18 feb 2014

Reflexionando sobre la educacion y la cultura

Usualmente solemos escuchar, tanto en conversaciones del dia a dia como tambien en los medios de comunicacion, tanto la palabra cultura como la palabra educacion. ¿cuantas veces escuchamos hablar del "problema de la educacion" o del "problema de la cultura". Ahora, ¿que quieren decir estas expresiones y que hay de falso y que de cierto en ellas?. Y sobre todo: ¿que entendemos por Cultura? Dado que estamos todos (todos los que estudiamos) ya en epocas de rendir algun parcial o de comenzar nuevamente las cursadas, es bueno, siempre en el comienzo o recomienzo de todo ciclo, reflexionar un poco acerca de la naturaleza de lo emprendido, en este caso la eduacion o el acceso a la cultura. 
La palabra Cultura, de base latina, posee una amplia rama de significados: habitar, cultivar, proteger, honrar con adoración. Eventualmente, algunos de estos significados se separaron, aunque sobreponiéndose ocasionalmente enlos sustantivos derivados. Así, 'habitar' se convirtió en colonus, L. de colonia. 'Honrar con adoración' sedesarrolló en cultus, L. de culto. Cultura tomó el significado principal de cultivo o tendencia a(cultivarse), aunque con el significado subsidiario medieval de honor y adoración. Pero en definitiva, el significado primario fue labranza: la tendencia al crecimiento natural. 
Encontramos entonces que cultura tiene que ver con propulsar un crecimiento natural del ser humano, tanto en su aspecto espiritual como tambien en su aspecto fisico, tanto teorica como practicamente. Educar es entonces, cultivar, en el sentido de que podamos trazar un paralelo con la agricultura o con la crianza. 
Volviendo entonces a las preguntas remarcadas en el inicio, vemos que el problema de la cultura puede estar o bien en los medios utilizados o bien en el fin perseguido, y dado que somos hombres los que nos educamos y educamos, el fin perseguido no puede ser otro que "el hombre cultivado" o, hablando con mas precision, que cierto tipo de hombre cultivado o "culto". Si cultura es labranza, y cultivar, culturizar o educar es labrar, entonces estamos hablando de un proceso que se orienta hacia un producto o resultado. Como ya vimos, ese resultado es cierta imagen del hombre, cierto ideal de tipo humano. 

En "Schopenhauer como Educador" (tercera Intempestiva), Nietzsche realiza un agudo y hasta malicioso análisis de la cultura de su tiempo, asi como tambien de la figura del educador y, dentro de esta, puntualmente la del filosofo. Mas alla de los 130 años y de los miles de kilometros que nos separan del contexto historico en el que Nietzsche redacto su escrito, es interesante y hasta impactante la actualidad (o lo intempestivo de) de las criticas Nietzschiana, tanto a los valores culturales y al tipo de hombre culto, como a los metodos y procesos propiamente pedagogicos.

En el apartado seis de este libro, Nietzsche desenmascara la cultura moderna como un caos carente de unidad y sentido, fragmentada miserablemente en un exterior y un interior, entre un contenido y una forma separados y hasta en flagrante contradiccion. Esta fragmentacion es expuesta y analizada en cuatro vertientes:  Cultura Lucrativa, Cultura Oficial, Cultura Decorativa y Cultura Erudita o Cientifica. Estas cuatro vertientes, que bien pueden no ser las unicas, son para el pensador Aleman las principales fuerzas de lo que luego se ha llamado la tragedia de la cultura moderna. Cada una de las vertientes es una fuerza que sirve para propulsar el desarrollo de la llamada "cultura". Claro esta que, cada una de estas fuerzas es impulsada por cierto sector, que tiene sus propios intereses, sus propios metodos educativos y,  mas importante aun, su propia imagen de hombre, la cual pretende imponer como "la imagen en si", como "la cultura en si". Todas y cada una de estas fuerzas actuan constantemente y en conjuncion, y todas son (para Nietzsche) obstaculos en la enorme tarea de forjar una verdadera cultura, en el sentido original del termino.

Una cultura que abandonaba la persecucion del progreso en y para el individuo, que ya no buscaba la salud del estado en la salud de sus individuos o en la salud al menos de una clase gobernante, que ya no busca siquiera una virtud Aristotelica, sino que persigue ideales abstractos e impersonales, y educa a los hombres para esto, es una cultura en decadencia y en desintegracion, es la degradacion de la cultura en saber especializado, la destruccion de una autentica Cosmovision en las infinitas sendas del individualismo egoista y nihilista. Es, en fin, el comienzo de la deshumanizacion, pues ya el ideal de "Humanidad", de "Hombre", comienza a estar demasiado alejado del verdadero hombre, del hombre individual y vivo, del unico capaz de una cultura fecunda.

 En efecto, la Europa Postnietzschiana no tardo en atender el diagnostico del Medico Nietzsche, para sumirse de modo casi profetico en los infiernos de lo mecanico y lo impersonal, en la voragine de la tecnocracia, de las instituciones frias y deshumanizadas, de los aparatos burocraticos esteriles y pesadillescos (no nos olvidemos de Kafka, ese escritor checo que es mas bien un escritor universal, cronista de los problemas de nuestra epoca, como bien pensaba Borges), de las convenciones petreas y de las verdades "aureas", cientificas, politicas y religiosas,  todas en ultima instancia irreconciliables con lo cambiante de la vida humana; en la lucha entre lo individual subjetivo y las grandes objetivaciones (estado, iglesia, progreso, sistema) dotadas de una logica propia, feroz e implacable. Ese mundo que ya Nietzsche denunciaba como el de la atomizacion, como el mundo del cultifilisteo, del hombre demasiado universal, del cosmopolita de cultura general, de la razon meramente calculistica y del nihilismo. 

De estas cuatro Vertientes, elegi solamente dos, que son a mi parecer las mas patentes en la cultura y educación argentina actuales. Estas son la llamada cultura lucrativa, y tambien la cultura Oficial. 

De la cultura lucrativa, leemos:

"juega aqui, en primer lugar, un papel relevante, el egoismo de los acomodados, de los que tienen un alto poder aquisitovo, que precisan de la cultura y que, por gratitud, vienen en su ayuda pero, eso si, queriendo a la vez prescribirle objetivos y limites. Enlaza con este lado del asunto ese conocido dicho y razonamiento que propugna, mas o menos, lo siguiente: tanto conocimiento y cultura como se pueda; en consecuencia, el nivel mas alto de necesidades y apetencias; por lo tanto, tanta produccion como pueda alcanzarse; de donde se sigue que entonces maxima ganancia y maxima felicidad a la que quepa aspirar. He aqui la seductora formula. Sus adeptos definirian la cultura como la capacidad de poner totalmente al dia las necesidad es y su satisfaccion, haciendose a la vez con los medios  necesarios para ganar la mayor cantidad de dinero posible. Formar el mayor numero de hombres corrientes, en el sentido que se dice que una monera es dinero corriente, ese seria el objetivo. Y un pueblo sera, a tener de esta concepcion, tanto mas feliz cuantos mas hombres corrientes de este tipo posea. La finalidad de las instituciones educativas modernas tendra, en consecuencia y de acuerdo con ello, que ser la de convertira cada cual, segun su naturaleza lo permita, en corriente; la de formar, en fin, aca cual de modo que pueda obtener de su propio grado de conocimiento y saber la mayor cantidad posible  de felicidad y de provecho. Con la ayuda de una formacion general de este tipo cada individuo debera estar en condiciones  de tasarse a si mismo del modo mas exacto para saber que es lo que le ha de exigir a la vida
Y, finalmente, se afirmara la existencia de un vinculo natural y necesario entre <inteligencia y propiedad>, entre <riqueza y cultura>, un vinculo incluso presentado como una necesidad moral. Toda cultura que nos aisle, que nos ponga fines mas alla del dinero y de la adquisicion de propiedades, que nos cueste mucho tiempo, pasa a ser asi odiada, siendo denigradas estas formas mas serias de formacion cultural con calificativos como "egoismo refinado" o "epicureismo cultural inmoral". Va de suyo que la moralidad vigente a este respecto enaltece precisamente lo contrario, esto es, una formacion rapida, capaz de convertirle a uno en un ser que gana dinero. Y, en cualquier caso, una formacion basica como para convertirle a uno en un ser capaz de ganar grandes sumas. Al humano no se le permite mas cultura  que la necesaria para la adquisicion y la participacion en el comercio y trafico general del mundo." (Schopenhauer como educador, 6)

En efecto, cultura lucractiva es toda cultura que este regida por valores y metodos que en ultima instancia responden a los intereses economicos y hedonisticos de estos "acomodados". Es innegable, sobre todo en las ultimas decadas, la creciente presión e influencia de los sectores economicos empresariales e industriales, en su mayoria de capitales privados, por hacerse con las tablas de valores de la cultura. Empresas como Ford, Microsoft y Mc Donalds avanzan dia a dia sobre las escuelas, llegando a los casos en que las escuelas tecnicas forman sencillamente empleados. Una educacion destinada a la formacion de meros empleados dista años luz de una verdadera cultura, pues toda formacion "funcional" de una persona debe realizarse, necesariamente, contra - natura. La tranasformacion de una personalidad en una funcion no puede llevarse acabo sin producir una tragica poda en las capacidades culturales del "educado", reduciendo tanto la amplitud de sus miras culturales y sociales como su capacidad para desenvolverse en cuanto individuo unico que es. Hoy en dia, nuestra cultura es tristemente cultura lucrativa en su gran mayoria. La fragmentacion del individuo o, mejor dicho, su disolucion en la o las funciones en que obligatoriamente debe desempeñarse para su supervivencia, es el resultado de considerar cultura a estas formaciones especificas y externas, que nada tienen que ver con nuestro desarrollo personal e individual. Si bien es ilusorio pretender que este tipo de formacion especifica desaparezca por completo en nuestros dias ( tan tristemente dependemos de ella para nuestra supervivencia ) es necesario no permitirle elevarse en el ideal de la cultura, es decir, no permitirle ocupar la totalidad de nuestro desarrollo espiritual. Es menester tener siempre en cuenta, ademas de las obligaciones externas que podamos o no contraer, la innata y natural obligacion para con nosotros mismos en cuanto seres unicos y mortales. La cultura no es otra cosa que la conciencia sobre esta responsabilidad intima y pèrsonal. Conciencia a la que debemos llegar por una instrospeccion propia, que nada tiene ni puede tener que ver con los programas y objetivos de la cultura lucrativa, siempre al servicio de los intereses ajenos.

En la cultura que no adolece de aquel mal corporativo, encontramos ya otro parasito, una fuerza de desarrollo que Nietzsche llamo "Cultura Oficial", y que como lo dice su nombre, es la cultura propiamente estatal. Este direccionamiento de la cultura, tan antinatural como el lucrativo, ha crecido en nuestro pais en los ultimos diez años, y ha estado muy ligado a la militancia de centro izquierda del Kirchnerismo. Como vimos anteriormente, la elevacion de toda politiqueria (que siempre responde a unos intereses demasiado tangibles, demasiado poco ideologicos) a la categoria de Ideal, de Cultura en el sentido ultimo de la palabra, es identico a rebajar la calidad de Hombre a la de miembro de un partido politico o de un dogma cualquiera. En esta ceguera hay tambien una aquerosa falta de compromiso para con nuestra propia individualidad y para con nuestro derecho a desarrollarla. Del mismo modo que con la Cultura Lucrativa, debemos cuidarnos de no confundir los dogmas politicos y los acontecimientos exitistas de cualquier epoca con la cultura propiamente dicha.
 Es curioso mencionar que, pese a que la cultura lucrativa ha estado presente en nuestras escuelas desde hace al menos medio siglo, el aumento de la cultura oficial ha sucitado un malestar y una sana preocupacion en gran parte de la poblacion. Poblacion que, no obstante, parece seguir sin advertir el mal de la cultura lucrativa, y sin ver que para una verdadera cultura, tanto una como la otra son igualmente perjudiciales. Acerca de la cultura oficial, seleccione, por gusto personal, el siguiente pasaje, que hace referencia al Catedratico de Filosofia, pero que bien puede aplicarse a cualquier investigador que este sustentado por organismos estatales, y que denota la siempre perniciosa influencia que tiene el estado cuando intenta introducirse en la educacion:

"El estado escoge, en primer lugar, sus servidores filosoficos y, desde luego, tantas cuantos precisa para sus establecimientos. Gace, por tanto, como si fuera capaz de distinguir entre buenos y malos filosofos, o lo aparente, u no solo eso, sino que da por supuesto que de los buenos tiene que hacver numero suficiente como para poder proveer con ellos todas sus catedras. No solo en lo que hace, pues, a la calidad, sino tambien a la cantidad necesario de los buenos, es hoy la autoridad. Obliga, en segundo lugar, a los que ha ecogido a permanecer en un lugar determinado, entre unas personas determinadas y entregados a una determinada actividad; tienen que enseñar a los jovenes academicos que asi lo deseen, y ademas diariamente, en horas fijas.
Pregunta: ¿puede un filosofo en conciencia obligarse a tener todos los dias algo que enseñar? ¿y a enseñarlo ante cuantos quieran oirle? ¿no se vera obligado a fingirt que sabe mas de lo que en realidad sabe? ¿no se vera forzado a hablar ante un publico desconocido de cosas sobre las que unicamente con sus mas intimos amigos pidria hablar sin peligro? Y sobre todo: ¿no se privara de la libertad magnifica de su genio, cuando este le llama, y adonde le llame, obligandose a hablar en publico a una hora determinada, sobre asuntos previamente determinados? ¡y todo esto ante jovenes! ¿acaso no esta mutilado de entrada, por asi decirlo, un pensamiento de este tipo? ¿que ocurriria si un dia sintiera que no le es posible pensar, que no se le ocurre nada inteligente y tuviera, sin embargo, que ponerse frente a su publico y hacer como si pensara?
Pero, se me dira, no tiene porque ser un pensador, basta con que reflexione y exponga, con que sea, sobre todo, un erudito conocedor de todos los pensadores del pasado, sobre los que siempre tendra algo que decir que sus discipulos ignoran. Pues bien, esta es precisamente la tercera consesion, altamente peligrosa, que la filosofia hace al estado al obligarse, frente a el, a irrumpir ante todo un fundamentalmente como erudicion. Como conocimiento, sobre todo, de la historia de la filosofia, en tanto que para el genio que , similar en ello al poeta, mira las cosas puramente y con amor y nunca alcanza a reposar enteramente en ellas, el husmeo en innumerables opiniones, extrañas y erradas es, digamoslo asi, el mas opuesto e inadecuado negocio. La historia erudita del pasado jamas ha sido el negocio de un verdadero filosofo, ni en India ni en Grecia. Y un catedratico de Filosofia que se dedica a tales menesteres tendra que oirse, en el mejor de los casos, que es , si, un competente erudito, un especialista en la antiguedad, un buen conocedor del lenguaje, pero nunca un filosofo" (...)
"En las universidades solo se enseña la critica de las palabras con otras palabras, nunca la unica critica de una filosofia que es posible y que prueba algo, a saber, si se puede vivir de acuerdo con ella." (Schopenhauer como educador, 6)

De lo leido concluimos que toda constriccion del estado por direccionar el libre pensamiento y la libre investigacion son contraproducentes al nacimiento del genio y de la verdadera cultura, que no es otra cosa que el desarrollo de las capacidades del ser humano, no en cuanto consumidor, obrero o miembro de un partido politico, sino en cuanto individuo unico e irrepetible. La cultura enferma cuando, invirtiendo el famoso dicho, deja de ver el arbol para pasar a ver solamente el bosque. Los metodos pedagogicos actuales, que todos podemos comprobar y recordar, dado que hemos pasado y aun estamos pasando por alguna institucion educativa, distan diametralmente de la nocion de "cultivo" y "labranza", y se orientan, salvo felices exepciones (que casi siempre radican en la naturaleza del educador, y casi nunca en la creatividad del sistema educativo o de la institucion) tanto a tristes "culturas generales", destinadas a formar "ciudadanos", "patriotas", "hombres de estado" o "seres del siglo XXI", o bien hacia especializaciones rudamente tecnicas, castradoras de todo desarrollo natural a la vez que productoras de la mas firme ignorancia en ambitos mucho mas vitales, verdaderamente culturales. Esta especializacion tecnica responde tanto a necesidades de la llamada cultura lucrativa (division del trabajo, necesidad de empleados especificos como asi tambien de consumidores) como a las de la cultura oficial (necesidad de tecnicos hidraulicos para tal lugar, necesidad de expertos en soja, necesidad de esto o lo otro para el bien del estado).

Los problemas propios de los metodos de educar se derivan integramente de un problema superior: El fin que quiere alcanzar la cultura misma, que por eso no es cultura en absoluto. Este fin debe ser siempre el arbol maduro, crecido en abundante agua, viento y sol. La educacion no deberia ser distinta de un facilitamiento de los nutrientes necesarios para que cada uno de nosotros alcance su propìo norte. Parte de toda educacion deberia ser, en primer lugar, establecer medidas para proteger al individuo en formacion de todo tipo de abusos por parte de cualquier fuerza que quiera esclavizarlo, captandolo para su propio beneficio.
Solo cuando la cultura persiga otro fin, a saber, el del hombre verdaderamente ilustrado, no al servicio de los ricos, de una iglesia o de un estado, sino al servicio del genio mismo, de la elevacion del pensamiento y de la accion, es que podremos hablar de una cultura en el sentido de la palabra; De una cultura sana, esto es, de una eduacion destinada a labrar el hombre, destinada a cultivar naturalmente lo que sea que halla en su semilla, y no de forzar y de malograr el arbol por querer trazarle una direccion que obedezca a fines externos al sujeto, frios, secos, impersonales.

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