Escucho los truenos en la lejania y pienso que voy a morirme muy pronto.
Muy pronto es ahora. Es la semana que viene. En unos años. En cinco decadas.
Cualquier tiempo es muy pronto cuando se trata de morirse.
A la hora de vivir, nunca nada es suficiente. Siempre me faltara leer el libro ,escuchar la cancion, besar a alguien, volver a recorrer una calle, dormir cinco minutos mas, solo cinco minutos mas, solo cinco minutos mas.
El tiempo es solo duracion, percepcion de momentos. No puedo percibir lo que ya paso.
No percibo tampoco lo que pasara.
Lo que paso y lo que pasara no existe.
Solo existe el ahora, el instante. Pero el instante, como lo penso Borges, San Agustin, Bresson: el instante tampoco existe, el instante es lo que ya paso.
Vivo un segundo en el pasado, persiguiendo el instante. El instante la eterna Zanahoria. El instante la uva que no quiere la zorra. ¿cuando truenan los truenos si no truenan ahora? Ni siquiera tengo los truenos que son pasado cuando los escucho.
Siempre estoy un segundo antes de morirme. Tanto asi que quizas ya este muerto pero aun mi conciencia, siempre atrasada, se percibe viva. Supongo. No se. La condensacion de un millon de años o de treinta segundos, en ese instante que finalmente nos alcanza al final, valen exactamente lo mismo.
De nada sirve consolarse pensando que quedan muchas vueltas en la calesita.
Siempre querremos una vuelta mas: tanto ahora como dentro de un billon de años.
Me parare en los estribos del caballo mas alto, ubicado en la parte exterior, y estirare mi cuerpo cuan largo es, mi torso, mis hombros, mi brazo derecho, que es el mas habil, e intentare en el preciso momento en que mis ojos se encuentran con el calesitero, atrapar la sortija, sacarla del garrote precambrico en donde se encuentra clavada la sortija milagrosa que me habilita a una vuelta mas.
Cuando el calesitero - en un universo contingente todo lo que puede pasar efectivamente pasara - con un habil giro de la muñeca me haga pasar de largo, vere en su cara una expresion entre burlona y compadecida (no puede regalarme vueltas indefinidamente, el pobre hombre tiene que comer y las sonrisas de los niños no le sirven para alimentar a sus propios hijos) y sentire sin dudas la misma decepcion que cuando, algun dia, intente los mecanismos basicos de respirar, de pensar, de tragar, y horriblemente algo falle de forma definitiva, saltara algun resorte o se quemara algun fusible y la montaña rusa que soy disparara los carritos de mi conciencia a la mismisima mierda.
Asombro, decepcion pero tambien un poco de alegria. Siempre es lindo tener razon.
Mientras tanto habra que divertise mientras se mueva el carromato y suene la musica.
¿que mas?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario