27 mar 2012

Terribilis ut Castrorum acies Ordinata

En un campo de plata, bajo un cielo oscuro
Una verdad se cierne desde el abismo
como una nube, con ojos despaciosos
me alcanza tu mirada

Amorosa, malvada, mirada de muchacha
oscuros dragones acechan
desde los abismos de tu mirada de doncella
Hermosa y terrible,
como un ejercito dispuesto para el combate

Fuente de Pegae, atestada de culebras y Enigmas
Selva virgen, monte verde y oscuro
Fuente indomable, vehiculo del demonio
piel del demonio, ¡demonio mismo!

¿No chispean tus ojos como un tropel de demonios?
¿Que votos podrian mantenerse, hermosa fiera,
ante tu sublime cuerpo de pantera?
Sabiduria me faltaria para ser Edipo
y caeria dos veces antes que ninguna

En tu Abismo... Meretriz de Babilonia,
sin dudas, ¡terrible! ¡impenitente criatura!
Nada sublimado, nada cobardemente inmaculado
¡nada divino, nada celestial!
¡Fuera de mi toda esa paqueteria!

Fuera las velas y los inciensos:
queremos la libertad,
la fresca y silenciosa libertad de las tinieblas.
¡Como nos amparan las sombras y los silencios!
Nuestra felicidad es la de la luna.

Y en lo indeterminado, 
Ser indomitos.
Todo baile y todo juego
Todo herejia y hoguera a fin de cuentas
Todo carne y todo mundo, ¡Fuera el espiritu!
La risa malvada y la inocencia en el deseo
y la destruccion del arrepentimiento.

Por que las visceras quieren desobedecer
quieren ser tentadas por todos los demonios
quieren incluso hundirse... ¡Destruirse!
¿Pero que entienden de estas palabras esos
 que ya no tienen ni inocencia en el deseo
 ni maldad en la mirada?

De todas las bestias, yo no tolero a los cerdos.
No soporto la maquina sobre el cuerpo
ni el servilismo de los vulgares
que hacen superfluo lo hondo
y vulgar lo superfluo,
podrido lo inocente
y perverso lo podrido.

¿Adonde se fue nuestra fiesta?
¿Donde han ido los rios sinuosos de la vida?
¿No queremos siempre nuevos Bacanales,
 Nuevas y mas hermosas Saturnalias?

Nuestra felicidad tiene mucho de cancion
mucho de impertinencia, mucho de risa
y tambien de Fatum y de prodigioso Reencuentro.
¿No queremos siempre llegar,
llegar como un tropel de demonios,
mas desbocados, mas terribles,
mas ruidosos cada vez?

¿No es esa, Amada, Amadisima Deidad,
nuestra vida y nuestro deseo de felicidad?

19 mar 2012

Ontologia de Bar II (En proceso,mejorado)

La oscuridad se distribuia de manera irregular por la oscura callejuela del barrio de belgrano. Damian venia cabizbajo por Avenida Cabildo. Pese a la hora los coches no cesaban su eterna marcha,y si bien es verdad que a menor frecuencia que durante el dia, cierto es tambien que compensaban esto con una mayor velocidad. Damian penso entonces, como cada vez que transitaba de noche por alguna avenida de Buenos Aires, que la ciudad era como un inmenso pulmon que solo respiraba de noche. Debe ser el contraste - se dijo - uno de dia no puede siquiera caminar por aca. Esta todo tan mal organizado.
Los colectivos tambien pasaban apurados en su trajin nocturo, simbolizando el aburridisimo eterno retorno de lo mismo. Lo mismo como un coche mercedes benz de los años 80, de chapa y plastico, probablemente fabricado en Brasil. Damian deberia haber doblado en Olazabal, pero en cambio lo hizo en Juramento, y para el lado contrario, enfilando para el bajo. Quizas, inconcientemente habia algo en el que lo impulsaba hacia las profundidades, hacia abajo. Algo como un peso. El mar era para el un simbolo de profundidad, y el rio era en Buenos Aires lo mas cercano al mar, aunque fuese un mal de aguas fetidas y contaminadas por desechos industriales.Si, era aun demasiado joven y se habia inmiscuido quizas en circulos demasiado oscuros y atrayentes. La paranoia y la obsesion de las doctrinas de esos circulos eran muy a menudo realidades demasiado cercanas. Odiaba esa prueba de lo somero de la realidad. Prueba que le era dada, manifestada, siempre en materiales como el plastico y el concreto. Una galeria con una Vulgar Heladeria Freddo justo al lado de lo que alguna vez fue el legendario Epsilon (Ahora se erguia otro bar de un nombre en italiano, pretendidamente ingenioso, que era al Epsilon lo que un italiano actual es a un habitante de la mitica Magna Grecia: un hijo deforme y caricaturesco). Sin embargo quedaban del antiguo Epsilon las paredes que lindaban con algo asi como un galpon o una cochera, de la cual se dejaba ver solo un viejo porton verde de chapa, asegurado con un pesado tubo de hierro o acero. Damian habia disminuido la marcha. Lo hizo gradualmente hasta detenerse y luego de quedarse unos instantes observando la cupula se sento casi como un sonambulo en uno de los banquitos de material que estaban casi al final de la cuadra, enfrente de la plaza. Desde ahi podia contemplar tanto la oscura plazoleta, libre a esas horas de los traseuntes, de los puesteros, de los perros y sus dueños y principalmente de las señoras, como a la iglesia de la Inmaculada Concepcion, y naturalmente tambien al Epsilon. Esto ultimo no era un error o una transpolacion, pues Esteban solia siempre imprimir sobre la realidad su realidad propia, es decir, solia ser orgullosamente idealista, y en su universo, plagado como estaba de libros y teoremas, el Epsilon era siempre el Epsilon.
Pasaba siempre por esa cuadra cuando estaba por la zona. Con pasar, me refiero a ir, a estar ahi fisicamente, pues su cabeza enfocaba con frecuencia ese y otros sitios. Recordaba la unica vez que se habia animado a traspasar el umbral de la observacion. Aquel dia solamente tenia pensado ir a las barracas a distraerse un rato, pero termino entrando directamente al Epsilon, el cual tenia, ademas de las tradicionales mesitas afuera, destinadas a los turistas y a los extrovertidos, una fila de mesas que estaba en una especie de galeria pasillo entre el afuera y el adentro propiamente dicho. En una de estas mesas se instalo Damian ese dia, y pidio un modesto cafe, casi con verguenza, sintiendose un extraño o un hipocrita observador de la realidad. Miro a su alrededor y se sintio fuera de contexto.No tenia especial odio o especial interes por los miembros de ninguna clase social, pero en ese momento sintio un deliberado desprecio contra el ambiente que, al parecer, inexplicablemente (¿como, por que?) lo oprimia. Sus ojos se dirigian cada tanto, con nerviosa agitacion, hacia el porton verde de chapa y a su imponente barra de hierro, obstaculo unico que lo separaba de otra posible realidad. Entonces sucedio algo que logro sacarlo de sus meditaciones para sumergirlo en otras aun mas terribles. Damian, como una estatua de granito, como una nocturna gargola de catedral, recordaba a la vez que miraba al vacio. Una paloma blanca, simbolo inequivoco de la paz y la inocencia, entro al vuelo por uno de los arcos de la galeria, y comenzo a revolotear confundida por encima de las mesas. Damian por lo general odiaba a las palomas. Esos pajaros sucios, alborotadores, mendigos. Los odiaba como odiaba a todo lo que era vulgar, pero en el momento mismo en que el pajaro entro, sintio una inmediata simpatia por el. El techo se hallaba a no mas de dos metros, y en el giraban, sorda y mecanicamente varios ventiladores de acero. La paloma golpeo entonces contra las mortiferas aspas, y el cordial silencio de los zumbidos que producian las aspas al girar fue interrumpido pior un ruido sordo y metalico, y por un estallido de plumas blancas. Damian penso entonces que definitivamente debia de haber volado sangre para algun sitio, pero no pudo recordar haberla visto. Si recordaba en cambio que la paloma cayo luego de golpear contra una columna, y que soprendentemente estaba viva y hasta logro ponerse de pie y, desorientada aun, salir caminando torpemente hacia afuera. En esos momentos, Damian juzgo ese episodio como un terrible presagio acerca de si mismo. No estaba del todo seguro de su significado, pero no se podia evitar pensar que el simbolismo no podia menos que afectarlo a el, ya que sintio instantanea identificacion con el pajaro. Pajaro que, valga tenerlo en cuenta, habia entrado desde la misma direccion que el y que habia salido como probablemente el saldria: Herido, avergonzado y estupidamente confundido ante la mirada de seres superiores que lo observaban con asombro y desden desde cornisas lejanas. ¿Pero irse de donde? ¿Del Epsilon acaso, o de la vida? ¿No era acaso lo mismo?. Un escalofrio repentino le recorrio entonces la espalda, y mientras recordaba como habia pagado el cafe y salido a toda marcha de ahi ese dia, se puso nuevamente en marcha hacia Avenida Cabildo, hacia otro bar, en donde como siempre lo esperaba Esteban.
La atmosfera casi mistica de la Iglesia de la Inmaculada Concepcion quedo atras apenas volvio a encarar Cabilido. Tenia a veces la necesidad imperiosa de volcar sus ideales sobre objetos reales. "Para fijarlos", se decia a si mismo. El dialogo consigo mismo era una de sus principales cualidades y de sus principales distracciones. Virtud y vicio por partes iguales. Aunque quizas seria mas acertado decir, antes que dialogo, monologo. Luego de hacer unas cuadras (y retomar casi inevitablemente el tema del contraste y la soledad de las avenidas por la noche) volvio a doblar ahora si en Olazabal, y tras realizar un par de giros mas y alguna que otra desviacion, llego por fin a la esquina en la que se asentaba como un castillo,la cerveceria Bavaria. Esta era sin duda uno de los resultados de la epoca menemista: Habia empezado como un bar de poca monta y habia terminado convertido en una cerveceria "Alemana" con bebidas exoticas y precios tambien exoticos, para turistas; Y habia pasado de satisfaccer a los borrachos de barrio, esos seres miserables pero autenticos, a llenarse de turistas ingleses y de vanguardistas, seres autenticos sin duda, pero tambien sin duda miserables. Y si de seres miserable hablamos, tambien frecuentaban el lugar esos quisquillosos y malhumorados ratones engalanados que suelen ser los oficinistas porteños. Seres indudablemente desalmados, a los que se aplica mejor que a ningun otro el mote de "empapelados", usado en la manera en que lo usaban ciertos alemanes.
Damian diviso al instante a Esteban entre toda esa gente. La campera de jean, raida y desgastada, colgaba del respaldo de una silla de madera en una de las mesas de afuera. Esteban estaba recostado en la silla y extendido cuan largo era. En la mesa (plastica, practicamente un inmenso logotipo de pepsi) estaba un vaso de ginebra practicamente intacto. Damian sabia que llegaba una hora mas tarde de lo convenido, pero tambien sabia que Esteban no tenia problemas con el tiempo, sabia que estaba alli desde mucho antes y que si el no hubiese ido, hubiese estado ahi de todas formas, en esa misma mesa, hasta mucho tiempo despues. Probablemente no hubiera notado su ausencia.
Damian solto un "Buenas" al tiempo que se sentaba. La mirada de Esteban se elevo un instante hacia el recien llegado y luego volvio a posarse en un punto incierto entre el borde de la mesa y el suelo.
- Che, ¿No Saludas mas acaso? Despues dicen que somos los jovenes los que no tenemos respeto, y que todo esta perdido, ¡ja! - Le recrimino Damian casi a modo de sorna
Esteban le respondio al instante y con desinteres - Ahh, Buenas.. -. Damian pidio entonces una cerveza y fijo su atencion en la calle, viendo pasar los autos y colectivos, volviendo a tiempo a sus meditaciones. Ese tipo de silencios entre ambos eran cosa comun, y sin embargo Damian se sintio impelido a preguntar si todo estaba en orden; Pregunta peligrosa siempre para un solitario como Esteban. "Ese tipo de preguntas - pensaba - son bastante indecorosas, casi vulgares. ¿Que ganare preguntandole?". Pese a estas cavilaciones, habia en el aire la sensacion de desconexion. Al mirar a Esteban, vio que habia algo mas ademas de lo habitualmente perdido de la mirada de su amigo. Podia percibirse, con mucha dificultad, cierta severidad en el rostro, cierto enfoque dentro de esa lejania. Y ese enfoque, Damian lo sabia muy bien, ese enfoque era una proyeccion de un objeto especifico. Objeto que pesaba en el alma de Esteban, y que imprimia entonces la expresion inequivoca del que arrastra una preocupacion. Damian decidio arriesgarse.
- A vos te pasa algo, ¿no? - Damian pretendio mantener su mirada en los autos que pasaban.
- No, nada... nada fuera de lo comun.
- No seguiras con lo de la otra vez, ¿no?
Esteban levanto la vista con gesto de fastidio, en un movimiento rapido miro a Damian y volvio a bajar la vista. - ¿Que cosa de la otra vez?, Dejate de joder querés. ¿Vos no seguiras tambien con lo mismo no?
- Sabe que no cambie para nada de opinion - la voz de Damian adopto un resignado fanatismo, adquiriendo su tan conocido tono de orador - En estos dias, estuve pensando que mas que nunca el arte justifica la existencia. Sera que vos sos demasiado realista, a fuerza de la vida, demasiado realista para creer en algo, para creer en que algo justifica todo esto. Yo siento ese sentido, y no por eso soy Francis Bacon sabes.
Esteban se irguio un poco en la silla, y colocon ambos brazos cruzados sobre la mesa, inclinandose un poco hacia adelante. Esta vez, penso, esta vez no se hallaba tan cansado ni habia tomado demasiado, pero igualmente sentia un fastidio por todas esas discusiones esteriles. Penso en Bakunin.
- No volvamos a lo de siempre, ya te dije que sos demasiado pendejo todavia, pero esta bien. Ya veremos si con los ideales podes mantener una familia o pagar la cerveza que te pedistes. ¿Y decis que todos, incluyendo por ejemplo a los refugiados del terremoto en chile o en Haiti, tenemos que refugiarnos en el arte, y no solo en el arte, sino en un arte con mayusculas? ¡ja ja ja! ¿Y quien va a establecer que Goethe es con mayusculas y Neruda no? ¿Vos? ¡ja! Lo odias al chileno, ¿No? - Esteban habia pasado de la irritacion a la diversion con una fluidez natural. Habia, por lo pronto, recuperado su cinismo y miraba a Damian con ojos pequeños y penetrantes. Al oir lo ultimo, Damian se revolvio en su silla, y un poco incomodo abandono las calles y los colectivos para contestar.
- No lo odio, solamente me parece un mal poeta. Un payaso. ¡Por favor! ¡Y ese era comunista! Si andaba por ahi, haciendole odas a la tostadora y a la caja de zapatos, queriendo translucir no se que. ¿cuantos fueron? tres o cuatro libros tirados a la basura, de los cuales se salvan, como mucho, las odas a los elementos naturales. Exeptuando, claro, esas ridiculeces como la oda a los atomos o a la energia. ¡Por favor! Imaginatelo, Esteban, a un profesor de fisica con una bata de laboratorio, con una tiza en la mano y un tubo de ensayo en la otra, con unas antiparras de seguridad, saltando y gesticulando poeticamente en su laboratorio, cantandole a los atomos y a la teoria energetica de Ostwald. El unico tinte romantico lo tiene cuando habla de la revolucion, del pan y del pueblo. Pero fuera de eso es un mal poeta. Un derrotado. No tiene espiritu, ¿sabes?.
- Bueno, Garcia Marquez creo fue el que dijo que era el más grande poeta del siglo veinte en cualquier idioma, ¿no?. - Esteban menciono a proposito a Garcia Marquez. Se divertia y sus ojos brillaban con malignidad.
- ¡Garcia Marquez decis! A ese cafetero si que casi llego a detestarlo. ¡Que maraña tiene para escribir! Si el otro era un mal poeta, este es un mal escritor y un pesimo novelista. ¿Sabes una cosa?, por que ya veo como me miras, y no. No hace falta ser un lectorcito de obras completas para tener un buen juicio sobre un autor. Los escritores son como la comida: Te alcanza una porcioncita para saber si te gusta o te repugna. Y lo que he leido del cafetero este, y creeme que alguna que otra obra entera lei, me parecio tan confuso, tan colorinche, tan mal construido el simbolismo, que pasa de ser oscuro a ser ridiculo.
- Sin embargo, para la gran mayoria de la critica latinoamericana, estos dos tipos no solo son grandes artistas, artistas con mayuscula - Esteban alargo burlonamente la palabra mayuscula - sino que incluso son grandes maestros.
- Pero callate querés. ¿Desde cuando te importan a vos las opiniones de los criticos?. No importa que digan esos criticos. Seran.. ¡ja!, seran malos criticos. Creo que estan sobrevaluados esos dos. Ademas, volviendo a Neruda, ¡Que titulos! ¿por que esa mania tan fea de ponerle a un libro algo como "20 cuentos interesantes" o "155 poemas de soledad"? ¿No es acaso una tendencia casi de marketing, el contar la cantidad? Faltaba ya solo que titulara una obra como "un kilo y medio de poemas doble faz". Esos, y tambien ese perro liberalista de Vargas Llosa. No se en donde viven sinceramente. Por eso no me gustan. Por que gestan tipos como vos, descreidos del arte como lo que en realidad es: Un defensor del sentido de la existencia contra el sinsentido que dia a dia vemos.
Cuando Damian comenzaba a dar uno de esos discursos, comenzaba hablando despaciadamente para luego ir aumentando en ritmo y velocidad, calmadamente primero y al final con gesticulaciones y a veces hasta finalizaba el sermon con un pequeño puñetazo en la mesa. Esteban lo contemplaba divertido, casi maravillado, pensando en que era todo un orador en su pulpito, pero que por desgracia le faltaban los feligreses.
- Si si - Esteban hizo un gesto apaciguador con la mano - No te sulfures tanto pibe, ponele que esos dos son un par de payasos, para mi no son distintos de los payasos del otro lado del atlantico. Vos salvas la poesia naturalista de Neruda, cosas como "El monte y el rio", y tambien las socialistas, pero para mi sigue siendo vanidad esa poesia. El señorito Aleman paseando por campiñas y sufriendo por la mujer de un burguesito no tiene tampoco nada que ver con nosotros y nuestros propios sufrimientos. ¿Quien puede salvarse con ese arte que vos defendes? Y aunque halla un Arte existencialista y un arte idealista, Damian, ambos siguen siendo inutiles para los problemas. Los problemas se resuelven con acciones. Creeme que si no fuese asi..
- ¿Que?
- Nada...
- ¿Que? Deci ahora. ¿O vos pensas que individuos como Goethe o Nietzsche no se salvaron por el arte?
- Holderlin tambien, ¿no? Y haceme el favor, al chovinista ese no me lo nombres. Flor de ejemplo te buscas vos, tanto cotorreo para terminar en Turin como un pelotudo. Anda, preocupate por el arte vos. Todo un hipocrita. A veces pienso que te pareces un poco. - Damian entonces miro fijo a Esteban, y este sostuvo la mirada. Los ojos marrones y un pogo rasgados de Damian y los ojos pequeños y oscuros, titilantes y amarillentos de Esteban se contemplaron, unos con dureza, los otros con calma bovina. Damian le echo un trago largo al porron, el cual estaba por la mitad y termino vacio. Y luego dijo: "Mejor deja". Se prolongo un nuevo silencio. Esteban encendio un cigarrillo y comenzo a juguetear con la tapa del eterno Zippo.
- ¿me vas a decir que te pasa o no?-. Damian habia vuelto a la carga inusitadamente y con firmeza.
- Me pasa lo de Kirilov, pendejo, eso me pasa-.
- ¡Que duro que sos!. Siendo tan realista vos, te vas a otros lados cuando te conviene. ¿Por que no usas esa crudeza de pensamiento y me decis que carajo te pasa?.
- No se que diablos queres oir vos.- Dio una larga pitada y prosiguio. - No se si voy a poder seguir viniendo por mucho tiempo mas, ¿sabes?. Ponele que por un tiempo al menos, hasta que vea que haga, hasta que vea si quiero hacer algo-. Damian miro nuevamente a Esteban y parecio comprender. Penso en una expresion: "la realidad del asunto", e inmediatamente sintio, un poco a su pesar, lo concreto y lo terrible de la filosofia materialista de Esteban. Se avergonzo tambien un poco de si mismo, de no encarnar, a la manera de su amigo, sus ideas en su forma de vida. Por un momento que parecio eterno, no atino a decir nada. El silencio, siempre tan respetuoso y cordial entre ellos, se volvio incomodo. Quizas por vez primera. Esteban penso entonces que tal vez habia sido una idiotez soltar eso asi de repente, y que no tenia sentido prolongar ese ambiente lugubre. "Es propio de los solitarios el ser cortantes con las vueltas innecesarias", se decia. Tomo lo que quedaba de la ginebra, y agrego: - Vine hasta aca para decirtelo. Me voy en un rato, tengo que hacer.
Pero era mentira, ambos lo sabian, y Esteban no tenia nada que hacer, ni esa noche mas tarde ni en momento alguno y desde hace algun tiempo. Entonces esteban se levanto y agarro su campera. Puso la mano en el hombro de Damian y, mostrando una sonrisa extraña y casi burlona, agrego:
- Lamentablemente, la Ginebra la cargas a tu cuenta hoy, pequeñoburgues del arte-. Y se alejo entonces caminando mientras se enfundaba en su campera palida y azul. Nuevamente, Damian no atino a decir nada.

15 mar 2012

El Paraguero

Un subito impulso la desperto del ensueño en que la sostenian las gotas de lluvia golpeando contra las tejas. Algo que fue como un rayo en la mitad de la noche. Entonces, todo su cuerpo se tenso y, como si hibiese recibido una descarga electrica, su espina dorsal se enderezo casi violentamente. Con la mirada todavia perdida se dirigio hacia la puerta y dio dos vueltas a la llave que la separaba de la lluvia, del viento y de algo que necesitaba en esos momentos para seguir respirando. Nadia recien entonces se dispuso a salir. Sin ninguna razon en particular. Solamente las nubes grises, peligrosamente bajas y sin embargo atravesadas por rayos de el sol que se resistia estoicamente a desaparecer. Despues de todo, no se habia vestido en vano, aunque en el momento de vestirse, no tenia idea de para que lo hacia. Miro el paraguero de lata que siempre, tanto en verano como en invierno, permanecia a la derecha de la puerta de enntrada. Su mano se dirigio automaticamente al paraguas largo de simil madera. Pero al instante se detuvo en seco. Su mano, que se habia deslizado junto con todo su brazo en un movimiento serpenteante hacia el mango del paraguas, quedo suspendida en el aire. La hasta entonces ausente mirada de Nadia cobro un peso inusitado. Sus pupilas ambaroverdosas parecian siempre un poco dilatadas, pero se ajustaban en momentos de concentracion o en arranques de furia o miedo. "El paraguas de Maria Luisa" penso casi con rechazo. Nadia no llamaba jamas "mama" a Maria Luisa. Es una costumbre, una defensa casi ontologica que habia tomado desde pequeña.  Permanecio mirando el paraguas por un tiempo que indefinido. Un paraguas simil madera con varillas de policarbonato y cubierta de nylon o plastico trasparente. Ese paraguas era uno mas de los objetos que desataban en ella una sensacion de amor-odio. Le gustaba la sensacion de poder mirar por sobre su cabeza y la libertad de lo trasparente. Pero odiaba su procedencia, odiaba la cadena que unia ese objeto con un ser nefasto e inaguantable como Maria Luisa. Todo su rostro tomo una actitud dura, y sus ojos adquirieron una expresion torva solo por unos segundos. Luego su boca, que se hallaba contraida por un gesto serio, se dilato en una amplia sonrisa dirigida a la nada. Tomo entonces el otro paraguas. Su mano, larga y hermosa, se aferro con fuerza al mango de cuero cosido del otro paraguas. Nadia lo retiro del paraguero, y luego se quedo mirando, casi con lastima, al paraguas de Maria Luisa. Con lastima, con la misma lastima que reflejaria si mirase a la Maria Luisa, a Maria Luisa en persona.Y esa persona, esa figura, Nadia sentia que era traida en ese mismo momento, como si el paraguas fuese un vortice y del otro lado estuviese su dueña, arrastrada en presencia y espiritu primero, pero luego tambien en carne, grasa, huesos y musculos, y estuviese por salir, por materializarse groseramente de algun punto del paraguas.
Una rafaga de viento y lluvia la mojo entonces de las rodillas para abajo, y el frio cosquilleo logro romper el maligno hechizo del paraguas trasparente. Entonces, Nadia salio y cerro tras de si la puerta de calle, desplegando a un tiempo el pulcro y señorial paraguas negro con mango de cuero y terminaciones de aluminio. Sintio entonces la sobriedad del mundo real, lo resbaloso de la vereda mojada y el picor de la hojarasca y la mugre que el viento arremolinado le echaba en la cara. Siguio caminando y tal vez penso que mejor hubiese sido salir con el piloto marron y no con la blusa blanca y la pollera de jean, y que definitivamente mejor con las botas de cuero altas que con las sandalias laqueadas, pero siguio caminando. De ninguna manera podia volver, y para esto habia dos razones: No era ya la misma Nadia de hace unos minutos y ademas, el paraguas de Maria Luisa.

10 mar 2012

Ringkomposicion

La mera existencia es un gran laberinto
que toma diversas formas segun el caminante
sera mucho o poco, pero hay semejanza
quien da mas vueltas, mas pronto se cansa
y el resto en sus casas mira expectante
la vida es un cuadro y yo soy quien lo pinto

8 mar 2012

Profundidad en la musica

Crear un clima, sumergirse en algo, una Weltanschaung. La oscuridad de Garcia y la Luminosidad del Flaco. Dos ejemplos de esto:

                                                       Charly - Adela en el Carroussel

       Parece el titulo de un cuento, y por ahi lo sea. La pocision casi deprimente o retorcida de Charly
       Se podria decir que la de el es una claridad oscura, si eso es posible. La profundidad esta dada
        Ya en la musica y en la asombrosa claridad de la voz de Charly. Cancion de profundidad casi
        Psicologica, de una introspeccion a lo Sartre, existencialismo y los resultados de la alienacion
         y cierta deshumanizacion... Cierto sentimiento de disolucion, de nebulosa... La obsesion en
                            las relaciones y todo un tratado de lo pernicioso del magnetismo.



     Spinetta - Despierta en la Brisa

Misticismo puro. Lo poetico y lo lejano de la musica es uno con la poesia
inaccesible del Flaco para los profanos y no iniciados. Algo asi como un aleteo
o un vuelo, un vuelo como es todo el disco. La profundidad aca esta en las alturas
toda la cancion es un planear de albatros, una altura eterea de madrugada
La profundidad del cielo azul y despejado. Tambien una sensacion de niebla
de indefinido simbolo. Un querer decir que queda, lamentablemente
eternamente a medias.

6 mar 2012

Nadia y un dia de calor(Boceto inconcluso)

No queria llover. Era sencillamente eso. La humedad oscilaba de a ratos: subia y bajaba, y uno no sabria decir si hacia frio o si hacia calor. El cielo estaba nublado y los noticieros habian dado lluvia para esa tarde. Sin embargo, lo que dicen los noticieros no es nunca algo certero, y por lo mismo no es nunca algo fiable. Nadia lo sabia y por eso se habia jugado a abrir todas las ventanas. "Total -decia- cuando te dicen tarde suele ser noche, lo mismo que cuando te dicen noche suele ser mañana, y todavia mas, mañana suele ser nunca." El viento esparcia por el aire de forma aleatoria los bloques de aire pesado y caliente, y uno podria haber sentido, si anduviese por la casa, varias temperaturas dependiendo de si estaba en el baño o en el comedor; en el dormitorio o en el balcon del primer piso, y naturalmente en la terraza. Nadia odiaba el calor, pero le gustaba la sensacion de sentirse mareada, y por eso disfrutaba con inocencia paseandose lentamente por la casa, sintiendo como un barometro los leves y sutiles cambios de presion en el aire.
La situacion era graciosa.Casi tan divertida como para atraer los suaves carcajeos que eran la risa de Nadia. No habia duda en que su risa era sonora y hermosa, pero sin embargo tenia (solo al principio, en el primer estallido inicial) un matiz salvaje o mas bien histerico. Como si al abrir una canilla uno la abriese con furia o con odio, o con desmedida (e injustificada) pasion, para luego darse cuenta del exabrupto y regular a un fluir armonioso y aceptable. Ahora que lo pienso bien, todo en Nadia era un poco como su risa, salvaje y contradictorio a la vez que suave y felino... Atercipelado, si se me permite el neologismo( ¡Pero si se permiten barbarismos tales como "Superautopista", "Hipertexto" o "Aldea Global"! ). Si, todo en ella era desconcertante y contradictorio; Perturbador y opuesto pero indudablemente hermoso al fin. Esa belleza era el primer efecto que causaba y por primero, era lo ultimo que de ella podia dudarse, y tal vez lo unico realmente cierto e innegable en ella.
Por ejemplo: el calor. Antes dije que ella lo detestaba. Esto es cierto pero a su vez no lo es. Mejor dicho, es cierto, pero a pesar de eso es falso... o, en realidad, no "a pesar de eso", sino que por eso mismo es falso. Habia en ella cierto aire dulzon, y eso lo hacia a uno sospechar si era un olor propio de lo vivo y frutal o era el dulce olor que despide lo que comienza a pudrirse. Y sin embargo, la palabra "putrefaccion" era la menos indicada para Nadia, ya que yo no he visto nunca como vi en ella, tanta vida rebosante dentro de un solo cuerpo... o al menos en ciertos momentos... Pero volvamos al calor. Ella lo odiaba, si, pero a su vez amaba odiarlo. Secretamente amaba enfocar su fuerza como un odio sobre las cosas y las personas. Esa oscura obsesion no tenia exepciones, sobre todo cuando se trataba de enfocar esa fuerza despiadadamente sobre si misma.Y aunque a veces piense que en realidad no lo amase, no puedo negar que lo necesitaba. Era una consecuencia de su naturaleza constantemente en guerra. El calor la afectaba de una manera extraña. Languidecia en los sofocantes dias de Enero y de Febrero. Sus ojos tomaban un brillo extraño y febril, y caia sobre ella una modorra y una somnolencia parecida a la que la mayoria de la gente experimenta con los narcoticos o el alcohol. En esos dias, era casi imposible convencerla de salir a caminar o incluso de levantarse de la cama o el sillon en los cuales solia extenderse y desperezarse todo el dia, como una enorme y sensual pantera. Sin embargo, habia dias en que se daba en ella algo asi como la Conflagracion Universal de la que hablaba Anaximandro. Entonces encarnaba su opuesto y se volvia energia e intrepida, llegando hasta el paroxismo de la histeria y a veces hasta la violencia. En dias asi podia correr incontables cuadras en pleno mediodia y en pleno verano; Podia estar una noche entera (noche terrible e inacabable) sin pegar un ojo, escalar una montaña sin pensarlo dos veces, montar a caballo, poner una bomba o cualquier cosa que su voluntad (entonces ferrea e incontradecible como la del mismo Atila) se propusiese. 
Esa ambiguedad, presente en muchisimos ambitos de su ser, la hacian practicamente incognosible. Pero eran estos, paradojicamente, los unicos aspectos en que uno podia llegar a conocerla. Por que habia tambien otros aspectos. Aspectos silenciosos, callados con maestria por su terrible inteligencia; Aspectos que eran guardados por su sonrisa ambigua y enigmatica; Aspectos que eran insinuados (¡Pero solo insinuados!) por sus enormes y almendrados ojos ambar. Uno podia pensar con igual validez que Nadia, detras de su enorme belleza, contenia y resguardaba una terrible totalidad, o que simplemente (pero no por eso con menos misterio y fascinacion), que simplemente reflejaba la nada.
 Cualquiera que tuviese algo de seso dentro de esa a veces inutil cavidad osea se habria fijado en ella de la misma forma en que las mariposas no pueden evitar ir hacia el fuego. Viendola cabria preguntarse cuantas mariposas ya habran sido incineradas. Lamentablemente la gente que tiene ojos es mucho mas numerosa que la que tiene sesos, por lo que seguramente llenariamos varias urnas de infelices vueltos ceniza. Y justamente ese dia hacia calor: Era un dia que hubiera sido practicamente insoportable si no fuese por las nubes, que graves y oscuras parecian prometer un cambio.
En la casa, por lo general, era bastante silenciosa. La madre de Nadia estaba ausente la mayor parte del tiempo, y el silencio era solo perturbado por las chicharras y por algunos mosquitos estoicos. Pero los dias lluviosos parecian encender en Nadia su natural indiferencia hacia lo que Platon llamaba el mundo sensible.  Aunque, estrictamente hablando, no era indiferencia sino desden, sino un intencionado descuido. Ese estado de narcolepsia y a veces de cuasisonambulismo la rodeaban de un aura de suavidad, y diria hasta de delicadeza si no fuese por que siempre estaba presente como una sombra la posibilidad de su transformacion.  Cuando el viento comenzo a soplar deliberadamente la lluvia paso de promesa a realidad. Nadia lo noto al instante al oir temblar la doble puerta corrediza hecha de vidrio que daba al jardin y aunque aparentemente fragil y descolocada, era sensible a la menor brisa. Digo aparentemente por que aun asi podia y habia soportado ya no solo vientos de tormenta, sino tambien varios empellones. A Nadia se le ocurrio esto mismo: que ella era como la puerta de vidrio que daba al jardin, y que quizas tambien ella diera a un jardin. A un jardin o a un basural o a un acantilado o tal vez a uno de esos invernaderos que tiene la gente que vive en Olivos o en Barrio los troncos. Esta ultima posibilidad le causo gracia y mientras miraba la debil llovizna, acompaño el golpeteo de la lluvia con el stacatto de su risa. Fue entonces hasta el radiograbador (¡Otro neologismo!) y puso lo unico que venia de su madre y realmente valia la pena: Un cassette de grandes exitos de Queen. Le encantaba el sonido de la guitarra de Brian May.
- ¡Clarisimo! - Exclamo a la vez que sonreia. Quedo bamboleandose unos segundos en esa pocision extraña, con los ojos cerrados y su curvo y extenso ser como un sensual girasol orientado hacia el sonido. La tormenta le propiciaba un estado fenomenico invierso al del calor sofocante. Este ultimo la dotaba de una delicadeza y dejadez tales que se volvia irresistiblemente atrayente y encantadora. Como sucede con ciertas flores con el rocio o despues de una llovizna. Su humor entonces se volvia ligero y gracioso. Solia burlarse de buen grado de su propia modorra, reconocia casi con impotencia el no poder ocuparse de nada, y entre risas se quejaba a la vez que se jactaba de esa forma de ser que, no me malinterpreten, de ninguna manera era actuada o elegida por Nadia, sino que como una medium o una Bacante, era afectada por el clima como por fuerzas extrañas. No obstante, era resistente a todo tipo de idealizacion por parte de los demas. Siempre persistia en ella un substrato incomodamente corporal. En esos dias de calor, ese substrato que residia en todo su cuerpo despedia un imperceptible campo magnetico. Campo que atraia de modo inconciente y casi imperceptible. Sin embargo, era de sospecharse que si mostraba tanta seguridad de su debilidad, era por tener, en todo momento, conciencia plena del reverso de su inagotable fuerza. Cabe agregar la obviedad de que como mujer, estaba naturalmente al tanto de su belleza, conciente o inconcientemente. Las tormentas en cambio aceleraban en Nadia su reverso de fuerza inagotable. Sin embargo varias veces me acometio la terrible duda de si ese desinteres por sus contradictorios estados era sucitado por, como ya dije, una increible fortaleza y confianza en su fuerza y su encanto, o bien era ella una Nihilista hasta el fondo, desentendida en ultima instancia de los valores, y por eso libre y desligada de ellos: una criminal ontologica. Ambos aspectos son siempre polos enormes en una persona. La estrella y el agujero negro se parecen mas de lo que se diferencian.
Ya habian pasado algunas canciones cuando se decidio a vestirse. Una blusa blanca con hombreras boladas y una minifalda de jean gastada y sin bolsillos (probablemente de la madre), y unas sandalias de cuero laqeuadas de color blanco. El pelo, que suelo llegaba casi hasta la cintura, se hallaba, como siempre, eternamente recogido. Quedaban siempre sueltos varios carrillos de ensortijados mechones de un rojo oscuro. Pese al largo, no era tan abundante. Eternamente ondulado, oscilaba entre el castaño (un castaño parecido al del quebracho colorado) y un dorado oscuro o quizas un rojizo anaranjado, tambien oscuro. Este detalle dependia en gran parte de la luz y de varios factores mas, como el largo de donde se mirara y hasta la epoca del año. Una particularidad de la silueta de Nadia es que se la solia recordar mas alta de lo que en realidad era. Esto era quizas por eso de "Ser Descendiente de Ucranianos" (Aunque en realidad eran tal vez Bulgaros los ascendentes), por que la gente tiene ya sus arquetipos establecidos. El cine ayuda constantemente a reforzar esta verdad: Las ucranianas (Y las rusas y las Danesas y en general toda Nordica) deben por fuerza ser altas y frias. Dos condiciones que en rigor Nadia no cumplia. Digo en rigor por que un metro setenta y ocho no podia ser considerada una altura "Nordica", y unos ojos y una boca como eran los ojos y la boca de Nadia, dificilmente se catalogarian de "Frios". Y no es que este hablando de pura estetica, sino de la funcion y la potencialidad de tales atributos. Mas alla de estos, el resto de su cuerpo encarnaba la mesura clasica, siendo lo unico destacable la sedosa sensualidad que a veces adquirian sus movimientos, contrastable en sumo grado con los violentos estallidos con que reaccionaba en sus dias opuestos. Dias opuestos que eran potenciados y generados por varios fenomenos fisicos y espirituales en los que se encontraba, entre otra cosa, las tormentas.