22 oct 2018

Para encontrarme tengo que meter el brazo en el charco, casi hasta el codo. Y revolver, hacer girar la mano y agitar los dedos como si cada uno de ellos fuese la cabeza de un caracol. Estirar las antenas al maximo, hacer fuerza hasta sentir con la yema el fondo lodoso, pantanoso del charco. Cada dia que pasa tengo que buscar un poco mas. Cada dia que pasa el charco es un milimetro mas profundo. Cada dia que pasa el fondo se aleja, se hunde un poco mas. ¿llegara el dia en que no conseguire hallarme, el dia en que mi propio fondo sea demasiado profundo, demasiado hundido para mi brazo? ¿como hacer crecer el brazo, como evitar la erosion del lecho del charco?
Busco y busco. No debo hablar, no debo pensar, solo debo buscar. Tantear aqui y alla hasta que finalmente me encuentro, me hallo, me reencuentro con esa particula inasible en la que me reconozco a mi mismo mas de lo que me reconozco en mis ojos o en mis manos o en cualquiera de mis ideas. Eso que me hace ser yo, como una libelula o una luciernaga, algo fragil entre las manos recien sacadas del charco. 
Si, pero que es. ¿que es esa cosa que sale del charco? ¿y por que se hunde, por que?
Ahora, sentado entre ustedes, siento que nuevamente se me escapa. Con otros dejo de ser yo. Aquello se retrae, se confunde con la hierba, se entierra. Y sin embargo, en su ausencia esta presente como nunca. Y se que yo soy yo y no este o aquel otro. Yo. Sebastian. Diferente de Pedro y de Juan. Algo que no son ni mis ideas ni mis recuerdos sino una forma de concebirme a mi mismo, precisa y vaga a un tiempo. Precisa por lo reconocible, por ese decir "heme aqui, esto y no otra cosa, y esto soy yo, Sebastian, y no Pedro ni Juan". Vaga por lo morfologicamente indefinible, por lo cambiante, por lo constantemente mutable de su configuracion. Una forma burbujeante, sin aristas, sin afuera ni adentro. 
¿Cuantas veces, cuando era niño o cuando era adolescente o cuando era joven, crei hallar la forma definitiva? Cada vez creia hallarla, cada vez volvia a perderla. Hasta que un buen dia me di cuenta de que no habia forma definitiva, de que no habia nada que persista, de que yo soy solamente mi reconocerme a mi mismo. No puedo atraparme, no puedo clavar la mariposa en un corcho. Puedo reconocerme en otros espejos como lo que no soy. Puedo reconocerme en los espejos de lo que se me asemeja, puedo reconocerme en los mensajes vedados que me envio en los sueños.
No soporto tenerme entre las manos durante mucho tiempo. ¿que haria conmigo? ¿que constuiria?
Entonces lo dejo caer, me dejo caer de vuelta al pozo, al lago, al rio, al torrente de ideas y de voces y de proyectos en el que nado como una serpiente. Mis elementos. No puedo vivir mucho tiempo por afuera del torrente, pero tampoco puedo vivir siempre en el. Envidio a los que pueden vivir constantmente fuera del agua. A los pajaros, los caballos y los zorros astutos, que no quieren las uvas que no pueden alcanzar. Yo no puedo obtener las uvas, y tampoco puedo dejar de quererlas. Quiero las uvas y el deseo de las uvas y el dolor del deseo de las uvas, oh Nietzsche. 
Envidio y odio y desprecio a los que pueden vivir constantemente sumergidos. A los peces y las algas y los bancos de coral, a todas las criaturas del fondo marino a las cuales mataria cualquier sutil cambio de presion. Para ellos el vivir constantemente inmersos en la corriente de los deberes y los haberes, para ellos ser completamente identico e inseparables de sus constantes ideas, sentimientos y presiones, para ellos ser iguales a la succesion de vagones por el foco de la conciencia. Para ellos la felicidad de no preguntarse acerca de la felicidad. La seguridad. Sufrir y amar sin grietas, sin titubeos, sin espacios entre las notas o sin silencio entre las imagenes.
Para ellos la estatua de hielo, el agua congelada y esculpida de tal forma que ellos llaman "yo", que ellos identifican con "Yo". ¿pero cuanto frio es necesario para mantener la estatua? Sostienen la estatua al precio de congelar sus aguas, de no fluir. Su rio no es un poderoso torrente de primavera. Los peces no saltan ni se agitan. Duermen bajo la superficie congelado. Es un lago fantasma en donde solo se refleja el cielo. Ponen esto aqui y esto alla. Hacen minutos de los instantes, horas de los minutos, dias de las horas. Consiguen realizar el milagro del Martes y del Jueves, logran en cada momento tener algo especifico y necesario para hacer. Cada hecho esta precedido y antecedido. A ese invento lo llaman la vida.

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