Acostado en la cama, cierro los ojos. Giro, giro, vuelvo a girar. Me enriedo en las sabanas, en el acolchado. Tengo calor, tengo frio, tengo calor, tengo frio de vuelta. Tengo fiebre y no tengo, tengo y dejo de tener. Abro los ojos, cuento las moscas muertas en el techo blanco. Una, dos, cuatro, siete, nueve con las del rincon. La luz sucia y parpadeante de la bombilla, a punto de quemarse, me molesta. Quiero que se queme. Telekinesis. Hago fuerza mental, le envio mi odio intangible a la bombilla. Quemate, quemate hija de puta, quematequematequemate. Nada. Sigue ahi, sin quemarse. Parpadea. Zumba. Se burla de mi. Cierro los ojos. Me enriedo en la sabana. Estoy en cruz, estaqueado. Condenado al tormento eterno de la bombilla.
Me extiendo, me expando. Separo brazos y piernas todo lo que puedo. El colchon es el mundo y yo quiero ser dios omnipotente. Me estiro, hago crujir los huesos. Siento que me expando, que soy infinito, que lo cubro todo. Pero las sabanas me aprisionan, me contraen. Me doy cuenta que no soy dios, que soy mortal. Estoy en una potro, en una mesa de torturas medieval. En una mesa de laboratorio. Soy una rata, estan a punto de diseccionarme. Soy un civil norteamericano secuestrado por una nave extraterrestre. Soy Tupac Amaru descuartizado vivo en la plaza de Armas.
Me libero, digo la palabra magica, doy un tiron con mi brazo derecho y las sogas se rompen, los caballos vuelan por los aires. Soy Tzinacan de Quaholom leyendo las palabras de dios en la piel de los jaguares. Me saco de encima las sabanas. Mariposa dejando la pupa, serpiente que muda la piel. Siento el sol de la mañana atravesandolo todo: mis parpados, el aire del cuarto, el vidrio polvoriento de la ventana, el cielo de buenos aires, la ionosfera, la galaxia. Es horrendo que me incomode la luz del sol. Viajo una inmensidad para nada. La luz del sol no tiene sentido, pienso. Me giro boca abajo para evitar a esa viajera constante, a esa insoportable luz cosmonauta. Inflexible. Hasta el espaciotiempo se expande o se contrae para no contradecirla. La unica constante universal y yo me doy el gusto de darle la espalda. Hundo la cara en la almohada para sumergirme en las sombras. No existe el mundo. No existe la luz. No existe el tiempo. El unico espacio es el mullido territorio de mi almohada, en donde mi cara se hunde como un lago en la tierra. Yo, todo lo que soy yo, se hunde en ese lago. Me aislo de todo. Me reduzco a un atomo, a un punto matematico. Mi cuerpo es una mera pesadez, un cascaron vacio, una ruina. Yo solo soy ese punto en el centro de la almohada. Solo existe la oscuridad. Indefinida.
Estoy harto del mundo. En esa sombra, en ese caos, quiero crear un mundo nuevo. En el vacio de mi almohada quiero ser dios con todo mi corazon. Nadie nunca podra desalojarme del vacio. Sobre esta roca edificare mi iglesia.
Mas alla, afuera de mi afuera, escucho el viento. Imagino enormes palmeras. Palmeras del tamaño de rascacielos. Palmeras de troncos pardos y enormes hojas color zanahoria. Se agitan en un mundo de tierra roja. Hay un maligno cielo violaceo. Un cielo color sangre. Uno o varios soles negros despiden una luz mortecina. ¿estoy creando un mundo entonces? Estoy seguro de que existen las palmeras y los soles negros. Tienen que existir en algun lado. No siento mi cuerpo. No tengo brazos, no tengo piernas, no tengo boca ni dientes ni lengua ni ojos. Ya no las necesito. Me he desprendido de todo aquello que ya no necesito. No quiero necesitar mas nada, quiero dejarlo todo; Y buscar el sol negro.
Vuelo, salgo disparado. Muy lentamente. Dejo el cuarto, la cuadra, el barrio, la ciudad, el pais, el planeta. En el subsuelo de mi alma se abre una compuerta, soy indefectiblemente tragado por el vortice.
Caigo. Viajo. Lucifer la serpiente espacial nadando entre las estrellas como una anguila. No tengo puntos de referencia. El espacio es vasto e infinito. Informe. Da igual arriba o abajo. El espacio es un oceano giratorio de gelido vacio. Lucecitas por aqui, lucecitas por alla. Un festival inmensurable de linternas japonesas. Soy un dragon que viaja a otro orden, que va a irrumpir de repente en otra dimension. ¿para destruirla? ¿para corromperla? ¿para iniciar una guerra? ¿para acostarme con las hijas de los reyes e iniciar una raza de gigantes malvados? Tengo que fuerte sensacion de que en cualquier momento sere un escarabajo saliendo de un agujero en la tierra. Empujare mi bola de estiercol y sere confiado y feliz.
Me canso de caminar, me canso de empujar mi bola. Hay demasiado sol, demasiadas plantas. Quiero volver a mi cuerpo, quiero volver a ser yo. Pero el hilo se ha roto. Se ha roto o es demasiado fino. Siento el hilo atado a alguna parte inasible de mi cuerpo de Coleoptero. Se que muy lejos, mas alla de las estrellas, hay un cuerpo y hay una cama y hay un techo con moscas muertas. Me revuelvo, intento tirar del hilo, abrir la compuerta, llegar al vortice. Por desgracia me descuido y caigo de la traicionera hoja de un potus. Doy un golpe sordido contra la tierra. Quedo invertido, presa del terror, boca arriba. Tortuga en miniatura, no puedo levantarme. Quiero pedir ayuda pero conozco que desconozco el lenguaje. Muevo mis patitas pinchudas con desesperacion. Es inutil. Parezco un juguete mecanico. Me da gracia pero no puedo evitarlo, no puedo dejar de mover las patas como no puedo dejar de respirar. Es como si mis patas fuesen una parte independiente de mi cuerpo, como si mis patas tuviesen su propio cerebro. Bueno, que sigan asi. Que hagan lo que quieran, mis patitas. Que revienten. Supongo que se detendran solas cuando se queden sin pilas.
"La duda nace del no estar conforme. El ser que duda es el disconforme, y las dudas que valen la pena son las dudas surgidas de un pensar profundo, conciente e inconciente. Lo que quiere estar donde esta y esta conforme con ello, ese, ese no duda... ¡Ese no se permite dudar! ¡Ese más bien quiere creer! Así pues, los filósofos tienen que ser por fuerza personas disconformes y criticas. Esa incomodidad es lo que Exhorta al movimiento." (D.O.D, Prologo)
27 sept 2018
12 sept 2018
Experimento con ratas
Estaba hundida bajo una tonelada de analgesicos. Soñaba con montañas de mullida paja, con una madriguera infinita en donde, como en el relato de Kafka, escondia un tesoro de cereales y semillas de algun depredador peligroso pero infinitamente mas estupido que ella.
Paleta parecia un copo de nieve. Ellos la habian elegido justamente por eso. Era pequeña y manejable, tranquila y nada agresiva. Era inofensiva.
Paleta, abierta de patas sobre la mesa de operaciones, daba la impresion de ser una piel de oso en miniatura. Yacia boca abajo. Tenia cada patita sujeta a una diminuta correa, a una correa que parecia de juguete pero que no por eso era menos menos terrible. La cola directamente se la habian cortado.
Ademas - decian ellos - su sistema nervioso e inmunologico es muy parecido al nuestro. Esto era genial porque (aplausos) podemos entonces causarles numerosas dolencias parecidas a las nuestras. Eran las maravillas de la ingenieria genetica, pero Paleta esto no lo sabia. Ella habia crecido en el campo, en un granero cerca del rio. Podia decirse que era una aldeana, una campesina. Gente simple, fuera de toda duda que era una simplona. ¿que podia saber Paleta de ingenieria genetica?
Los experimentos con la Mus Musculus o Rata comun se vienen practicando desde hace siglos - se justificaban ellos - ¿como habriamos descubierto el sistema circulatorio o elaborado la teoria microbiana?
Sobre la cabeza tenia algo parecido a un casco de Rugby, pero metalico. Se sentia liviana, muy liviana, tanto fisica como mentalmente. Producto de las drogas sin duda. Entraba y salia de la consciencia. Notaba estos cambios por el miedo que sentia. Mientras mas recuperaba la conciencia, mas atroz era el miedo. Inexplicablemente, no sentia dolor. O al menos no dolor fisico. Era otra cosa.
El casco de rugby dejaba al descubierto la coronilla. De haberse podido verse a si misma, Paleta se hubiese horrorizado y, probablemente, muerto de un infarto: ¡le habian volado la tapa de los sesos!
El bisturi habia retirado el cuero y la grasa, y finalmente tambien el hueso, dejando expuesta la masa encefalica. No contento con eso, la cuchilla habia seguido escarbando hasta la amigdala.
Ahi, en la amigdala, estaba lo que buscaban. Las conexiones cerebrales, el gran tablero electrico de Paleta. Uno de ellos, particularmente perverso, se abrio paso entre el resto y, largo y sombrio como un alamo, se encorvo sobre la amigdala de Paleta, y desconecto un cable por aqui y otro por alla, reconecto una neurona con otra, corto y recorto y activo y bloqueo y cauterizo y la cabeza de paleta dejo de ser lo que era para pasar a ser otra cosa, una monstruosidad. Paleta comenzo a ver rojo, todo rojo, nada mas que rojo, y a sentir un miedo y una tristeza como nunca antes habia sentido; Pero estos sentimientos rapidamente fueron reemplazados por furia. Era una furia ciega y automatica que surgia de todos lados y de ninguno. Paleta queria llorar. Sentia que habian roto algo dentro de ella. Un caño. Le habian roto un caño y ahora la rabia la inundaba toda, descontrolada, le impedia pensar. Justo antes de hundirse en la locura, supo que tenia mucho hambre. Fue su ultimo pensamiento.
La presentaron unas semanas mas tarde, en una feria de la Universidad de Yale, Connecticut. La exhibicion iba acompañada por el correspondiente paper, que el grupo de cientificos repartia sonriente a todos los expectadores.
La demostracion era simple. Una enorme pescera contenia dos ratas, separadas ambas por un vidrio intermedio, que uno de los cientificos iba a levantar de un momento a otro. Ambas ratas tenian comida y agua y, explicaba el cientifico, habian sido alimentadas regularmente. Y sin embargo (los espectadores podian verlo a golpe de ojo) una de las ratas era diferente. ¿podian adivinar cual? La pregunta era retorica y hasta maliciosa porque, mientras la rata de la derecha era el tipico ejemplar manso y simpatico de Mus Musculos, que tomaba agua y comia semillas del comedero, la rata de la izquierda, aunque era de la misma especie, se comportaba como un tigre o un tiburon blanco. No hacia caso del agua o de las semillas, sino que se lanzaba ciegamente contra el vidrio. Tenia los ojos abiertos y vacios, como dos gotas de sangre seca. Las fauces, abiertas y anhelantes, intentaban fieramente morder el vidrio. Cuando la otra rata se dio cuenta, comenzo a chillar. Sabia lo que iba a pasarle. El cientifico levanto el vidrio divisor y la rata de la izquierda, ese monstruo asesino que una vez fue paleta, se abalanzo sobre su congenere. Fue una pelea corta y desigual. Ambas ratas eran del mismo tamaño, pero la agresividad y la ferocidad de Paleta no tenian parangon. Mientras que la otra rata mordia y pateaba para defenderse, Paleta atacaba directamente a matar. Era una rata asesina, demoledora, una maquina de matar.
Cuando el termino el sangriento espectaculo, un cientifico retiro la jaula y otro paso a explicar. Dijo que habian logrado, dentro de la amigdala, aislar y estimular el circuito del cerebro que coordina los instintos de caza predatoria. Habian encontrado, tan simple como parece, la parte del cerebro que mandaba la señal para que la rata persiga a su presa. Tambien habian encontrado el circuito que manda la señal para que la mandibula se abra y se cierre. Habian conectado entre si estas neuronas y estimulado al sujeto para que respondiera a cierto tipo de luz de laser. Como si fuese un mago revelando un truco, el cientifico saco del bolsillo de su bata un pequeño puntero laser, con el cual, segun explicaba, le habia estado apuntando a Paleta durante toda la puesta en escena. Luego anuncion que la exhibicion tenia una segunda parte.
Pusieron a la rata tiburon en un tubo de plastico transparente. Dentro de este tubo, habia diversos objetos: tuercas, tapas de gaseosa, pedazos de madera, de vidrio, pedazos de carne. El cientifico le iba apuntando con el laser a Paleta cada vez que llegaba a un objeto y esta lo atacaba y mordia como si fuese una presa.
El estudio, segun dijo el cientifico, habia permitido grandes avances en el campo de la neurologia, porque por primera vez se habia conseguido aislar en un mamifero el conjunto de neuronas directamente implicadas en el instinto asesino que, teorizaba su paper, estaba intimamente ligado con la caza.
El siguiente paso era, en un experimento futuro, repetir el procedimiento pero dañando las neuronas de modo tal que el impulso se viera reducido al 50%.
- De esta manera y segun nuestra teoria general - vaticino el cientifico - la rata mordera y mordera pero no sera capaz de dar el mordisco asesino. No sera capaz de matar. Y no por falta de voluntad o manipulacion conductista. Sino por una reduccion del impulso mismo. ¿se entiende?
Algunos, los que habian entendido, habian comenzado a aplaudir. Satisfecho, el cientifico remato
- Este es el primer paso para la operacion que reduzca e imposibilite el instinto asesino en los hombres. Queremos creer que con estudios como este, en un futuro esta operacion sera no digamos posible, sino obligatoria para todos los seres humanos nacidos en el mundo civilizado. ¿se imaginan los resultados? ¡habremos logrado acabar con los asesinatos! ¡y sin quitarle a nadie su libre voluntad!
Ahora si, aplausos generales.
El juego
Dios decidió que muy pocos podrían salvarse. El cielo, la fastuosa mansion campestre rodeada de hermosos valles y majestuosas quebradas, era como se sabe un lugar de cupo limitado. Dios era un Dios de amor, y como tambien se sabe, no hay nada mas selectivo que el amor. Imaginense el amor de un Dios. De modo que Dios solo queria a su lado a los mejores. Decreto entonces que los mejores serian aquellos que lo amasen no solo por sus palabras, sino por sus actos. Era lo justo. Con esta idea en mente escribió un libro.
Ahora sus creaciones no tenian excusa. Tenian un canon, un manual de instrucciones. Usando este canon, Dios comenzo a seleccionar a sus coinquilinos a medida que sus bichos pasaban a mejor vida.
Casi un mileno mas tarde, una de sus criaturas, Aristocles el barbudo, tambien escribio libros. Es un secreto a voces que Dios es bastante egocentrico, y que de entre todas las producciones humanas solo leia los libros que de algún modo u otro hablaban de el. Por eso, del hijo de Ariston solo leyo un libro.
Este libro hablaba sobre el ambito de lo sagrado, y ahi el autor se hacia la siguiente pregunta: ¿es lo sagrado sagrado porque es sagrado o es lo sagrado sagrado solo porque dios lo quiere? Dios recogio el guante y reflexiono; y Entonces se dio cuenta de un hecho paradojico. Los seres que sabian de su existencia y decian amarlo, ¿no lo amarian solamente para salvarse? o mejor dicho, si hacian sus obras mas para salvarse que para ser buenos, ¿realmente lo amaban? ¿Podia ser que su criterio no fuese lo suficientemente exhaustivo, lo suficientemente bueno? Dios lo penso un tiempo y concluyo que hasta la mas devota de sus criaturas le estaba haciendo trampa. Sintio una honrada gratitud con Aristocles y como regalo decidio enviarle un excelente discipulo que, a su vez, formaria a un gran conquistador que le daria su merecido a oriente medio. Asi lo elucubro la mente divina. Le puso tres sellos al dictamen y lo envio a produccion. Amen.
Pero aun le quedaba el problema del criterio. Para empeorar las cosas, en el interin una serie de seguidores suyos, encabezados por un nazareno mitad loco mitad genio, habian escrito un horrendo fan-fiction que deformaba en gran parte la forma y el contenido de su primer libro. Y para colmo la estupida humanidad habia tomado este mamarracho como si lo hubiese escrito el mismo... ¡y hasta lo habian compaginado todo en un solo libro! ¡era horrendo! El creador estaba harto. Era hora de tomar cartas en el asunto. Primero, mandar a la hoguera o a la cruz o a los leones a esos molestos falsificadores no circuncidados. Segundo, desalojar de la mansion celestial a todos los anteriormente seleccionados. Meteria sus almas en frascos hasta encontrar como volver a evaluarlas. De cualquier modo, nada se corregiria realmente hasta no hallar algun criterio efectivo para conocer la bondad en el corazon de las personas. Busco en los libros de los grandes filosofos, desde Kant a Vattimo, pero nada lo convencia.
Como suele ocurrir en estos casos, su mente divina encontró la solución por osmosis, casi sin buscarla. El problema, ahora lo veia, estaba en que los seres humanos sabian demasiado de las leyes divinas. Mientras mas supiesen como era la cosa, mas formas encontrarían de hacer trampa. Si sabian que habia un cielo y un infierno, y que podian salvarse, entonces el miedo al infierno superaria el amor al paraiso. Nadie lo amaria libremente mientras no amarlo significase el sufrimiento eterno. Los únicos capaces de ser buenos, penso Dios, eran los inocentes.
Decidio que solo los ignorantes entrarian en el reino de los cielos, y entonces penso en el juego.
La regla principal era capciosa: solo gana quien no sabe que esta ganando.
La segunda regla era sencilla: solo va ganando quien no sabe que esta jugando.
La tercera regla era aun mas simple: todos estan jugando, lo sepan o no lo sepan.
La cuarta era bastante cruel: Quien se da cuenta de que esta jugando, pierde automaticamente.
La quinta regla era que no habia mas reglas mas alla de las primeras cuatro. Dios penso que, dada la incontenible pasion humana por trampear sus directivas con agregados o supresiones, esta quinta regla era la mas pragmatica de las cinco.
Los animales y las plantas estaban salvados. Tambien los insectos y los angeles. Todos los bebes y los niños menores de dos años, salvados.
Dios le mando la revelacion simultaneamente a todos los grandes cientificos y catedraticos del mundo. Tambien se la envio a los ricos y a los poderosos. Lo paradojico es que al enviarla, los estaba enviando directamente al infierno.
Los sabios, los ricos y los poderosos se encontraron en un horrible dilema. Sabian la revelacion, sabian del juego. Por ende, sabian que jugaban. Por ende, habian perdido. Iban derecho al infierno. Estaban furiosos con Dios. ¿pero y el resto? Las grandes masas estaban ignorantes del juego. Jugaban pero no lo sabian. Es decir, que segun las reglas, estaban ganando.
Envidiosos y amargados, usaron todo su poder para promocionar "el juego". "Estas jugando", decian por todos lados. Montaron la campaña de marketing mas grande de la historia. "Estas jugando", "¿sabias que estas jugando ahora mismo?", "todos jugamos el juego" y mil mensajes similares empezaron a difundirse en las radios y televisores. Enormes carteleras anunciaban que eras participante. "Estas jugando, ¡perdiste!". El mensaje se enviava masivamente por correo electronico, e innumerables paginas sobre un juego misterioso comenzaron a aparecer en la web. Cada vez mas gente era consciente del misterioso juego, por mas de que absolutamente nadie, salvo los ricos y poderosos, supiese en concreto de que se trataba.
- Estamos jugando, estamos jugando - se decian entre si las personas, codeandose entre risas.
- ¿pero jugando a que? - preguntaba alguno
- No importa, ya lo sabremos tarde o temprano - declaraba otro, sin saber que tenebrosamente tenia razon.
- Ya no saben que inventar para vendernos algo - decretaba un tercero, esceptico a las movidas marketineras del capitalismo.
Y asi fue como las localidades del infierno se fueron llenando de forma exponencial, tanto que Dios tenia que agrandar las medidas del hades todos los dias. El nuevo truco funcionaba bien.
Clarisimo esta, querido lector, que vos tambien estas jugando. Y no es que sea envidioso, pero si me voy a ir al infierno, mejor que sea acompañado.
Ahora sus creaciones no tenian excusa. Tenian un canon, un manual de instrucciones. Usando este canon, Dios comenzo a seleccionar a sus coinquilinos a medida que sus bichos pasaban a mejor vida.
Casi un mileno mas tarde, una de sus criaturas, Aristocles el barbudo, tambien escribio libros. Es un secreto a voces que Dios es bastante egocentrico, y que de entre todas las producciones humanas solo leia los libros que de algún modo u otro hablaban de el. Por eso, del hijo de Ariston solo leyo un libro.
Este libro hablaba sobre el ambito de lo sagrado, y ahi el autor se hacia la siguiente pregunta: ¿es lo sagrado sagrado porque es sagrado o es lo sagrado sagrado solo porque dios lo quiere? Dios recogio el guante y reflexiono; y Entonces se dio cuenta de un hecho paradojico. Los seres que sabian de su existencia y decian amarlo, ¿no lo amarian solamente para salvarse? o mejor dicho, si hacian sus obras mas para salvarse que para ser buenos, ¿realmente lo amaban? ¿Podia ser que su criterio no fuese lo suficientemente exhaustivo, lo suficientemente bueno? Dios lo penso un tiempo y concluyo que hasta la mas devota de sus criaturas le estaba haciendo trampa. Sintio una honrada gratitud con Aristocles y como regalo decidio enviarle un excelente discipulo que, a su vez, formaria a un gran conquistador que le daria su merecido a oriente medio. Asi lo elucubro la mente divina. Le puso tres sellos al dictamen y lo envio a produccion. Amen.
Pero aun le quedaba el problema del criterio. Para empeorar las cosas, en el interin una serie de seguidores suyos, encabezados por un nazareno mitad loco mitad genio, habian escrito un horrendo fan-fiction que deformaba en gran parte la forma y el contenido de su primer libro. Y para colmo la estupida humanidad habia tomado este mamarracho como si lo hubiese escrito el mismo... ¡y hasta lo habian compaginado todo en un solo libro! ¡era horrendo! El creador estaba harto. Era hora de tomar cartas en el asunto. Primero, mandar a la hoguera o a la cruz o a los leones a esos molestos falsificadores no circuncidados. Segundo, desalojar de la mansion celestial a todos los anteriormente seleccionados. Meteria sus almas en frascos hasta encontrar como volver a evaluarlas. De cualquier modo, nada se corregiria realmente hasta no hallar algun criterio efectivo para conocer la bondad en el corazon de las personas. Busco en los libros de los grandes filosofos, desde Kant a Vattimo, pero nada lo convencia.
Como suele ocurrir en estos casos, su mente divina encontró la solución por osmosis, casi sin buscarla. El problema, ahora lo veia, estaba en que los seres humanos sabian demasiado de las leyes divinas. Mientras mas supiesen como era la cosa, mas formas encontrarían de hacer trampa. Si sabian que habia un cielo y un infierno, y que podian salvarse, entonces el miedo al infierno superaria el amor al paraiso. Nadie lo amaria libremente mientras no amarlo significase el sufrimiento eterno. Los únicos capaces de ser buenos, penso Dios, eran los inocentes.
Decidio que solo los ignorantes entrarian en el reino de los cielos, y entonces penso en el juego.
La regla principal era capciosa: solo gana quien no sabe que esta ganando.
La segunda regla era sencilla: solo va ganando quien no sabe que esta jugando.
La tercera regla era aun mas simple: todos estan jugando, lo sepan o no lo sepan.
La cuarta era bastante cruel: Quien se da cuenta de que esta jugando, pierde automaticamente.
La quinta regla era que no habia mas reglas mas alla de las primeras cuatro. Dios penso que, dada la incontenible pasion humana por trampear sus directivas con agregados o supresiones, esta quinta regla era la mas pragmatica de las cinco.
Los animales y las plantas estaban salvados. Tambien los insectos y los angeles. Todos los bebes y los niños menores de dos años, salvados.
Dios le mando la revelacion simultaneamente a todos los grandes cientificos y catedraticos del mundo. Tambien se la envio a los ricos y a los poderosos. Lo paradojico es que al enviarla, los estaba enviando directamente al infierno.
Los sabios, los ricos y los poderosos se encontraron en un horrible dilema. Sabian la revelacion, sabian del juego. Por ende, sabian que jugaban. Por ende, habian perdido. Iban derecho al infierno. Estaban furiosos con Dios. ¿pero y el resto? Las grandes masas estaban ignorantes del juego. Jugaban pero no lo sabian. Es decir, que segun las reglas, estaban ganando.
Envidiosos y amargados, usaron todo su poder para promocionar "el juego". "Estas jugando", decian por todos lados. Montaron la campaña de marketing mas grande de la historia. "Estas jugando", "¿sabias que estas jugando ahora mismo?", "todos jugamos el juego" y mil mensajes similares empezaron a difundirse en las radios y televisores. Enormes carteleras anunciaban que eras participante. "Estas jugando, ¡perdiste!". El mensaje se enviava masivamente por correo electronico, e innumerables paginas sobre un juego misterioso comenzaron a aparecer en la web. Cada vez mas gente era consciente del misterioso juego, por mas de que absolutamente nadie, salvo los ricos y poderosos, supiese en concreto de que se trataba.
- Estamos jugando, estamos jugando - se decian entre si las personas, codeandose entre risas.
- ¿pero jugando a que? - preguntaba alguno
- No importa, ya lo sabremos tarde o temprano - declaraba otro, sin saber que tenebrosamente tenia razon.
- Ya no saben que inventar para vendernos algo - decretaba un tercero, esceptico a las movidas marketineras del capitalismo.
Y asi fue como las localidades del infierno se fueron llenando de forma exponencial, tanto que Dios tenia que agrandar las medidas del hades todos los dias. El nuevo truco funcionaba bien.
Clarisimo esta, querido lector, que vos tambien estas jugando. Y no es que sea envidioso, pero si me voy a ir al infierno, mejor que sea acompañado.
El ultimo cuento de hadas
Desde chica le habían fascinado los cuentos de hadas. Recordaba un grueso volumen de tapa de terciopelo rojo vino, casi siempre polvoriento, en el que primero su madre y luego ella habían revivido las aventuras de valerosos caballeros y de hermosisimas princesas de largas cabelleras y vestidos de gasa vaporosa.
Mientras crecía, esta fascinación habia tendido a crecer mas que a extinguirse, y al viejo libro de terciopelo rojo se le habian ido sumando otros, mas nuevos y con enormes ilustraciones y fotogramas sobre hadas, gnomos y dragones. Las ilustraciones eran coloridas y vividas, y las picaras hadas parecian salirse de las paginas para habitar su mismo mundo. Así y todo, ella sabia que esas ilustraciones no podian compararse con los sencillos pero enigmaticos grabados del grueso libro de terciopelo rojo vino. Instintivamente sabia que aunque las ilustraciones eran mas bonitas, eran falsas o, por lo menos, retocaban la realidad de los relatos con tintes exageradamente esteticos. Los grabados, por otro lado, y sin dejar de ser maravillosos y evocadores, tenian un noseque de gravedad. Eran serios, terribles y hermosos a un tiempo. Y era precisamente en esta cualidad dual de los grabados en la que ella sospechaba la realidad de los relatos. Ya fuesen las aventuras de Rapunzel, Blancanieves o Cenicienta, lo cierto es que solo tomaba como version canonica a la narrada en el volumen aterciopelado.
Por supuesto, vio las peliculas. Enormemente decepcionada por ese hatajo de canciones tontas y sonrisas de perrito mojado, se prometio a si misma mantenerse en los libros. Pensaba que la unica forma de llegar a esos mundos era mantenerse fiel a los verdaderos relatos que los describian.
Nunca leyo la Biblia ni fue religiosa en el sentido tradicional del termino y, sin embargo, su actitud era la de los cristianos que esperan llegar al paraiso via la correcta exegesis de los textos sagrados.
Mientras acumulaba años tambien se engrandecia, primero abierta pero luego secretamente, la certeza de que esos mundos magicos existian realmente en algun sitio.
Recien entrada en la adolescencia decido investigar mas seriamente. Supo entonces de Perrault y de los Grimm y comprendio que su amado volumen era un antiquisimo ejemplar de la recopilacion original de los famosos hermanos. Estudio hasta el cansancio la figura de las hadas y los duendes, llegando hasta sus raices griegas y celtas. Fue inmensamente feliz al enterarse de que gente como Schliemann y Evans habian logrado lo que ella buscaba. Entonces era posible. Habia mundos magicos al alcance. Leyo una y otra vez las biografias de estos y de otros grandes arqueologos. Supo que las hadas y los duendes eran vistas con frecuencia alrededor del mundo. Leyo que hasta lo Cherokees americanos tenian conciencia de lo que ellos denominaban como "gente pequeña" pero tambien, mas sugestivamente, "gente ojos de luna". Se sumergio de lleno en la elficologia.
Luego de arduas investigaciones que le llevaron años decidio que las historias del libro de terciopelo transcurrian en los frios y tupidos bosques de Baviera.
En cuanto pudo, se adentro en el bosque. Camino y camino durante dias, sola con su mochila y su vara, esperando encontrar una cabaña magica, una princesa durmiente, gnomos de gorros frigios o al menos escuchar el campaneo de algun hada. Pero fue en vano.
Cada noche acampaba y hacia una pequeña fogata. Pegaba el oido en tierra para intentar oir el galope del caballo de algun caballero, ya fuese de negra armadura o de principesca coraza plateada. Pero fue en vano.
Esperaba oir el tronar de algun dragon o por lo menos el tetrico aullido de algun lobo, pero era absurdo. No habia ya lobos en Baviera y ni siquiera los habia en Turingia. Solamente escuchaba grillos y lechuzas. Una noche escucho un enorme rugido, pero resulto ser de un avion a propulsion de chorro.
Desesperada, realizo hechizos e invocaciones contenidas en algunos libros que habia llevado consigo, pero inutilmente espero resultados. Tuvo la sensacion de que la naturaleza, ingrata y muda, se burlaba de ella.
Sola en su carpa, alumbrada solo por su linterna electrica, lo comprendio: Las hadas habian muerto hace mucho. Igual que los gnomos y los dragones. Los caballeros habian abandonado los castillos y los corceles por comodas mansiones en la city y lujosos autos deportivos. Las princesas eran burguesas adineradas, y su unica aventura era buscar un buen matrimonio. No necesitaban que nadie las rescatase. Los bosques mismos estaban pasando a convertirse en una leyenda, en pura mitologia. Era cuestion de tiempo para que la industria maderera o el negocio inmobiliario los depositase en la categoria del recuerdo, como habitantes permanentes de los libros de historia. Los bosques eran la ultima criatura mitologica que quedaba. Y ella, en su choza de nylon, era la ultima bruja o la ultima princesa durmiente.
Varios dias despues la vio un guardabosques. Todavia estaba en la tienda de campaña. Penso que dormia. Pero en pleno invierno, tenia que constatarlo. Al ver que no respondia a sus llamados, bajo el cierre y miro dentro. Se sorprendio al ver a una Schneewittchen palida y hermosa como un lirio. Le toco la mano, fria como un tempano, y supo que estaba muerta.
Habia muerto de frio, o al menos eso decian los diarios alemanes. Casi no mencionaron el hecho, milagroso por donde se lo mire, de que el cadaver no presentaba signos de descomposición.
5 sept 2018
pero la tierra
Mujeres cargan niños
Hombres cargan
portafolios
Curas cargan culpas
Soldados cargan armas
Obreros cargan camiones
Colectivos pasajeros
novias alegria
ancianos experiencia
simios a sus crias
el gobierno impuestos
tumbas a sus muertos
psicologos
frustraciones
pensionados sus
pensiones
inversores vidas ajenas
presos condenas
politicos dolares
El cielo nubes
nubes el rayo
y el rayo va
y el rayo va
cae fatalmente
carga la tierra
latigazo
pero la tierra
¡la tierra carga
hombres!
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