La masa sonora, compuesta por tres voces, fue subiendo desde la lejania de la calle. Atraveso rapidamente la escalera se materializo a travez de la puerta en la forma de un trio de cuerpos que reian y conversaban. Alina estaba ahora sentada contra la pared, al lado de Gabriel. Ambos estiraban las piernas, el sobre el suelo, ella sobre las suyas. Los recien llegados eran dos chicas y un muchacho. Una de las chicas saludo en voz alta, haciendo honor al famoso saludo general. La otra fue directamente al baño. El chico, con expresion divertida, continuaba apoyado en el marco de la puerta.
Buenas. Que cuadrito, estan para la foto - dijo Miguel.
Tene cuidado si te peleas con esta. Es mas escurridiza que una culebra en el pastizal - Dijo Gabriel. A modo de saludo Alina realizo entonces la perfecta imitacion de un siseo de vibora.
- ¿Quien es la que fue al baño, Evangelina? - pregunto Mauricio, que habia vuelto a acostarse.
- Ah, mau, buenas tardes. Pense que estabas dormido. ¿La chica? Juliana se llama, la sacamos de un seminario de Reiki.
- ¿De que? - pregunto Alina.
- Reiki, nena, Reiki. Es basicamente manejo de energia, fuerza astral, cuerpos akashicos, auras, todo lo que esta en la realidad espiritual. - dijo Evangelina.
- Flor de Oximoron. - se burlo Gabriel.
- Triangulo redondo - lo acompaño Miguel.
- Festina Lente - Enuncio Gabriel, dandole una palmada al muslo de Alina.
- Sol negro - Dijo Miguel, Abriendo los brazos.
- Placeres espantozos, dulzuras horrendas - dijo Gabriel, sin retirar la mano.
- Movimiento Estatico - Continuo Miguel.
- Los Arcangeles se han unido en una dialectica de satiras, Evangelina - Dijo Alina.
- Ah no - dijo Evangelina - es injusto que se burlen de lo que esta mas alla de lo fisico, de este mundo de aca. Y ademas que se unan.
- Pero no contaron con que yo tomaria partido en tu bando - dijo Alina, levantandose y tomando a Evangelina de la mano. Ambas se miraron fijamente y sonrieron.
- ¿Se van a fusionar? - pregunto Miguel.
- Es muy temprano para que se fusionen - dijo Gabriel.
Una al lado de otra, Evangelina y Alina parecian la portada de una revista surrealista. Una era morocha y broncinea, de un color extraño, la otra era decididamente blanca, con matices rojizos. Parecian estar, para mejor contraste en la dualidad, en perfecta oposicion: Una con pelo suelto y rubio, la otra atado y oscuro, una con vestido floreado, la otra con jeans y musculosa. Entonces comenzo la fusion. Alina se paro sobre los talones de evangelina, y ambas se tomaron de las manos.
- Soy Evangealina, diosa primordial del eterno femenino, y pueden hacerme tres preguntas - dijieron ambas al unisono, con una coordinacion tal que hizo retorcerce de risa a Gabriel y a Miguel. Mauricio, por el contrario, sintio un escalofrio ante esa aparicion extraña. Evangealina era una superposicion incomoda, mensajera siempre de las mas incomodas verdades. Aparecia siempre dictada por las circunstancias, para proteger al debil o castigar al injusto. Su presencia duraba poco, pues las diferencias entre Alina y Evangelina no podian armonizarse por mucho tiempo. Miguel no recordaba el origen historico de Evangealina, lo cual lo turbaba siempre que se daba cuenta. Era como si la diosa misma hubiera borrado su origen, pues los dioses, al igual que sus mitos, se refugian siempre en una sana intemporalidad.
La aparicion habia sido demasiado rapida, una verdadera irrupcion. Gabriel no podia salir de su asombro ante lo que consideraba una genial improvisacion, y Miguel lo miraba con un poco de sorna y otro poco de lastima. "Claro, nunca la habias visto a Evangealina vos. Vas a tener que pasar por cada una, pibe". Minguel observo las figuras superpuestas de ambas chicas, y vio que sin duda Eva, como el le decia, era la mas cambiada. Estaba verdaderamente transfigurada, y le costaba siempre verla en esas escenas sin sentir un poco de impresion repulsiva. Tenia los cabellos hacia adelante, en una maraña de pelo rubio con flecos mas oscuros, y la cara apretada contra la espalda de Alina. Daba la impresion de ser una medium, de ser la base, el cuerpo fisico de aquel ente que era las dos y ninguna. Alina, en cambio, era como una diadema, la inteligencia, propiamente dicha. Su rostro sensual y algo aniñado se contraia en una fiera mueca de ironia, que daba la impresion de una carcajada constantemente contenida. Mantenia sus ojos entrecerrados, lo cual le daba a su rostro una apariencia de esfinge, de signo de interrogación encarnado. La una superpuesta a la otra daban una impresion de negativo sobre revelado, de espiritu sobre carne, de eclipse de sol.
- "Esfinge" - murmuro Miguel. "Es - Finge... Ergo", y algo parecio entonces clarificarse dentro suyo. *
El silencio se prolongaba indefinidamente, y Gabriel comenzo a sentir que eso no podia durar mucho, y que era un desperdicio no realizar pregunta alguna.
- ¿Asi que sos una Diosa? ¿Diosa de que, habias dicho?.
- Son dos preguntas - dijieron las chicas al unisono, como una sola voz. Miguel conocia bien esos tonos superpuestos, esos ventrilocuismos. Alina era la voz mas aguda y clara, Evangelina la voz profunda y cavernosa.
- Es una Prejunta o pregunta compuesta - sentencio Miguel.
- Claro que soy una diosa, inepto. No hace falta estar pintada desnuda en una vasija griega para ser una diosa. Soy el eterno femenino, diastole y sistole, Eva y Gea en una
- Increible que se les ocurriera algo asi, es hasta etimologicamente genial -. Se escucho un gruñido sordo, como de perro, que logicamente debia venir de Evangelina.
- Estan desperdiciando tiempo como cualquier hijo de vecina - Dijo Evangalina con su voz stereo.
- Mas bien como cualquier hijo de oficina - Acoto Miguel.
- Pareceria que ustedes viven entre diosas - Dijo Evangealina con desprecio.
- ¡Eva, no hay papel! - dijo una voz desconocida que salia del baño. La intrusion de esa voz extraña y ajena al ritual parecio romper un poco los lazos que en ese momento los elevaba tenuemente de la realidad ordinaria y ordinal.
- Anda a llevarle - le dijo Mauricio a Miguel. Miguel hizo un gesto de fastidio. Pero era imposible contradecirlo a Mauricio en su territorio. Ya habria tiempo y lugar para aujusticiar esa pachorra a prueba de todo. Resignado, fue hasta el armario de la cocina a sacar un rollo de papel para alcanzarle a Juliana.
- ¿No encontras ninguna contraditio in adiectio en esto, Yibril?.
Gabriel fruncio las cejas. ¿Sabria Evangelina latin?. Era tenebrosamente improbable. Por mas que se susurraran imperceptiblemente entre ellas, ¿era posible? ¿Era posible que se expresaran asi al unisono y en latin? Y ademas Yibril, la desinencia arabe. No, si iba realmente mas alla de las posibilidades de dos chicas con los estudios basicos de universidad argentina. Era demasiado exagerado y grotesco el pensar en ensayos de Evangealina en alguna casa o alguna plaza. De hecho, segun el sabia, Evangelina no era demasiado cercana a Alina. ¿No habia el mismo creido percibir, hasta ese entonces, algo como un sutil filo de cuchillo pendiente entre ellas, como una espada de Damocles? No se las imaginaba juntas por motus propia, fuera del grupo.
- ¡ Mauricio, no queda papel en el armario! ¿donde lo tenes? - grito Miguel desde la cocina.
- ¡Fijate abajo de la mesada! - Respondio la omnisciente Evangealina. - Queda una pregunta - Agrego.
- No vale, esa no era para vos. Tenia sujeto y todo. - se quejo Gabriel. Del lugar en donde debia estar la cabeza de Evangelina, detras de una impenetrable masa de cabellos rubios, se oian continuos gruñidos que se asemejaban a ronquidos.
- Las diosas no somos para nada pacientes - dijo Evangealina, pero solo con la voz de Alina, que sonaba extrañamente fria y distante. - Ademas estamos desarmonizando ya, la otra no me soporta encima mucho tiempo, creo que debo estar comiendo de mas. - Al cesar los ronquidos de Evangelina, Alina recupero su expresion ironica y dura.
Mauricio habia colocado la cabeza detras de sus brazos, y observaba en silencio. Cinico como era, habia tomado en sorna a la entidad - fusión, hasta que varias predicciones que Evangealina realizado se cumplieron de forma inexplicable y intrincada. Recordaba la ultima: a la pregunta ¿va a pasar algo el dia despues de pasado mañana? Ella habia respondido: "el puente azul". Cuatro dias despues, se habia encontrado en la calle una entrada para un recital que Spinetta daba en el Teatro Bristol, impresa en papel azul y tinta roja. Mauricio habia terminado por creer,y a Evangealina, al menos en su casa, habia que tomarla en serio.
- ¿entonces? - pregunto Evangealina, diosa del eterno femenino.
Los minutos pasaban con angustiosa lentitud. Era por mucho lo mas interesante que habia pasado ese dia, pensaba Gabriel. Tambien era raro que Miguel no volviese del baño. ¿como podia tardar tanto en alcanzarle el papel a Juliana? ¿Que era lo que estaria haciendo, solo y dando vueltas por la cocina? ¿Estaria espiando acaso? Claro, el al igual que Mauricio ya habria presenciado aquel espectaculo en alguna ocasion, y ahora era el, Gabriel, el que estaba representando el verdadero espectaculo. Gabriel hizo un esfuerzo por dominarse, pero sintio que la sangre se le subia a la cara y los nudillos se le tensaban en una inesperada contraccion. Pero claro, que hijos de puta, ¿como habia estado a punto de caer? De Alina era muy probable una comedia de tal magnitud. Despues de todo ella parecia poseer una energia infinita y sobrenatural, que la llevaba a estar noches enteras sin dormir o dias enteros en el mas entero mutismo. Era la reina de los extremos, de las exageraciones, de los disfraces. ¿Y Evangelina? ¿Que sabia realmente de ella? Veinticinco años aproximadamente, estudiante egresada de Bachiller, varias carreras terciarias empezadas y sistematicamente abandonadas, debilidad por el Gin Tonic. Hasta el momento le habia parecido algo superficial, y por momentos incluso tonta. ¿Pero acaso no andaba ahora muy cercano a Miguel? ¿Y era posible acaso de Miguel, un tipo que parecia haber vivido tanto y leido un tanto otro, prosperase en una simple junta si no viese en ella algo mas que los ojos verdes y el buen par de tetas? Si, era bien posible, si uno lo pensaba. Pero, ¿llevarla al grupo? No, eso si que era impensable, ergo podia ser que Evangelina se las trayera, y que fuese mucho mas que una chica linda y simpatica, adicta a las revistitas paranormales de los puestos de diarios. Entonces seguro, seguro que si. Era todo un teatro, una farsa fastalfiana que lo tenia a el como bufon principal, como ese buen actor que siempre aporta la cuota de vitalidad y realidad a una obra demasiado repetida, demasiado decorada. Miro entonces nuevamente a Evangealina, enfocandose principalmente en el rostro de Alina, de la Alina que el conocia, de la que hace poco creia conocer al menos un poco. Pero no, nada. Ni rastro de la chica que hacia solo quince minutos lo habia aprisionado en el piso. Toda la vitalidad, la sensualidad y la frescura de Alina habian desaparecido. No la encontraba en esa mueca de ojos entornados y como bizcos. ¿era posible? Algo en todo el asunto lo ponia realmente incomodo. ¿Acaso era que no podia abandonarse a creer que tal vez... ¿Tan raro, tan dificil le era a el abandonarse al milagro? Fue en ese instante y en un segundo, tan cercano al miedo, y debido a esa resistencia irracional a la creencia, que tan poco le costaba en casos en que no era necesaria o era forzadamente necesaria, que Gabriel fue conciente de estar verdaderamente ante algo fuera de lo comun. Algo que deberia... que no podia ser otra cosa que una chica parada encima de otra, sobre sus talones, pero que afirmaba ser una diosa. Mauricio no parecia dispuesto a intervenir, pues se mantenia en un obstinado mutismo de boca y ojos. ¿Era acaso una manera de protegerse de aquel ente, el silencio? Alguien habia dicho que el peor de los mutismos era el habla, y mientras intentaba recordar quien era el que lo habia dicho, Gabriel descubrio lo que debia preguntar.
- ¿Que esta haciendo Miguel en este momento?
Silencio por parte de la voz Alina, gruñidos y ronquidos de parte de la voz Evangelina.
- Esta en el baño - Dijieron ambas voces, con el unisono de dos golpes que golpean el mismo yunque en un preciso segundo. En ese preciso instante, se escuchaba el boton del baño y Alina saltaba de los pies de Evangelina.
- Se ve que el estudio del Reiki acelera las funciones intestinales y renales - Acoto Mauricio.
- Es toda una bruja - Comento Alina emocionadisima. - Ve las auras y las energias de la gente, es seguro.
El mundo se restablecia a su sitio y Miguel volvia a aparecer, como en una obra de teatro, por la puerta que daba a la cocina y al baño.
- ¿Donde estabas? - dijo Evangelina.
- Matando mosquitos con un trapo. Soy campeon olimpico, como sabras - dijo Miguel.
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