Te veo caminar por las calles
la cabeza mirando al frente
en los ojos un fuego frio
llevas la vida y la muerte
en una valija
Te veo llegando al banco
todo ya esta en llamas
el pasado y el futuro
todo la ya estallo, estallara
solo que no lo sabe
Te veo entrar al hall
donde buitres y dragones
preparan el festín que viene
cocinan y sazonan
el cuerpo y el alma de millones
millones que irán al trabajo
del trabajo a su casa
de su casa al trabajo
y de ahí a una caja de madera,
y luego nada
luego eternamente nada.
pero aun no lo saben.
Te sentas en un banco
en la sala de espera
del gran hall de Citibank
apoyas la valija en el suelo
y el tiempo comienza a correr
Para completar la pantomima
tenes que quedarte un rato
al menos un minuto
no podes salir disparado
si lo haces, se darían cuenta
y alguien podría decirte
"señor espere, se olvida su portafolio"
asi que te quedas sentado
y empujas con el taco, con el talón del zapato
la valija bien adentro, bien abajo del asiento
¿quien osaría, quien podría imaginar
que luminosas u oscuras premoniciones
pasaron en ese minuto
por el fuego de tu cabeza?
Ese minuto fue la eternidad
Ese minuto fue toda una vida
una vida completa y cerrada
una vida y también una muerte
Luego, un minuto o mil años después
te habrás levantado y habrás salido
como un autómata, con una mano en el ala
del sombrero, con paso displicente
por la puerta de Bartolome Mitre
Y mientras caminabas
una dos o tres cuadras después
justo cuando te distrajo un niño
una flor una paloma el ruido del viento
o la imagen de tu amada América
fue que escuchaste el terrible
(terrible pero justiciero)
sonido de la explosión
que demolía paredes
vidas billetes intereses
pronto comenzarían
a sonar las sirenas
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