12 sept 2018

Experimento con ratas


Estaba hundida bajo una tonelada de analgesicos. Soñaba con montañas de mullida paja, con una madriguera infinita en donde, como en el relato de Kafka, escondia un tesoro de cereales y semillas de algun depredador peligroso pero infinitamente mas estupido que ella.
Paleta parecia un copo de nieve. Ellos la habian elegido justamente por eso. Era pequeña y manejable, tranquila y nada agresiva. Era inofensiva.
Paleta, abierta de patas sobre la mesa de operaciones, daba la impresion de ser una piel de oso en miniatura. Yacia boca abajo. Tenia cada patita sujeta a una diminuta correa, a una correa que parecia de juguete pero que no por eso era menos menos terrible. La cola directamente se la habian cortado.
Ademas - decian ellos - su sistema nervioso e inmunologico es muy parecido al nuestro. Esto era genial porque (aplausos) podemos entonces causarles numerosas dolencias parecidas a las nuestras. Eran las maravillas de la ingenieria genetica, pero Paleta esto no lo sabia. Ella habia crecido en el campo, en un granero cerca del rio. Podia decirse que era una aldeana, una campesina. Gente simple, fuera de toda duda que era una simplona. ¿que podia saber Paleta de ingenieria genetica?
Los experimentos con la Mus Musculus o Rata comun se vienen practicando desde hace siglos - se justificaban ellos - ¿como habriamos descubierto el sistema circulatorio o elaborado la teoria microbiana?
Sobre la cabeza tenia algo parecido a un casco de Rugby, pero metalico. Se sentia liviana, muy liviana, tanto fisica como mentalmente. Producto de las drogas sin duda. Entraba y salia de la consciencia. Notaba estos cambios por el miedo que sentia. Mientras mas recuperaba la conciencia, mas atroz era el miedo. Inexplicablemente, no sentia dolor. O al menos no dolor fisico. Era otra cosa.
El casco de rugby dejaba al descubierto la coronilla. De haberse podido verse a si misma, Paleta se hubiese horrorizado y, probablemente, muerto de un infarto: ¡le habian volado la tapa de los sesos!
El bisturi habia retirado el cuero y la grasa, y finalmente tambien el hueso, dejando expuesta la masa encefalica. No contento con eso, la cuchilla habia seguido escarbando hasta la amigdala.
Ahi, en la amigdala, estaba lo que buscaban. Las conexiones cerebrales, el gran tablero electrico de Paleta. Uno de ellos, particularmente perverso, se abrio paso entre el resto y, largo y sombrio como un alamo, se encorvo sobre la amigdala de Paleta, y desconecto un cable por aqui y otro por alla, reconecto una neurona con otra, corto y recorto y activo y bloqueo y cauterizo y la cabeza de paleta dejo de ser lo que era para pasar a ser otra cosa, una monstruosidad. Paleta comenzo a ver rojo, todo rojo, nada mas que rojo, y a sentir un miedo y una tristeza como nunca antes habia sentido; Pero estos sentimientos rapidamente fueron reemplazados por furia. Era una furia ciega y automatica que surgia de todos lados y de ninguno. Paleta queria llorar. Sentia que habian roto algo dentro de ella. Un caño. Le habian roto un caño y ahora la rabia la inundaba toda, descontrolada, le impedia pensar. Justo antes de hundirse en la locura, supo que tenia mucho hambre. Fue su ultimo pensamiento.
La presentaron unas semanas mas tarde, en una feria de la Universidad de Yale, Connecticut. La exhibicion iba acompañada por el correspondiente paper, que el grupo de cientificos repartia sonriente a todos los expectadores.
La demostracion era simple. Una enorme pescera contenia dos ratas, separadas ambas por un vidrio intermedio, que uno de los cientificos iba a levantar de un momento a otro. Ambas ratas tenian comida y agua y, explicaba el cientifico, habian sido alimentadas regularmente. Y sin embargo (los espectadores podian verlo a golpe de ojo) una de las ratas era diferente. ¿podian adivinar cual? La pregunta era retorica y hasta maliciosa porque, mientras la rata de la derecha era el tipico ejemplar manso y simpatico de Mus Musculos, que tomaba agua y comia semillas del comedero, la rata de la izquierda, aunque era de la misma especie, se comportaba como un tigre o un tiburon blanco. No hacia caso del agua o de las semillas, sino que se lanzaba ciegamente contra el vidrio. Tenia los ojos abiertos y vacios, como dos gotas de sangre seca. Las fauces, abiertas y anhelantes, intentaban fieramente morder el vidrio. Cuando la otra rata se dio cuenta, comenzo a chillar. Sabia lo que iba a pasarle. El cientifico levanto el vidrio divisor y la rata de la izquierda, ese monstruo asesino que una vez fue paleta, se abalanzo sobre su congenere. Fue una pelea corta y desigual. Ambas ratas eran del mismo tamaño, pero la agresividad y la ferocidad de Paleta no tenian parangon. Mientras que la otra rata mordia y pateaba para defenderse, Paleta atacaba directamente a matar. Era una rata asesina, demoledora, una maquina de matar.
Cuando el termino el sangriento espectaculo, un cientifico retiro la jaula y otro paso a explicar. Dijo que habian logrado, dentro de la amigdala, aislar y estimular el circuito del cerebro que coordina los instintos de caza predatoria. Habian encontrado, tan simple como parece, la parte del cerebro que mandaba la señal para que la rata persiga a su presa. Tambien habian encontrado el circuito que manda la señal para que la mandibula se abra y se cierre. Habian conectado entre si estas neuronas y estimulado al sujeto para que respondiera a cierto tipo de luz de laser. Como si fuese un mago revelando un truco, el cientifico saco del bolsillo de su bata un pequeño puntero laser, con el cual, segun explicaba, le habia estado apuntando a Paleta durante toda la puesta en escena. Luego anuncion que la exhibicion tenia una segunda parte.
Pusieron a la rata tiburon en un tubo de plastico transparente. Dentro de este tubo, habia diversos objetos: tuercas, tapas de gaseosa, pedazos de madera, de vidrio, pedazos de carne. El cientifico le iba apuntando con el laser a Paleta cada vez que llegaba a un objeto y esta lo atacaba y mordia como si fuese una presa.
El estudio, segun dijo el cientifico, habia permitido grandes avances en el campo de la neurologia, porque por primera vez se habia conseguido aislar en un mamifero el conjunto de neuronas directamente implicadas en el instinto asesino que, teorizaba su paper, estaba intimamente ligado con la caza.
El siguiente paso era, en un experimento futuro, repetir el procedimiento pero dañando las neuronas de modo tal que el impulso se viera reducido al 50%.
- De esta manera y segun nuestra teoria general - vaticino el cientifico - la rata mordera y mordera pero no sera capaz de dar el mordisco asesino. No sera capaz de matar. Y no por falta de voluntad o manipulacion conductista. Sino por una reduccion del impulso mismo. ¿se entiende?
Algunos, los que habian entendido, habian comenzado a aplaudir. Satisfecho, el cientifico remato
- Este es el primer paso para la operacion que reduzca e imposibilite el instinto asesino en los hombres. Queremos creer que con estudios como este, en un futuro esta operacion sera no digamos posible, sino obligatoria para todos los seres humanos nacidos en el mundo civilizado. ¿se imaginan los resultados? ¡habremos logrado acabar con los asesinatos! ¡y sin quitarle a nadie su libre voluntad!
Ahora si, aplausos generales.

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