Acostado en la cama, cierro los ojos. Giro, giro, vuelvo a girar. Me enriedo en las sabanas, en el acolchado. Tengo calor, tengo frio, tengo calor, tengo frio de vuelta. Tengo fiebre y no tengo, tengo y dejo de tener. Abro los ojos, cuento las moscas muertas en el techo blanco. Una, dos, cuatro, siete, nueve con las del rincon. La luz sucia y parpadeante de la bombilla, a punto de quemarse, me molesta. Quiero que se queme. Telekinesis. Hago fuerza mental, le envio mi odio intangible a la bombilla. Quemate, quemate hija de puta, quematequematequemate. Nada. Sigue ahi, sin quemarse. Parpadea. Zumba. Se burla de mi. Cierro los ojos. Me enriedo en la sabana. Estoy en cruz, estaqueado. Condenado al tormento eterno de la bombilla.
Me extiendo, me expando. Separo brazos y piernas todo lo que puedo. El colchon es el mundo y yo quiero ser dios omnipotente. Me estiro, hago crujir los huesos. Siento que me expando, que soy infinito, que lo cubro todo. Pero las sabanas me aprisionan, me contraen. Me doy cuenta que no soy dios, que soy mortal. Estoy en una potro, en una mesa de torturas medieval. En una mesa de laboratorio. Soy una rata, estan a punto de diseccionarme. Soy un civil norteamericano secuestrado por una nave extraterrestre. Soy Tupac Amaru descuartizado vivo en la plaza de Armas.
Me libero, digo la palabra magica, doy un tiron con mi brazo derecho y las sogas se rompen, los caballos vuelan por los aires. Soy Tzinacan de Quaholom leyendo las palabras de dios en la piel de los jaguares. Me saco de encima las sabanas. Mariposa dejando la pupa, serpiente que muda la piel. Siento el sol de la mañana atravesandolo todo: mis parpados, el aire del cuarto, el vidrio polvoriento de la ventana, el cielo de buenos aires, la ionosfera, la galaxia. Es horrendo que me incomode la luz del sol. Viajo una inmensidad para nada. La luz del sol no tiene sentido, pienso. Me giro boca abajo para evitar a esa viajera constante, a esa insoportable luz cosmonauta. Inflexible. Hasta el espaciotiempo se expande o se contrae para no contradecirla. La unica constante universal y yo me doy el gusto de darle la espalda. Hundo la cara en la almohada para sumergirme en las sombras. No existe el mundo. No existe la luz. No existe el tiempo. El unico espacio es el mullido territorio de mi almohada, en donde mi cara se hunde como un lago en la tierra. Yo, todo lo que soy yo, se hunde en ese lago. Me aislo de todo. Me reduzco a un atomo, a un punto matematico. Mi cuerpo es una mera pesadez, un cascaron vacio, una ruina. Yo solo soy ese punto en el centro de la almohada. Solo existe la oscuridad. Indefinida.
Estoy harto del mundo. En esa sombra, en ese caos, quiero crear un mundo nuevo. En el vacio de mi almohada quiero ser dios con todo mi corazon. Nadie nunca podra desalojarme del vacio. Sobre esta roca edificare mi iglesia.
Mas alla, afuera de mi afuera, escucho el viento. Imagino enormes palmeras. Palmeras del tamaño de rascacielos. Palmeras de troncos pardos y enormes hojas color zanahoria. Se agitan en un mundo de tierra roja. Hay un maligno cielo violaceo. Un cielo color sangre. Uno o varios soles negros despiden una luz mortecina. ¿estoy creando un mundo entonces? Estoy seguro de que existen las palmeras y los soles negros. Tienen que existir en algun lado. No siento mi cuerpo. No tengo brazos, no tengo piernas, no tengo boca ni dientes ni lengua ni ojos. Ya no las necesito. Me he desprendido de todo aquello que ya no necesito. No quiero necesitar mas nada, quiero dejarlo todo; Y buscar el sol negro.
Vuelo, salgo disparado. Muy lentamente. Dejo el cuarto, la cuadra, el barrio, la ciudad, el pais, el planeta. En el subsuelo de mi alma se abre una compuerta, soy indefectiblemente tragado por el vortice.
Caigo. Viajo. Lucifer la serpiente espacial nadando entre las estrellas como una anguila. No tengo puntos de referencia. El espacio es vasto e infinito. Informe. Da igual arriba o abajo. El espacio es un oceano giratorio de gelido vacio. Lucecitas por aqui, lucecitas por alla. Un festival inmensurable de linternas japonesas. Soy un dragon que viaja a otro orden, que va a irrumpir de repente en otra dimension. ¿para destruirla? ¿para corromperla? ¿para iniciar una guerra? ¿para acostarme con las hijas de los reyes e iniciar una raza de gigantes malvados? Tengo que fuerte sensacion de que en cualquier momento sere un escarabajo saliendo de un agujero en la tierra. Empujare mi bola de estiercol y sere confiado y feliz.
Me canso de caminar, me canso de empujar mi bola. Hay demasiado sol, demasiadas plantas. Quiero volver a mi cuerpo, quiero volver a ser yo. Pero el hilo se ha roto. Se ha roto o es demasiado fino. Siento el hilo atado a alguna parte inasible de mi cuerpo de Coleoptero. Se que muy lejos, mas alla de las estrellas, hay un cuerpo y hay una cama y hay un techo con moscas muertas. Me revuelvo, intento tirar del hilo, abrir la compuerta, llegar al vortice. Por desgracia me descuido y caigo de la traicionera hoja de un potus. Doy un golpe sordido contra la tierra. Quedo invertido, presa del terror, boca arriba. Tortuga en miniatura, no puedo levantarme. Quiero pedir ayuda pero conozco que desconozco el lenguaje. Muevo mis patitas pinchudas con desesperacion. Es inutil. Parezco un juguete mecanico. Me da gracia pero no puedo evitarlo, no puedo dejar de mover las patas como no puedo dejar de respirar. Es como si mis patas fuesen una parte independiente de mi cuerpo, como si mis patas tuviesen su propio cerebro. Bueno, que sigan asi. Que hagan lo que quieran, mis patitas. Que revienten. Supongo que se detendran solas cuando se queden sin pilas.
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