6 feb 2020

La Casacarcel

Soñe que estaba encerrado en una carcel. La carcel era una casa muy parecida a la mia. No tenia rejas, ni muros altos con alambre de puas. Era una casa, una casa comun y corriente. Deberia haber podido salir caminando por la puerta, pero lo cierto es que no podia. Algo lo impedia. Ese algo que lo impedia tenia que ver con el curioso parecido que la casa tenia con mi casa actual. Bueno, no con la actual. Con mi casa de la infancia, quiero decir.
Mi casa de la infancia fue practicamente mi unica casa durante toda mi vida. Me mude hace ya casi siete años pero todavia sigo diciendo "mi casa" cuando voy de visitas a ver a mi viejo o a mi vieja o a mi abuela. "Mi casa", como si aun continuara viviendo alli. Supongo que de alguna manera sigo viviendo. A lo mejor por eso la carcel. Pero no quiero ponerme excesivamente psicoanalítico.
Esa es otra: Mi viejo. Siempre pienso en el cuando voy para "mi casa". Como si fuera a verlo pese a que ya esta muerto y enterrado. Pienso "muerto y enterrado" cuando la realidad es que lo cremamos. Creo que mi cerebro esta lleno de topicos. Es lo que me gano por leer tantos libros. Topicos, frases hechas, sueños absurdos.
Habia algo siniestro en el parecido. Pienso ahora en "mi casa" que no es mi casa (mi verdadera casa, en donde vivo, es otra, completamente diferente, pero no viene al caso describirla) y pienso tambien en la casa del sueño y me doy cuenta de que no puedo recordar bien la casa del sueño y de que en realidad solo recuerdo aquella sensacion de parecido, de gemelo malvado, de clon deforme, que me asaltaba en mi sueño carcelario. En el sueño no decia "es una casa", decia "es una carcel" y decia "estoy preso".
Nunca podria salir de esa casa. ¿por que no? No lo se. Tal vez era que no encontraria la manera de hacerlo, como si fuese un laberinto o algo asi. Lo mas importante era la sensacion de lata de sardinas. Tenia la impresion, casi pulmonar, de que la casa estaba hermeticamente cerrada. Una ostra adentro de otra ostra. Una prision doble. Algo asi como estar atrapado en el patio interno de un castillo. Abierto y con vista al cielo pero tan preso como el que esta encadenado en la mazmorra. Una prision abierta, un laberinto como el que Borges narra en "Los dos reyes".
Hoy, durante todo el dia, no me abandono la impresion de seguir preso en aquella casa. La sensacion se mantuvo constante y sin interrupciones, como si una parte mia hubiera quedado presa en la casacarcel. Una sensacion vaga, como de haber perdido algo irrecuperable: una cadenita que se cae a un precipicio desde un puente. Se cae, la vemos caer, quizas escuchamos el pequeño plop! que hace al entrar en el agua, y entonces sentimos ese apreton en la boca del estomago y nos quedamos mirando como si de alguna manera el tiempo pudiera correr en reversa y la cadenita regresar a nuestro cuello. Pero no. Sigo haciendo mis cosas mientras en algun lugar una parte mia sigue recorriendo la casacarcel, buscando una forma de salir.

1 comentario:

Jora dijo...

Qué loco, escribiste esto en Febrero, juraría sino que estaba inspirado en la cuarentena...

Esa sensación de pérdida, o de "una situación equivocada", como si no fuese real, como si pudiésemos despertar o retroceder como en una película. Me ha pasado.