Ir a comprar galletitas era toda una experiencia. Uno podia comprar por unidad o por kilo. Incluso podia, si no tenia verguenza, sonsacarle al almacenero una galletita de tal o cual lata, siempre "para probar". Y ni siquiera hacia falta comprar. Ir a mirar galletitas al almacen era uno de mis pasatiempos favoritos cuando niño. Mas aun: ni siquiera necesitaba verlas. Solamente saber que esas latas estaban continuamente en los almacenes, rebosantes de galletitas varias, me daba una increible sensacion de plenitud y felicidad. Era como saber el paraiso cierto y alcanzable a solo una cuadra y media de casa. Un paraiso inagotable que podia traerse de a poquito, de a un cuarto kilo cada vez.
¿De donde salian estos cubos? ¿adonde han ido a parar? Es imposible responder a esta pregunta sin hablarles del honorable gremio de los Almaceneros. Este gremio es practicamente de origen medieval, contemporaneo de los masones. El almacenero no es otra cosa que un comerciante nato, un pura sangre. Desciende directamente del viajante de comercio renacentista. La unica diferencia es su sedentarismo. Es clarisimo que estos cubos son producto del arte de los almaceneros, y que los origenes de su diseño y fabricacion hunden sus raices en la edad oscura. Cubos similares, con una abertura circular (claro simbolismo de progresion espiritual) se encuentran ya en grabados antiguos y en obras esotericas como las llaves de salomon o el mutus liber.
¿siempre contenian galletitas? Bueno, aqui las opiniones de los experos se bifurcan. Como succede con el dodecaedro romano, no hay una teoria clara sobre el uso primigenio de estos cubos. Lo mas probable es que, como siempre suele succeder en estos casos, el recipiente sea anterior a lo que contiene. De todos modos, es ridiculo negar el parecido que tienen estas latas con los atanores otros hornos propios de magos y alquimistas. ¿es esto coincidencia con la sensacion que yo tenia de chico, de encontrarme ante "un mundo" cuando miraba las latas apiladas como la muralla de un castillo? ¿eran las latas un enorme muestrario, una especie de mapa el cosmos? Es sabido que los masones son muy dados al simbolismo y a la parabola. No hay razon para pensar que los Almaceneros, orden similar pero mucho menos estudiada, sea menos dada a estas formas de transmisión del conocimiento.
¡Las marcas, las marcas! ¿que son las marcas? ¿no son acaso la eterna promesa de las viejas religiones? ¿y quien responde por ellas? Yo puedo decirselos: lejanos presidentes en paises extranjeros, insoportables mesas de ayuda y kafkianos centros de atencion al cliente. Las marcas son siempre un simbolo. Como los dioses del monoteismo: no tienen una cara humana.
En cambio, in illo tempore, ¿como comparar esta frialdad de las marcas con la calidez de nuestro almacenero? ¿acaso don roque o el gallego farias podian engañarnos? ¿no responderia Mimi o Selva de su mercaderia? El almacenero no era solo el garante de la calidad de la mercaderia. Era ademas una cara humana. Un ser con alma. A el nos encomendabamos. En el poniamos la confianza y el criterio. Si uno confiaba en su almacenero, podia comprar con los ojos cerrados.
Vencidos poco a poco por la avalancha industrial de esta sociedad de consumo, los almaceneros fueron mermando casi hasta desaparecer. Con ellos se fueron las magicas latas cubicas que transfiguraban las galletitas en una realidad mejor, superior a la nuestra. Ese paraiso encapsulado se transformo (nos lo transformaron) en un ridiculo paquete de celofan de colores, con marca y precio.
Pero en algunos barrios de la capital (aunque tambien en algunos pueblos de las provincias) todavia se esconden los sobrevivientes del gremio. Y si bien son pocos los que muestran las latas en su negocio, sospecho (espero) que la gran mayoria guarda sus cubos en sus sotanos y garages, esperando que vuelvan los buenos tiempos, esperando tiempos mejores. Tarde o temprano las galletitas volveran a estar donde merecen.
2 comentarios:
De esos incontables pequeños universos del almacén de Don Bruno, yo siempre insistía tozudamente en las "Galletitas horózcopo". Había un azar, o tal vez una mano de oráculo, que designaba qué galletitas eran seleccionadas de la lata cúbica. Y se producía la magia, y sospecho que de haber tenido en mi inocente infancia algunos conceptos de la simbologia, habría comprendido que había un mensaje numinoso en esas galletas. ¿Por qué el carnero y no la balanza? ¿Por que tres pares de peces, dos toros y ninguna doncella?
Alguna vez, con mi torpeza de niño, habré hecho trampa buscando en la bolsita los símbolos que se le antojaban a mi estética. Me pregunto si esas galletas, que no eran particularmente las más ricas, no tendrían una finalidad tanto profética como un código entre entendidos...
Las galletitas Horózcopo actuales tienen otro sabor, son más pequeñas y no parecen guardar ningún misterio en su aleatoria combinación. Ya no hay un iniciado en los misterios de los almacenes seleccionando los símbolos, sino una vacía máquina en una cadena fordiana.
Las galletitas horoscopo son oscuras y misteriosas. Siempre sospeche que se usaban como comida ritual en orgias illuminatti o en ceremonias de magia barrial. Una vez soñe que habia 12 galletitas "doradas" que estaban distribuidas al azar entre todas las cajas de horoscopo de los almacenes. Onda el ticket dorado de la fabrica de willy wonka.
Quien sabe para que servian esas galletas doradas...
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