23 oct 2017

Tenebroso relato Alegorico

Te imaginas ser un Aleman culto y tranquilo, alla por 1932, estas leyendo a Goethe y escuchando a Brahms y de repente te enteras que, por una increible combinacion de eventos o por un costosisimo y pernicioso lapsus de locura en la mente del Creador, Hindenburg murio y un tal Adolfo Hitler se hizo con la Presidencia... ¿Hitler? - pensas vos - ¿ese idiota ridiculo que anda agitando gansadas y que nadie en su sano juicio puede tomar en serio?, y entonces el pibe que te aviso te dice que si, que ese. Y ambos, vos y el, se miran y se rien como si fuese una comedia divertidisima, como pensando "¿hasta donde puede llegar este pais?".
Pero en el medio de la risa, sentis que hay algo como un escalofrio, como una sombra o como la insinuacion de una sombra, como un parpadeo, un leve silbido, un silbido tenue, casi inaudible, pero perfido. Y entonces te das cuenta que son las bombas, las bombas que aun no se fabricaron pero que ya estan cayendo, que ya caen sobre Berlin, desde la estratosfera, desde el implacable universo de la causalidad.
Ni vos ni el pibe saben que esas elecciones van a ser las ultimas en 15 años, no saben todo lo que se viene, no se lo imaginan mas que por esa sombra, por ese escalofrio, por ese parpadeo.
Esa sombra, ese escalofrio, ese parpadeo: yo lo siento ahora mismo.
¿y vos?

12 oct 2017

una receta (de tantas)

La receta para la felicidad es complicada.
No hablo de la receta absoluta para la felicidad total, no. Eso, amigos mios, es solo un mito. No hay estados absolutos, no hay formulas definitivas. Nada puede detener el cambio, nada la oscilacion. Uno se afana y se afana por lograr la felicidad. ¡Absurdo! Bien sabido es que solo queda el retorno, elastico, hacia un estado diferente, como si fuese una hamaca o una resortera cosmica que solo cesa con ese otro movimiento eterno mal llamado muerte.
Asi que no, no es a esa receta, tan definitiva como inexistente, a la que me refiero.
La receta para el momento feliz, para el instante de que uno no se arrepiente ni se arrepentira nunca, es complicado.
Hace falta lo siguiente:
* la irrecuperable soledad de un ocaso
* el casi inaudible gemido del viento
* el tenue brillo de un rio lejano
* el seductor murmullo de este rio escondido pero insinuado
* un camino de montaña, por el que se sube o se baja
* la sensual quemazon en las pantorrillas y los gemelos
* el tintineo o glup-glup del agua meciendose en la cantimplora
* el olvido absoluto del tiempo tal como se lo desconoce en las ciudades
* el martilleo de los dedos del pie crujiendo contra los apretados guijarros
* un baston de madera
* la sensacion de la primera vez y de la ultima, la certeza de saberse existiendo en el filo de un cuchillo
* la arenosa percepcion de la tierra en la boca, en las manos y en el pelo
* La certeza racional de saberse a mitad de camino


cuadro

La belleza es lo harto del sol
impreso contra lo sensual verde
en las alturas de un olmo
la brillante verde hermosa
recortandose contra la negra
nube de tormenta