15 may 2012

Cosas que pienso antes de dormir

El otro dia, no recuerdo cuando, tal vez ayer, pero tambien tal vez la otra semana, me acoste. Yo no me acuesto todos los dias, y pese a eso suelo dormir muchas mas veces de las veces que me acuesto. Acostarse es todo un arte y "el buen dormir" es todo un arte. Yo le hecho mucho la culpa a la television de que la gente de hoy en dia no pueda acostarse como es debido. Es terrible, ¿no? ¡No tienen ni la profunidad ni la honestidad para acostarse! Y, claro, despues les pedimos tranquilidad y profundidad para sopesar las cuestiones de la vigilia. Naturalmente no las pueden tener quienes no comienzan por el sano acto de acostarse, ya descambiados, en la humilde oscuridad que llena un espacio vacio. Lograr el espacio vacio es todo un arte tambien. Hacen falta, para empezar, 3 cosas: Oscuridad, silencio y un estado interior que es muy parecido a esas dos ultimas cosas. Pero, ¿donde hay oscuridad y silencio?. El Neon, la television, la internet y la falta de tiempo son enemigos naturales del buen arte de acostarse, propedeutica muy necesaria para el arte del soñar y el arte del dormir.
Me acoste y ya era tarde. Mi cuerpo tenia esa placentera pesadez que es necesaria para lograr acostarse. No se crean que es todo mental, por favor. La digestion, el cuidado del cuerpo, la cantidad de pasos que se camino en el dia. Es necesario ejercitar mucho las piernas durante el dia para poder acostarse como es debido. ¿De donde iba a salir esa pesadez sino de la rutina del caminar y de la buena digestion?. El caminante y el filosofo tienen buenos dotes para esto, puesto que la filosofia se lleva muy bien con el caminar como con los simposios. Socrates y Platon son un buen ejemplo de esto ultimo. Nietzsche y los peripateticos de lo primero.
Nada de nerviosismo, nada de histeriquismo, nada de acostarse vestido. Acostarse es querer acostarse, no es no querer acostarse. No es para esos pobres diablos que viven con la mirada siempre puesta en el segundo que vendra, no es para esos especuladores del reloj. Por que, cuando uno se acuesta, tiene que dedicarse completamente y abandonarse al maravilloso y simple hecho de estar acostado. No hay tu tia para pensar en como ser mas eficiente en el trabajo ni en lo que los chicos van a comer mañana en el colegio, y menos en adonde irse de vacaciones en los proximos 6 meses.
Acostado, despreocupado del tiempo, uno tiene revelaciones que no podria conocer de otro modo. La mente puede, si se me permite la aberracion, pensar sin pensar, saber sin que nadie le cuente, y asi uno puede tener visiones tan claras como merecen la calma y el saber esperar.
El otro dia me acoste y vi un tunel. Pequeño, invisible, etereo, movil. El rizoma de Deleuze y Guatari. Un espacio de viento, negro, pero negro solamente por que negro era todo lo que me circundaba. El tunel no tenia color ni forma, aunque mi intelecto lo hacia circular, esferico, y a la vez largo y serpenteante.
El tunel yacia, de una manera extraña, de alguna forma, ¿pues como podria yacer en algun sitio lo que no tiene forma alguna?. Y el tunel mostraba imagenes. Aunque, "imagenes" es solo una forma de referirse a emanaciones o manifestaciones que, si es posible el movimiento, iban desde y hacia mi mismo, como unidades de sentido que significaban algo definido. Por lo que no es que yo interpretace el sentido o se lo diese mas de lo que se lo doy a cualquier cosa existente, cosa que no obstante hacia de cualquier modo, sino que, estas imagenes venian ademas con un sentido propio, el cual yo interpretaba.
En su gran mayoria, eran imagenes inexistentes, posibilidades pictoricas de situaciones, o simples voces o comentarios a esas posibilidades, acompañadas de otras voces (las mias propias), las cuales acotaban cosas interesantes o estupidas, casuales o tecnicas, sobre el hecho de la muerte como una posibilidad real. Creo que mas alla de lo abstracto, habia palabras sueltas de "Coloquios entre Monos y Una" y "Dialogo entre Enos y Charmion". Tambien habia fragmentos traslucidos, que vibraban con la estructura del tunel, del pasado, o quizas solo eran imaginaciones del pasado...¿pero en una imaginacion en un estado de conciencia tan bajo, como sabia yo que era del pasado y que era del futuro? La distincion venia en parte con el hecho en si, como una etiqueta, y en parte era hecho a posteriori por un juicio mio basandome en detalles de la imagen. "Esto es real, esto no es real".
Por fuera de todo eso, predominaba la sensacion de terror inminente, de un terror que supe era total, el cual me esperaba detras de una linea, detras de una ventana, desde la cual podia ser soportable, placidamente soportable. Lo terrible a la distancia dejaba el frio de lo sublime. La relacion entre el calor de la llama y la llama misma. Mi conciencia descendia, descendia... y alla abajo, cavando, se encontro con algunos esqueletos. Todos presentaban una fisionomia identica, un mismo aspecto: Mi intelecto buscaba rodear esa verdad, ese saber. Pero en Vano. Me estaban mostrando los cinco dedos en la cara.
La sensacion, impostergable, ineludible, heladamente certera, de la necesidad de la muerte algun dia. La desintegracion de la conciencia, el hecho inconcebible de que no habra mañana, de que algun dia, realmente no habra mañana. La imposibilidad de pensar un fin, viene de la imposibilidad de pensarse a uno mismo pensando luego de ese fin. El vacio, y finalmente el sueño.

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