17 ene 2011

Para decirlo con una frase consisa: Total, me siento total y completamente incomprendido en mi propia casa. ¿Sera acaso una regla natural el no identificarnos con nuestra familia?. Harto de tener que escuchar siempre las mismas inocencias sobre trivialidades. Creo que lo que mas me encoleriza de una persona es una manera de hablar. Es un rechazo plano a la falta de profundidad que hay en mi casa. Toda mi familia es una nulidad para lo que yo represento. En los ultimos dias no puedo evitar sentir una aprehension y un rechazo por todo lo que veo y oigo. ¡No me interesa para nada! ¿Que es lo que veo aca? Trivialidades, preocupaciones pateticas, problemas que me averguenzan aunque no sean mios, odio de todo corazon estar aparentado con ciertas cosas, con ciertas ideas, con ciertas personas. ¿Que habria sido de mi vida en otras circunstancias?
¡Que desgracia tener esta clara y horrible vision de mi situacion! ¿Acaso no puedo tener yo tambien esa patetica debilidad para evadirme de la vida y para entregarme a algo peor que la vida? ¡Es un desperdicio ser quien soy en todo el tiempo! ¿Acaso me quejo de lo obvio?
Tan alejado... naturalmente tan alejado de todos los que mas cerca estan...

Ah... sin tan solo pudiera vivir sin estos momentos...



Desearia tener la fuerza para estar eternamente en conformidad con la soledad que experimento...

1 comentario:

Jora dijo...

¿Te referís a que tu abuela ve a Tinelli? ¿Ahora ve a Gran Hermano? (Si es eso te comprendo bien, jeje)

Es natural que los hijos desarrollen personalidades opuestas a las de sus padres y que cada miembro de una familia se distancie de los otros. También sucede que en las familias se cortan las inhibiciones ofensivas. Uno tiende a ser en su casa menos tolerante y menos diplomático que con “los ajenos”. Eso es en parte por el sentido de pertenencia que se tiene al entorno y lugar, y también por la confianza desarrollada en los familiares.

Muchas veces lo mas indicado para mejorar las relaciones familiares es ser “objetivo y ajeno”…