2 abr 2012

Ontologia de los objetos de Poder



Las tengo no para que esten, sino para que no esten. Importa mas su calidad de objetos que sus cualidades extrinsecas. La gracia no es su presencia, sino su ausencia. Sentir la ausencia de la presencia es sentir la presencia de algo que esta oculto. Y, necesariamente tienen que estar a la vista y no a la vista a la vez. Estar a la vista pero no poder ser vistas, es como estar presentes y ausentes a la vez. Asi, estando presentes estan ausentes y presentes a la vez,  y estando ausentes, presentes. ¿Ven?. Hay continuidad entonces.
Su poder reside precisamente en esa permanencia, en esa carga magnetica de mistiscismo que quiero creer se acumula con el paso del tiempo; Pues, el tiempo es mi mortal enemigo, ¿saben?.
No por nada Cronos devoraba a sus hijos. Esconderlas del dios deofago, del dios devorador, implacable, letal, desgastante, viento del desierto que erosiona la roca. Es necesario el secreto, ponerle pañales a una piedra.
Del tiempo y de los impudicos ojos y las impudicas opiniones de los demas, de los que no son mystess, de los profanos, de los no iniciados. Todo objeto sagrado debe estar fuera del alcanze de la chusma. El estar oculto es propio de lo sagrado, propio de dioses. Sabemos que El Dios esta muerto, pero, ¿murio tambien acaso la divinidad? ¿Ha quedado el trono de la divinidad vacio, o fue tambien destruido no solo el valor, sino tambien el lugar del valor mismo?. Yo he puesto una piedra oculta en el lugar de la divinidad.
Es necesario tener objetos magicos, sagrados. Ocultos, callados, secretos, velados. No se los debe mencionar en frente de otros. Son totems, objetos de poder. Su poder mismo reside en el sentimiento de Sacralidad que nosotros depositamos en esos objetos que, claro, pueden ser cualquier cosa.
Todo objeto es un simbolo. Por lo que conviene que cada objeto sea de nuestra predileccion. Esto es practicamente dificil de explicar, pues no es por su uso ni por sus ventajas, sino por su belleza o por su carga simbolica el que un objeto pueda convertirse en sagrado. Su sacralidad reside en la santidad de estar fuera del grosero manoseo fisico e intelectual de los demas. La nobleza, en este caso, no se da por procedencia sino por finalidad. La naturaleza de cada cosa, como decia el Estagirita, es su fin. Los objetos sagrados son esos que tienen fines sagrados. Y asi con todo. El sentimiento de permanencia frente al tiempo y de imperturbabilidad estoica frente a los pensamientos me da un sentimiento de pureza, y justamente la divinidad debe ser pura en este aspecto. La ilusion de vencer a la corrupcion temporal y espiritual es la que aqui se quiere obtener por esta magia extraña de vincularnos con objetos sacros y ocultos. De ahi la antropomorfismo de colocarles nombres a objetos.
Por que asi como nosotros referenciamos a los objetos, asi tambien esperamos vanamente que los objetos referencien directamente hacia nosotros, como centros de alguna energia separada de nosotros, que obtiene su poder de su naturaleza divina, naturaleza que obtiene tal facultad mientras respete las condiciones antes explicitadas. Claro esta que estas condiciones son a priori condiciones que nosotros mismos necesitamos para sentir lo sagrado. En cierto modo deseamos ser como los objetos que forjamos y sobre los cuales proyectamos, en un inteligentissimo recurso, aspectos que no podemos plasmar en nosotros mismos (como en mi caso, permanecer oculto y callado de la corrupcion) para luego ir a recuperar ese sentimiento en la posesion de dicho objeto. Asi, la energia o el poder o la magia pasa de nosotros, desdoblada, al objeto, y del objeto nuevamente a nosotros, de donde llegamos a creer en las propiedades magicas de dicho objeto, sin percibir a veces que solo es un vehiculo necesario de nuestra propia sombra, de nuestra propia energia exedente o de nuestra propia carencia, para reintegarla luego.
En mi caso particular, la energia se siente como la constante ausencia del objeto, el cual reconcentra su presencia en si mismo. Me gusta sentir el vacio.
Si, ja ja, lo se.
Pero bueno, es el ultimo residuo de mistiscismo en uno que quiere ser de los ilustrados.
No rechazo el pensamiento magico, sino que lo exorciso, en estos dias en que es imposible ejercerlo en mi mismo, en un tercero, o en dos. Y, hablando con propiedad, en dos terceras: Hikaru y Momiji.
Ellas son como dos piedras, depositarias de dos espiritus, un amanecer y un atardecer, dos valores del espiritu humano (de un espiritu humano que es el mio), valores que pasarian a ser profanos si pudiese expresarlos mas que en la ausencia de estos filos varias veces vedados. Las espadas son para la lucha, la libertad es la lucha misma, y las espadas, bien entendidas, son simbolos la libertad. Pues, mas alla del resultado, todo lo que lucha quiere ser libre en cuanto no quiere ser determinado. Y lo logra al menos en el instante mismo de la lucha. 


2 comentarios:

Jora dijo...

Me quedé con que te gusta sentir el vacío y que tus objetos tienen que estar, pero ocultos. Puede ser que esto tenga que ver con el hecho de que vivas con tu familia y por lo tanto, no tenés tu espacio. Sin embargo, es cierto que un objeto se vuelve sagrado en cuanto deja de ser ordinario, y deja de ser ordinario en cuanto deja de estar al alcance de las miradas y manos de la gente. En mi caso, mis objetos están expuestos en mi casa, pero pocos entran a mi casa…

La espada puede significar muchas cosas, para vos representa la libertad. Claro, por un lado es un símbolo de poder, pero también vos lo asocias con los ronin me parece.

Opino igual que vos con respecto a que en los objetos se proyectan aspectos de uno mismo, que luego vuelven a uno mismo al contactar con el objeto. Los fetiches de este tipo sirven para mantener la integridad psicológica. No puedo no mencionar a mi anillo trenzado de plata, que me lo pongo a veces con el fin subliminal de mantenerme en mi mismo.

Con respecto a los nombre, creo que hemos vuelto los nombres de nuestros objetos demasiado públicos… Al menos Tomodachi tiene un nombre formal del cual no suelo hablar, jajaja!

Sebastian P. dijo...

Bueno, puede ser que los nombres sean demasiado publicos, pero en si mismo no significan nada, puesto que son solo significantes, simbolo de un algo inacsesible.