste en la dualidad, en perfecta oposicion: Una con pelo suelto y rubio, la otra atado y oscuro, una con vestido floreado, la otra con jeans y musculosa. Entonces comenzo la fusion. Alina se paro sobre los talones de evangelina, y ambas se tomaron de las manos.
- Soy Evangealina, diosa primordial del eterno femenino, y pueden hacerme tres preguntas - dijieron ambas al unisono, con una coordinacion tal que hizo retorcerce de risa a Gabriel y a Miguel. Mauricio, por el contrario, sintio un escalofrio ante esa aparicion extraña. Evangealina era una superposicion incomoda, mensajera siempre de las mas incomodas verdades. Aparecia siempre dictada por las circunstancias, para proteger al debil o castigar al injusto. Su presencia duraba poco, pues las diferencias entre Alina y Evangelina no podian armonizarse por mucho tiempo. Miguel no recordaba el origen historico de Evangealina, lo cual lo turbaba siempre que se daba cuenta. Era como si la diosa misma hubiera borrado su origen, pues los dioses, al igual que sus mitos, se refugian siempre en una sana intemporalidad.
La aparicion habia sido demasiado rapida, una verdadera irrupcion. Gabriel no podia salir de su asombro ante lo que consideraba una genial improvisacion, y Miguel lo miraba con un poco de sorna y otro poco de lastima. "Claro, nunca la habias visto a Evangealina vos. Vas a tener que pasar por cada una, pibe". Minguel observo las figuras superpuestas de ambas chicas, y vio que sin duda Eva, como el le decia, era la mas cambiada. Estaba verdaderamente transfigurada, y le costaba siempre verla en esas escenas sin sentir un poco de impresion repulsiva. Tenia los cabellos hacia adelante, en una maraña de pelo rubio con flecos mas oscuros, y la cara apretada contra la espalda de Alina. Daba la impresion de ser una medium, de ser la base, el cuerpo fisico de aquel ente que era las dos y ninguna. Alina, en cambio, era como una diadema, la inteligencia, propiamente dicha. Su rostro sensual y algo aniñado se contraia en una fiera mueca de ironia, que daba la impresion de una carcajada constantemente contenida. Mantenia sus ojos entrecerrados, lo cual le daba a su rostro una apariencia de esfinge, de signo de interrogación encarnado. La una superpuesta a la otra daban una impresion de negativo sobre revelado, de espiritu sobre carne, de eclipse de sol.
- "Esfinge" -  murmuro Miguel. "Es - Finge... Ergo", y algo parecio entonces clarificarse dentro suyo. *
El silencio se prolongaba indefinidamente, y Gabriel comenzo a sentir que eso no podia durar mucho, y que era un desperdicio no realizar pregunta alguna.
- ¿Asi que sos una Diosa? ¿Diosa de que, habias dicho?.
- Son dos preguntas - dijieron las chicas al unisono, como una sola voz. Miguel conocia bien esos tonos superpuestos, esos ventrilocuismos. Alina era la voz mas aguda y clara, Evangelina la voz profunda y cavernosa.
- Es una Prejunta o pregunta compuesta - sentencio Miguel.
- Claro que soy una diosa, inepto. No hace falta estar pintada desnuda en una vasija griega para ser una diosa. Soy el eterno femenino, diastole y sistole, Eva y Gea en una
- Increible que se les ocurriera algo asi, es hasta etimologicamente genial -. Se escucho un gruñido sordo, como de perro, que logicamente debia venir de Evangelina.
- Estan desperdiciando tiempo como cualquier hijo de vecina - Dijo Evangalina con su voz stereo.
- Mas bien como cualquier hijo de oficina - Acoto Miguel.
- Pareceria que ustedes viven entre diosas - Dijo Evangealina con desprecio.
- ¡Eva, no hay papel! - dijo una voz desconocida que salia del baño. La intrusion de esa voz extraña y ajena al ritual parecio romper un poco los lazos que en ese momento los elevaba tenuemente de la realidad ordinaria y ordinal.
- Anda a llevarle - le dijo Mauricio a Miguel. Miguel hizo un gesto de fastidio. Pero era imposible contradecirlo a Mauricio en su territorio. Ya habria tiempo y lugar para aujusticiar esa pachorra a prueba de todo. Resignado, fue hasta el armario de la cocina a sacar un rollo de papel para alcanzarle a Juliana.
- ¿No encontras ninguna contraditio in adiectio en esto, Yibril?.
Gabriel fruncio las cejas. ¿Sabria Evangelina latin?. Era tenebrosamente improbable. Por mas que se susurraran imperceptiblemente entre ellas, ¿era posible? ¿Era posible que se expresaran asi al unisono y en latin? Y ademas Yibril, la desinencia arabe. No, si iba realmente mas alla de las posibilidades de dos chicas con los estudios basicos de universidad argentina. Era demasiado exagerado y grotesco el pensar en ensayos de Evangealina en alguna casa o alguna plaza. De hecho, segun el sabia, Evangelina no era demasiado cercana a Alina. ¿No habia el mismo creido percibir, hasta ese entonces, algo como un sutil filo de cuchillo pendiente entre ellas, como una espada de Damocles? No se las imaginaba juntas por motus propia, fuera del grupo.
- ¡ Mauricio, no queda papel en el armario! ¿donde lo tenes? - grito Miguel desde la cocina.
- ¡Fijate abajo de la mesada! - Respondio la omnisciente Evangealina. - Queda una pregunta - Agrego.
- No vale, esa no era para vos. Tenia sujeto y todo. - se quejo Gabriel. Del lugar en donde debia estar la cabeza de Evangelina, detras de una impenetrable masa de cabellos rubios, se oian continuos gruñidos que se asemejaban a ronquidos.
- Las diosas no somos para nada pacientes - dijo Evangealina, pero solo con la voz de Alina, que sonaba extrañamente fria y distante. - Ademas estamos desarmonizando ya, la otra no me soporta encima mucho tiempo, creo que debo estar  comiendo de mas. - Al cesar los ronquidos de Evangelina, Alina recupero su expresion ironica y dura.
 Mauricio habia colocado la cabeza detras de sus brazos, y observaba en silencio. Cinico como era, habia tomado en sorna a la entidad - fusión, hasta que varias predicciones que Evangealina realizado se cumplieron de forma inexplicable y intrincada. Recordaba la ultima: a la pregunta ¿va a pasar algo el dia despues de pasado mañana?  Ella habia respondido: "el puente azul". Cuatro dias despues, se habia encontrado en la calle una entrada para un recital que Spinetta daba en el Teatro Bristol, impresa en papel azul y tinta roja. Mauricio habia terminado por creer,y a Evangealina, al menos en su casa, habia que tomarla en serio.
- ¿entonces? - pregunto Evangealina, diosa del eterno femenino.
Los minutos pasaban con angustiosa lentitud. Era por mucho lo mas interesante que habia pasado ese dia, pensaba Gabriel. Tambien era raro que Miguel no volviese del baño. ¿como podia tardar tanto en alcanzarle el papel a Juliana? ¿Que era lo que estaria haciendo, solo y dando vueltas por la cocina? ¿Estaria espiando acaso? Claro, el al igual que Mauricio ya habria presenciado aquel espectaculo en alguna ocasion, y ahora era el, Gabriel, el que estaba representando el verdadero espectaculo. Gabriel hizo un esfuerzo por dominarse, pero sintio que la sangre se le subia a la cara y los nudillos se le tensaban en una inesperada contraccion. Pero claro, que hijos de puta, ¿como habia estado a punto de caer? De Alina era muy probable una comedia de tal magnitud. Despues de todo ella parecia poseer una energia infinita y sobrenatural, que la llevaba a estar noches enteras sin dormir o dias enteros en el mas entero mutismo. Era la reina de los extremos, de las exageraciones, de los disfraces. ¿Y Evangelina? ¿Que sabia realmente de ella? Veinticinco años aproximadamente, estudiante egresada de Bachiller, varias carreras terciarias empezadas y sistematicamente abandonadas, debilidad por el Gin Tonic. Hasta el momento le habia parecido algo superficial, y por momentos incluso tonta. ¿Pero acaso no andaba ahora muy cercano a Miguel? ¿Y era posible acaso de Miguel, un tipo que parecia haber vivido tanto y leido un tanto otro, prosperase en una simple junta si no viese en ella algo mas que los ojos verdes y el buen par de tetas? Si, era bien posible, si uno lo pensaba. Pero, ¿llevarla al grupo? No, eso si que era impensable, ergo podia ser que Evangelina se las trayera, y que fuese mucho mas que una chica linda y simpatica, adicta a las revistitas paranormales de los puestos de diarios. Entonces seguro, seguro que si. Era todo un teatro, una farsa fastalfiana que lo tenia a el como bufon principal, como ese buen actor que siempre aporta la cuota de vitalidad y realidad a una obra demasiado repetida, demasiado decorada. Miro entonces nuevamente a Evangealina, enfocandose principalmente en el rostro de Alina, de la Alina que el conocia, de la que hace poco creia conocer al menos un poco. Pero no, nada. Ni rastro de la chica que hacia solo quince minutos lo habia aprisionado en el piso. Toda la vitalidad, la sensualidad y la frescura de Alina habian desaparecido. No la encontraba en esa mueca de ojos entornados y como bizcos. ¿era posible? Algo en todo el asunto lo ponia realmente incomodo. ¿Acaso era que no podia abandonarse a creer que tal vez... ¿Tan raro, tan dificil le era a el abandonarse al milagro? Fue en ese instante y en un segundo, tan cercano al miedo, y debido a esa resistencia irracional a la creencia, que tan poco le costaba en casos en que no era necesaria o era forzadamente necesaria, que Gabriel fue conciente de estar verdaderamente ante algo fuera de lo comun. Algo que deberia... que no podia ser otra cosa que una chica parada encima de otra, sobre sus talones, pero que afirmaba ser una diosa. Mauricio no parecia dispuesto a intervenir, pues se mantenia en un obstinado mutismo de boca y ojos. ¿Era acaso una manera de protegerse de aquel ente, el silencio? Alguien habia dicho que el peor de los mutismos era el habla, y mientras intentaba recordar quien era el que lo habia dicho, Gabriel descubrio lo que debia preguntar.

- ¿Que esta haciendo Miguel en este momento?

Silencio por parte de la voz Alina, gruñidos y ronquidos de parte de la voz Evangelina.
- Esta en el baño - Dijieron ambas voces, con el unisono de dos golpes que golpean el mismo yunque en un preciso segundo. En ese preciso instante, se escuchaba el boton del baño y Alina saltaba de los pies de Evangelina.
- Se ve que el estudio del Reiki acelera las funciones intestinales y renales - Acoto Mauricio.
- Es toda una bruja - Comento Alina emocionadisima. - Ve las auras y las energias de la gente, es seguro.
El mundo se restablecia a su sitio y Miguel volvia a aparecer, como en una obra de teatro, por la puerta que daba a la cocina y al baño.
- ¿Donde estabas? - dijo Evangelina.
- Matando mosquitos con un trapo. Soy campeon olimpico, como sabras - dijo Miguel.







Aristoteles y la polilla

Vos fijate – dijo Gabriel – dos mil quinientos años de civilización occidental y seguimos en Aristoteles. Si, macho, no me mires asi. Yo se que vas a decirme que para que tanta escolástica y tanta subjetividad si al final seguimos como al principio, pero es asi, que queres que le haga. El sentido común es Aristotelico: Sustancia y accidente, sujeto y predicado, esta en la estructura misma de la lengua incluso. Yo te acepto que si uno se pone a pensar, lo que se dice a falsear realmente las cosas, entonces ese sentido común se desbarata mas o menos rápido. Pero una cosa es ponerse a pensar y otra muy distinta es vivir. Podemos pensar en categorías que exceden y superan la concepción hylemorfica de la fisica Aristotelica, pero cuando vamos a comprar al chino, somos cien por ciento miembros del Liceo.
- Pura influencia de la cultura viejo – dijo Mariano desde las profundidades de la alfombra un poco sucia. – No creo que un chino o un africano sean, como vos decis, miembros del liceo. Lo que pasa es que vos no podes salirte de la perspectiva del trono de la cultura occidental. Hablas de Aristoteles pero tus pretensiones son de corte Hegeliano, casi que das un poco de risa con esa seguridad.
- No, lo que pasa es que lo de la forma y la materia esta muy bien pensado – Dijo Alina – Es muy realista, pero no en el sentido de los manualcitos de historia de la filosofía. Digo que es muy realista como lo diría un ingles, o sea que tiene mucho sentido común. No digo, como dice Gabriel, que las sustancias primeras expliquen la realidad de las cosas, solo creo que son una ropa que le queda muy bien a la realidad. Es muy comodo dejársela puesta de tan lindo que le queda.
- Lo que pasa – retomo Gabriel, esgrimiendo una galletita como si fuese una batuta, a modo de amonestación – es que ustedes dos están pensando. O sea que se están forzando mas alla del sentido común . A ver… es innegable, para una persona común, para una señora de barrio o un colectivero, que yo soy Gabriel y que soy asi de alto y asi de ancho, que las manzanas son rojas y no que el rojo son manzanas, que puedo pintar de otro color la pared de mi casa sin que deje de ser esa pared misma, que son los objetos los que se mueven. El mundo de objetos con cualidades es de puro cuño Aristotelico. En un estado normal, sin libros o drogas de por medio, pensamos con oraciones afirmativas y negativas, simples.
- Gabriel es lindo, es terco, esta hermosamente sentado contra la pared, es moreno, esta aca conmigo y con Mariano a las dos de la tarde de un domingo – dijo Alina sonriendo.
- Exactamente. La realidad es esta que tenemos aca, no otra. Nada de idealismos en otro mundo o en este mismo. – Dijo Gabriel.
- La idea de sustancia es absurda, es algo que no va mas. Vos hablas de sentido común, pero esa misma expresión es ya una construcción. Esta signada y determinada por el pensamiento racionalista, como si la mismísima humanidad hubiese nacido con Tales de Mileto cayéndose en un cráter y prediciendo el eclipse de quiensabequecosa.
- Las estructuras de sujeto y predicado, de nombre y acción, estaban ya en Homero, si queres. – Dijo Gabriel con hosquedad.
- Y la humanidad estaba ya, vieja y cansada, en Micenas o en La india de los Brahamanes. – Retruco Mariano.

Se produjo un silencio, y Alina aprovecho entonces para levantarse de la banqueta en la que hacia equilibrio como un pájaro. En dos saltos estaba arrodillada sobre la caja de cassettes y cd’s, revolviendo eufóricamente, seguramente presa de alguna intuición musical o de un simple antojo nostálgico.
 - Para un poco, terremoto nicaragüense – le grito Mariano desde la alfombra – Esa caja estaba perfectamente desordenada, cada elemento formaba una completa desarmonía con el resto, casi no había manera de encontrarles un orden o una figura, como no fuera algo simbolista. 
- Ademas haces un monton de ruido, no dejas pensar a los genios – agrego Gabriel maliciosamente.
Alina, algo ofendida, se hizo la desentendida y siguió revolviendo los cassettes aleatoriamente. Al final eran unos delicados, esos dos. Y lo del desorden de la caja, que curioso lo que había dicho Mariano. Un desorden absoluto entre las partes, pura entropía, imposible encontrar un sentido o un orden en la caja de los cd’s ¿seria posible, semejante paraíso irracional dentro de una caja de zaptos llena de cd’s y cassetes? Bueno, Mariano era muy capaz. Ella había pensado muchas veces que era como el Xul Solar del grupo, medio vidente, medio genio, medio artista y un resto de locura. Alina miro el interior de la caja (solo en ese momento había mirado, porque siempre sus manos se movían como instintivamente sobre las cosas) e intento encontrar un orden en el desorden que había armado. Tardo aproximadamente nueve segundos en notar que no había logrado desordenar completamente las colecciones de cassetes, pues “abey road”, “Help” y “Rubber Soul” estaban en línea, como una mano ganadora de cartas. Ese Mariano… ¿no había dicho que la caja estaba en completo desorden? Alina entendió entonces que era ella la que, azarosamente, se había detenido a mirar cuando esos tres álbumes habían quedado en ese orden, muy a la vista dentro del resto de la caja, como una escena intencionalmente destacada en un grabado. No había manera de decirle el milagro a nadie, no había manera de comunicarlo a nadie, ni siquiera a Gabriel, que ya estaba nuevamente discutiendo con Mariano.
Un poco triste por la soledad de su felicidad repentina, Alina intento escuchar de que iba la cosa. “sible que desde el nacimiento de esa forma de pensar que vos y el resto de los universitarios llaman pensamiento racional, Logos o la mar en coche, sea mentalmente imposible para un occidental escapar a ese mundo de objetos que, como vos decis, tienen acciones y cualidades, pero eso no significa que halla un sentido común originarialemente hylemorfico. Vos fijate que la vista nos muestra solamente formas vagas y delineadas, cosas que son puramente pictóricas, machas de color, y que después es uno el que” Alina suspiro. Se había cruzado nuevamente de piernas. Entonces noto una polilla en el techo. El insecto avanzaba penosamente de cabeza, con una perspectiva invertida, batiendo esporádicamente las alas, arrastrándose sobre el cielo raso descascarado; Alina descubrió entonces, como decía Mariano, una figura. Desde una perspectiva invertida, de cabeza, la polilla los contemplaba. Era como sentirse observado por la otra vereda de la evolución, por el pasado remoto y tambien por el futuro. Aca en la alfombra, Aristoteles; y en el techo, una Polilla. Una polilla íntegramente polilla, con todo su universo de polilla y sus categorías de polilla, sus sentidos de polilla, todo polilla, dioses con forma de polilla, pensaba Alina, jugando un poco a ser Jenofanes. La realidad era entonces como un caleidoscopio, como un cubo mágico que nos muestra solo una cara. ¿Iba a poner un cd en el equipo o no? Ya se había olvidado que era lo que buscaba, porque ahora era Gabriel el que decía que el pensamiento era al menos tan viejo como los sentidos, y que no se refería al pensamiento racional sino a algo mucho mas amplio, y cuando lo decía estaba tan serio, tan comicamente serio, obstinado como un chico mitómano. Al mirarlo Alina no pudo evitar sonreir, y si la polilla hubiese podido ver el mundo de objetos de Gabriel y Aristoteles, habría visto como la chica, larga y broncínea como una lanza troyana, se gateaba silenciosamente unos centímetros para luego agazaparse sobre sus piernas traseras, para luego dar un salto que emulaba perfectamente a los tigres, para sorprender a Gabriel en medio de la defensa del principio de no contradicción. Alina tomo la ventaja del elemento sorpresa. La embestida inicial, bastante fuerte y de estilo aéreo, logro derribar al indignado Gabriel, el cual no tardo en aplicarle una llave en la cintura con las piernas, para que diera asi comienzo a una de las luchas. Las luchas ocurrían cada tanto, esporádicamente, motivadas o no motivadas, declaradas o, como aquella, a traición. Pese a la desventaja genérica, Alina era bastante fuerte. Su vestido floreado, a diferencia de los jeans de Gabriel, le daba la ventaja de la soltura. Alina reia y aullaba como un Bacante, y Gabriel, aun indignado por la interrupción de su discurso, puteaba y resoblaba esforzadamente. Habian dado ya tres o cuatro vueltas en el piso cuando Gabriel pensó que tenia ganada la lucha. Alina estaba debajo suyo, bien sujeta. El vestido floreado se le había levantado provocativamente varias veces durante la reyerta, y si hubieran estado solos la lucha habría pasado a estratos mas salvajes. Por otro lado, era un suerte que Alina se estuviera quedando sin fuerzas, porque esa chica era terrible.
Aun teniendo sujeta a Alina por las muñecas, Gabriel intento ponerse de pie. Los dioses quisieron que Gabriel tropezara con una irregularidad de la alfombra, permitiendole a Alina una rápida recuperación. En solo medio segundo se hallaba nuevamente en combate y agazapada, y al segundo siguiente se hallaba comodamente arriba de Gabriel, sosteniéndole ambos brazos en cruz. Victoria. Desde la comodidad de la alfombra, Mariano parecía no haber notado nada.
- ¿Qué hacen che? –
- Empezo una lucha – Le respondió Gabriel. – Pero te la perdistes, ya termino. - Y mirándola a Alina le dijo – Que rápida sos, te das vuelta con la velocidad de una taba.
- De una moneda – Dijo Alina, aprovechando su ventaja posicional para besar a un Gabriel aun resistente. Entonces se escucharon unas voces que llamaban desde abajo.
- Hay gente Abajo – dijo Mariano, que seguía como perdido en algún lugar del espeso mar de alfombra. Alina y Gabriel seguían en un enriedo de abrazos y besos. Habian comenzado a rodar nuevamente en el suelo, pero ahora lentamente y como sin cuidado.
- Hay gente afuera che – Volvio a decir Mariano, con algo de desgano.
Alina se había vuelto a sentar sobre Gabriel, que ya no parecía resistírsele tanto como antes, y con satisfacion noto que ahora podía besarlo larga y blandamente, y que eso era como una señal de que la estaban dejando hacer. Todo ese juego era algo hermoso y divertido, algo no necesario pero fundamental.  Las voces seguían llamando desde abajo, y Mariano habíase incorporado y abierto los ojos.  Miro a Alina, entre irritado por tener que moverse y confundido por la luz que entraba por el ventanal.
- Anda a abrirles che.
Apenas despegando su boca de la de Gabriel, Alina le respondió. - Baja vos, que es tu casa.
Sin levantarse, Mariano comenzó a tantear sobre la mesa. La altura no le daba para poder ver lo que había en ella estando sentado en el piso, por lo que daba la impresión de ser un inmenso molusco ciego. Finalmente dio con el juego de llaves, el cual arrojo por el balcón, para volver a echarse en la alfombra.