5 nov 2018

Ejemplo de Interseccion de Conjuntos

El tren vuelve a campo traviesa. Recorro con mis ojos las figuras (algunas charlan, otras van como yo, absortas) de los pasajeros de mi vagon. Hace un sol esplendido. El vagon esta lleno, en su mayoria de señoras. Hay un grupo de viejas chotas con remeras coloridas. Son turistas, turistas urbanas. Las agrupo mentalmente, hago de cada una de ellas parte de un conjunto. Destruyo su individualidad. Hago que todas ellas provengan de Caballito, de Villa Crespo, de San Telmo, de San Isidro. Me doy cuenta por sus voces, por la ropa que llevan puesta (calzas de marca y camperas deportivas Montagne, Columbia o Scandinavian). Todas van de anteojos negros. Jubiladas, viudas de militares, divorciadas de exitosos empresarios o todavia infelizmente casadas con ellos. Algunas llevan casos de ciclismo. Imagino, en el fondo o el comienzo del tren, un furgon lleno de bicicletas importadas. Yo tambien llevo anteojos negros que, fabulosos, le dan a mis ojos la intimidad que exige mi indiscreción de silencioso narrador que observa sin ser observado.
Ahora que las viejas estan disueltas, aglutinadas en un conjunto, me es mas facil odiarlas; Mas facil de lo que me seria odiarlas una a una, particularmente a cada una, con sus peculiaridades, con lo que hace de Celia Celia y de Marita Marita, y asi con cada una. Pero no me interesan sus particularidades. De hecho, me estorban. No quiero conocer las particularidades o lo que ellas creen que las hace unicas y diferenciadas, lo que demarca la frontera entre una y otra, aunque sean tan evidentemente lo mismo. Intercambiables. Por eso mientras las miro y mientras las odio le una bendicion a Porfirio y a Aristoteles. La categoria elimina lo especifico, elimina a Marita y a Celia o Cleta o como se que se llame realmente, y deja la masa indiferenciada y diferenciada a un tiempo, no ya en cuanto a individuos, sino a un grupo. Ahora son un bloque homogeneo, sin aristas, una caja con su correspondiente etiqueta. Disuelve y venceras. Es muchisimo mas facil odiarlas asi; Muchisimo mas facil ejercer mi odio de proletario de clase media-baja. Cerrar los ojos ante sus situaciones y odiarlas por su tono, por sus expresiones asquerosamente afectadas, por sus falsos bronceados de camas solares, por sus conversaciones insulsas, por sus vaginas ya resecas dedicadas a toda una vida de prostitucion al capital en general y a los capitalistas en particular. El odio encaja facil y rapido. Directo. Como una pieza de mecano con otra, como un sello recien cargado de tinta sobre la inmaculada blancura de una hoja de papel lisa.
Enfundado en mis lentes negros, desvio la mirada hacia la ventanilla, hacia el campo. Hay vacas. Mis ojos son dos armas cargadas, disimuladamente enfundadas en una larga gabardina. Cuando llegue el momento, abriran fuego sobre el mundo. El mundo no vera venir las balas. Saldran con un fogonazo ahogado, como si pusiera una almohada en la cabeza sobre la que disparo.
Una parte de mi (¿mi razon?) me dice que tal vez, solo tal vez, mi odio hacia las viejas sea injustificado. Una mezcla de Gerontofobia y odio a los ricos en general; (Nota aparte: el odio a los ricos no tiene nombre, y no es porque no exista, sino mas bien porque existe de manera invisible, velado. Y tambien porque son justamente estos ricos los que crean el lenguaje que, a su vez, crea los conceptos. Fin de nota) Algo asi como una necesaria interseccion de conjuntos entre los dos prejuicios antes mencionados. Porque puede ser que haya viejos buenos y puede ser que hay Burgueses bondadosos, pero todo el que tenga un minimo respeto por la estadistica tiene que concluir, si maneja mis hipotesis iniciales, que un viejo burgues es casi con seguridad un hijo de puta.
Pero hay otra parte de mi (¿mi instinto, mi intuicion?) que me lleva a creer que este odio y su consecuente operacion de empaquetamiento estan enteramente justificados. Miro las vacas. Pienso. Primero se me ocurre un metodo analitico. Voy a las premisas: "Los viejos son malos" (evoco como justificacion la nocion de KaloKagathia de Platon, con algunas observaciones Jungianas del miedo a la muerte)  , "los ricos son malos (sostengo con enfoque empirico-inductivo), y finalizo con la ya apelada logica estadistica. Sonrio y me quedo tranquilo unos segundos. Sigo escuchando hablar a los viejos. No, no es eso. Es otra cosa lo que sanciona mi odio como valido. ¿que es? Es la operacion misma, la disolucion, el mero hecho de que sea posible abstraer sus individualidades en una masa o conjunto prueba que sus individualidades son basura, porque solo la basura se presta al descarte. Pienso en la definicion de basura y se me impone justamente esto: Aquello lo cual se presta al descarte. Tal vez odie a los viejos solo por eso, por dejarse categorizar asi, sin que nada en ellos grite protestando, ejerciendo resistencia a mi pensamiento. Busco y rebusco en cada uno de ellos. Pienso ¿quien es este, que tiene para ofrecer? Pero solo veo gestos, caras, palabras vacias. Modos y formas irritantemente intercambiables al punto tal que creo fervientemente que si, utilizando alguna de las artes oscuras, tomara la voz de Cleta y la pusiera en Esther o Marita, nadie lo notaria. Ni siquiera la misma Cleta. Y lo mismo con sus ideas, ojos, bocas, formas de pararse o sentarse o cualquier otra cosa que hagan o dejen de hacer.

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