Amor por adecuacion

Es la forma natural en que todo se da. Un milagro en el que tenemos participacion como tambien un misterio en el que no la tenemos. Algo asi como las placas tectonicas encajando con perfeccion a traves de los siglos, fenomeno del todo incomprensible para nosotros, por lo cual cabria ver una voluntad en las masas de piedra, pues, ¿como se unirian con tal maestria sino? No obstante, por mas que nuestro instinto nos lleve a considerar poner voluntad en las piedras y ponerle Gaia o Cristo a esa voluntad, es muy posible que simplemente encajen entre si por pura adecuaccion. Imaginenesen, esas dos piedras rodando por el mundo en un tiempo eterno. En la eternidad todas las cosas ocurren innumerables veces en el mejor de los casos. Pero en el peor de los casos, debe de ocurrir toda cosa al menos una vez. Por eso el que las piedras hallan chocado no nos asombra. Nos asombraria de hecho que no lo hagan jamas en un tiempo infinito.
Pero como nosotros ni somos piedras ni poseemos un tiempo infinito, nos asombra todo lo que parece tallado a mano por una voluntad celestial, todo lo que demoniacamente parece "el uno para el otro" nos asombra y nos maravilla. Somos un fosforo encendido, un segundo de conciencia en una eternidad, una chispa entre dos vacios. Fuera de nuestra imaginacion, por fuera de nosotros, nada debe de tener sentido. Por eso, que en el segundo de existencia, de sueños, de proyectos, dos de estos fosforitos sean o parescan hechos el uno para el otro y que, en un mundo si bien no eterno pero si enorme, y en un tiempo minusculo, tan pequeño que apenas nos alcanza para saber quienes somos (razon por la cual creo que el amor tiene mucho de adecuacion de dos seres inconcientes y profundos que se ve como una relacion de dos conciencias aparentemente definidas e individuales) se encuentren de golpe y sus actos y sus gestos parescan tan angelicalmente ingenuos y tan perfectos que sospechariamos ensayos previos, a nosotros... naturalmente que el amor nos parece entonces un milagro. Por que, claro, no somos piedras.
Yo creo que no habria que cambiar nada. Caminamos y caminamos hasta que nos topamos de frente con la persona que en ese momento nos parece ser la hecha a medida y la destinada a nosotros desde el principio de la creacion. Que nos equivoquemos continuamente o no ya es otra cuestion. Los mortales tenemos tiempo para actuar y para sufrir. Lamentablemente no tenemos tiempo para premeditar todos nuestros actos. Que asco seria ser inmortal.
Pero, ¡Ea!, nos encanta el proceso de enamorarnos y de creer. Y, ¡Ea!, Odiamos todo el proceso inverso. ¿No?. Sin embargo, decir que nosotros nos enamoramos es tan gramaticalmente incorrecto como decir que el fuego quema. Presuponer un voluntad en el fuego para quemar es tan idiota como pensar que somos nosotros los que queremos enamorarnos de una persona o el de pensar que tenemos una voluntad para amar y que por ende amamos voluntariamente a alguien o dejamos de hacerlo.
El amor, mis queridisimos amigos, se da por adecuacion, al igual que el choque de las placas tectonicas y la conformacion de rios y continentes. Como el las lenguas: Se crean con la accion. El como y el por que acerca del amor son preguntas esteriles en el sentido de que presuponen una voluntad de eleccion que en realidad es una ficcion desde el hecho crucial de que no elegimos a quien conocer y las personas que entran en nuestra vida son un capricho del azar en el peor de los casos y un resultado de nuestras decisiones en el mejor. Pero jamas una eleccion directa.
¿para que esta explicacion tan retorcida? Bueno, por que veo dia a dia la graciosa resistencia de las personas toscas que intentan luchar contra la adecuacion. Las mismas fuerzas misteriosas e incomprensibles que nos llevaron al lado de una persona casi como un lazarillo a un ciego (Cipris, fatalidad) son las que con iguales y velados designios la van alejando. Asi como la marea en pleno mar aleja y acerca cosas.
Los celos y las limitaciones racionales que el ser humano desarolla con saña y un apestoso sentido de la pertenencia me dan ganas de usar mi inodoro. Esas cadenas conceptuales de obligaciones y "deberes" morales que se ponen sobre el otro, sobre ese ser inocente a las maquinaciones de otros seres mas nefastos y pesados, ¡Que asco y que gracia! ¡Querer detener a las furias con nuestras estupideces y nuestros controles de horarios, llamadas, firmas, mensajitos de texto, y "a que hora volves" y "con quien estas?"! ¡Como si nuestras preguntas y nuestras vueltas en la cama y nuestro patetico sentido de pertenencia fueran otra cosa que un risible intento por detener un proceso de decadencia que ya se esta desarrollando y SE DESARROLLARA CUESTE LO QUE CUESTE!
Por eso, ser. Ser y dejar ser. Y no solo eso sino tambien esto: Instar a ser, empujar a ser, a que el otro sea, acelerar tanto lo bueno como lo malo. No ser retardadores de la realidad.
Por que  tratar de ponernos vallas ante el avanze de un par de ojos que no nos dejan tranquilos desde esa primera vez que los vimos en una calle de San nicolas o en Plaza Italia es tan idiota y desagradable como tratar de sostener mediante amenazas y cadenas algo que esta ya extinto.
Si fuesemos menos conservadores y mas instintivos, mas lanzados e impulsivos y menos moralistas y posesivos, no solo toda relacion seria perfecta en cuanto montada en el irrefrenable y magico instinto del amor y la naturalidad, sino que ademas perderiamos mucho menos tiempo de nuestras vidas en ser unas mierditas celosas y manipuladoras.
¡Fin!