Bueno, al fin. Estoy completamente solo. Llego ese momento del dia en que estoy completamente solo. No obstante, esto no quiere decir que no tenga gente cerca. Tengo gente muy cerca, a unos metros. Y tambien esta la television, que se dice, acompaña. No. En realidad lo que quiero decir es que llegado un momento del dia, no tengo conexion con nadie, con nada mas. Entonces estoy solo. Creo que este curioso fenomeno se da de la siguiente manera: Mi capacidad de prestar atencion al mundo exterior, de percibir lo percibido, siempre ha sido inferior y posterior a mi capacidad de seguir conciente. Por lo que, al declinar aquella, solo queda esta ultima, y yo puedo entonces liberarme de Ta Legomena.
Ta Legomena es tan amplia y tan variada. ¡Y tan ruidosa!. A veces no la soporto para nada. Imaginense ustedes, levantarse apenas y ya encontrarse con el rostro ansioso de una persona. Ya con el desayuno tengo que oir su eterna cantaleta, su desfile de exclamaciones repetitivas, desesperadamente repetitivas. La pobre no sospecha ni en sus mas reconditas partes el odio que le profeso en secreto a veces, y otras veces no tanto. Odio y desprecio, si. Y tambien intolerancia. Ha habido dias en que he preferido no levantarme de la cama para no verla ahi, al borde, acechando, ansiosa y contenida, avida por vomitar un torbellino de colores, noticias, juicios y opiniones acerca de todo y de todos.
Debo soportar este martirio desde que comienza el dia y hasta su final. Generalmente se intensifica en las horas pico, y tambien los viernes y los miercoles, y suele decrecer, como el Sol, a la tarde, perdiendo mas fuerza durante la noche (de hecho, ese vientito que comienza a soplar a las ocho de la noche marca ya su indeclinable derrota hasta el dia siguiente), y llegada casi la medianoche, al fin su presencia me abandona o tal vez yo la abandone a ella(el temita de mis facultades) y entonces puedo existir con Eco. El Eco es opuesto a Ta Legomena. Cuando ella es, el se retira; Y si el aparece, ella ya no esta. Ciclicos como el sol y la luna, son los atros que no gravitan en mi casi infinito universo interno.
Ta Legomena, es inconmensurablemente estupida, como un ganso colorido, rimbonbante e histrionica hasta lo sobrehumano. Su voz es la mas desarmonica de las polifonias, aguda y grave a la vez que fingida o descolocada, pasa de la risa al llanto en cuestion de segundos. Un mismo dia es comediante, facista, Republicana, campesina ignorante, defensora de los lacteobacilus, moralista, experta en todo lo que uno se puede imaginar, Dentista, Persona feliz y exitosa que usa traje, Drogadicta, Montonera, Cortesana, y muchisimas cosas mas. Eso si, su voz nunca suena clara y pese a años de frecuentarla, pocas veces he hallado coherencia o hilvanacion logica en sus "discursos". Creanme ustedes que las comillas jamas han estado mejor puestas.
Los libros y la musica (El Arte en general) son un amuleto infalible en la mayoria de los casos. No seran Eco, pero son Armonia e Intelecto, rutas y puentes cercanos al Eco. Hay tambien algunas cosas animadas (en el sentido griego de la palabra animadas), es decir, personas, que son, tanto como yo, sus mortales enemigos, sus detractores y por lo tanto, amigos y benefactores mios. Creo que ellos tambien saben del Eco. El Eco, lamentablemente, esta pasando a ser un mito, al igual que Ta Legomena. Esto es una parabola y ya descubriran ustedes que es cuestion no solo de matar los valores de una dicotomia, sino de destruir tambien los lugares que estos valores ocupan, para que no se los rellene. En este caso, un valor quiere ser destruido, y ambos lugares seran rellenados, inyectados, hasta el hartazgo, las 24 horas del dia, sin descanso ni piedad, por las cosas que se dicen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario