23 nov 2012

Simultaneo Colectivo

Hay un sueño colectivo en el que vivimos. Es un entramado de lugares, rutinas, relaciones, melodias. Se esta constantemente entrando y saliendo de el. Y hay en todo momento como una nocion del sueño, como una necesidad del sueño, y somos bastante inconcientes del hecho de que todos los caminos conducen a el. Un sueño que ponemos en palabras y en cuadros, y algunas veces en acciones, y que desgraciadamente en la gran mayoria de los casos tomamos como un sueño propio. Pero, mas alla de los veriscuetos y los laberintos, los puntos de ventilacion son claves, y por enormes puertas dobles de cedro o por disimulados ductos de ventilacion, se conecta la habitacion de cada uno, y hay como un aire circulando, como un castillo en el aire del que nos la pasamos entrando y saliendo, con muchos cafes y charlas que solo son puertas de entrada.
Hay muchas vias de acceso, y sospecho que accedemos incluso involuntariamente, que a veces andamos cada uno recorriendo pasillos y galerias y que la vaga sensacion de que en otros pasillos y otras galerias estan el resto de ustedes, por que no puede ser que hermeticamente cerrado y que completa subjetividad, sino mas bien que commonground y que inconciente colectivo.
Por eso, quedarme tranquilo cuando inquietudes teleologicas y falta de razones solares y tranquilizadoras para estar con ustedes haciendo esto o aquello, porque entonces se que el sueño colectivo y que el castillo, y tambien entonces se me ocurre que la eternidad tiene todas las cosas juntas, y que plaza once con las monjas gritando no fue el principio, ni rosal en Uriarte una parte media, ni una muerte impensada el final, sino que todas esas cosas juntas, y antes y despues se saben justamente antes y despues. Porque, seamos sinceros, yo no puedo recordar en que momento empezo el castillo en el aire, la vaga asociacion de que por encima del techo de mi casa, del viajar en colectivo y del cobrar a fin de mes, toda esa realidad tan de fibra de vidrio, habia toda una asociacion que se podia vislumbrar, por ejemplo, escuchando Seru Giran o en la calurosa tristeza infinita de una infancia de domingos de verano. Pero seguramente eso fue anterior al centro y a las inmensas catedrales de la razon pura, a todos los chusmerios, que no son sino una manera mas de entrar en el sueño colectivo.
Otra manera son, por ejemplo, las ausencias. La otredad. Para mi son los inmensos espacios de espacio-tiempo en donde la otredad. Por ejemplo, Celeste en sus horas de trabajo, una oficina y el escuchar los ruidos a 20 metros en un departamentito hecho oficina en pleno tribunales, el sol tan distinto de aqui (donde no hay sol, pues el bunker de soporte es mas como un granero industrial), y tambien el mundo-jora, aun mas lejano y con extrañas variaciones de espacio tiempo (doble variacion si se la suma a esta), en ambos casos la tentacion de comenzar a inventar fines, causas y efectos, posibles acciones, con tal de llenar a satisfaccion de la imaginacion los espacios oscuros, solo para darse cuenta de que hay una otra cosa indeducible tanto en el mundo-celeste como en el mundo-jora, y que eso es la otredad, y que esa otredad es naturalmente tambien en el mundo-yo, tanto para mi como para los reinos extranjeros, y que justamente todas esas otredades son escaleras para acceder a lo desconocido que no obstante estamos habitando y deshabitando constantemente, pero que deliberadamente buscamos habitar cuando juntos.

1 comentario:

Jora dijo...

Un individualismo pretendiendo socialismo...

Esa otredad de gracia a la realidad, siempre y cuando uno haya descubierto que hay otredades que valen positivamente el ser exploradas!