24 ene 2011

Sobre el amor(III?)

I : El amor es la regla de la exepcion a la regla
II: El amor es como las brujas: Logicamente, tecnicamente, naturalmente sabemos que no puede existir de ninguna manera, pero sin embargo...

El amor es solo una palabra para englobar algo que no tenemos manera de saber que existe universalmente. Sin embargo creeemos, cometemos el error de creer que cuando decimos amor, hablamos todos de la misma cosa. Ese error es el primero que hay que tener en cuenta. Como dije en un texto: "No hay nomenclatura para lo abstracto" Y, a lo mejor, llendo a los extremos, ¿Que tan seguros estamos de entender y de nos entiendan cuando decimos a otro u oimos del otro la palabra "amor" o la expresion "te amo"? La supocision de que el amor es algo que existe y que es una misma cosa, sensacion, sentimiento o lo que sea para todos es la piedra angular de los malos entendidos. Cada uno es una nacion con su propia historia nacional, y cada uno es una nacion que habla su propio idioma. El amor, al igual que muchos otros sentimientos, son una torre de Babel. La falta de traduccion entre los seres hace que se designe con una palabra a un gran cumulo de sentires y de variaciones de sentires. De hecho, en una gran cantidad de casos, ni siquiera estamos personalmente de acuerdo con nosotros mismos acerca de que es el amor y de que no lo es. La falla de nuestro lenguaje para expresar sensaciones tan efimeras y aleatorias  es lo que genera todos los problemas y malentendidos entre las parejas, los amigos y tambien los enemigos. Entre los muchos defectos que tenemos estan estos dos:
1) Presuponer que cuando escuchamos una palabra esta tiene un significado universal. Dicho de otro modo, oimos una palabra de otro y le atribuimos un significado nuestro. Resultado logico: No entendemos el sentido ultimo de las palabras.
2) Pensamos y Razonamos y nos expresamos en palabras, propocisiones y oraciones. Pero sentimos en una unidad que no tiene nombre. Resultado: Cuando queremos expresar lo que sentimos lo hacemos de una manera imperfecta, reduciendo o deformando el sentido del sentimiento al forzarlo a encajar en una expresion linguistica.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, voy a tratar de expresar lo que creo son los fundamentos de eso que entiendo como amor. El tema es complicado y por eso voy a intentar hacerlo a modo de ensayo, sin mucha calidad literaria.

El amor es una idealizacion de ciertas necesidades naturales. La necesidad de crecer es quizas la mas natural de las necesidades. El amor comienza o con una liberacion o con una perdida de la libertad. Quizas sea el amor el deseo de lo necesario para la libertad. Por ende, el amor es necesariamente un sentimiento que tiene mucho de egoista. El placer y el deseo son las dos caras de la felicidad pasional. El deseo es la cara pasiva y el placer es la cara activa. El deseo se proyecta en el pasado o en el futuro y el placer es el deseo o el disfrute de lo que ahora mismo ocurre, del presente. El placer es el deseo que da con su objeto en el instante mismo en que esta deseando. No hay placer si no hay deseo y no hay deseo sin carencia. La carencia trae naturalmente angustia y sufrimiento. El placer trae felicidad y paz. Por ende no hay placer sin sufrimiento ni paz sin angustia. El amor y el sufrimiento son las dos caras del deseo de la felicidad. El aferrarse a cualquiera de los dos estados es no natural.
Ciertamente tendemos a perpetuarnos en los estados que nos son placenteros, por ende tendemos a perpetrarnos en el amor cuando este nos da placer. Como suele ser el amor el sentimiento mas placentero de todos, seguramente tendimos naturalmente a querer estar siempre enamorados, hasta llegar a crear el falso concepto de que el amor, para ser amor, debe ser algo eterno. Ahora, es necesario concluir que somos adictos a la felicidad o a la seguridad de la felicidad. Por ende, somos adictos a cristalizarnos en esos estados de animo que nos hacen felices. De hecho, queremos estar felices todo el tiempo. Pero si aceptamos como antes que el amor y el sufrimiento son las dos caras de la felicidad, viviremos entonces en una paradoja en la que no entendemos que ser felices nos lleva a sufrir y viceversa. Sabemos que el sufrir constantemente no nos hara felices, pero no parecemos querer aceptar el hecho de que estar en un estado placentero como lo es el enamoramiento tampoco nos es natural, y por tampoco benefico.
El amor no es el mas elevado de los fines ni el mas benefico de los sentimientos. Es un fuego que destruye y arruina a quienes se entregan sin reservas. El amor sin reservas crea o el mas profundo asco por lo ya poseido hasta el fondo o lo unico peor que eso: Una dulce adiccion en la que, como en todas las adicciones, ya no vemos el mundo tal cual es. Entonces, el amor tiene como resultado final o la ilusion o su conversion en odio. ¡Vean si no es esto lo que pasa en el mundo!
El fin mas elevado de todos es la libertad. El amor dijimos es el deseo de lo necesario. Deseamos lo que amamos y amamos lo mas necesario de todo, es decir, eso que nos hace crecer. Y si el fin mas elevado de todos es la libertad, amamos lo que nos hace libres. El amor debe ser entonces el deseo de la libertad, nuestra y del otro. Pero, ¿no es cierto acaso que adoramos lo que amamos? Si.. pero, ¿no amamos en primera instancia eso que adoramos? ¿Como sabemos hasta que punto condicionamos eso que amamos o somos condicionado por eso que amamos?
La unica manera de saber esto es tomando una sana distancia del enamoramiento a intervalos regulares. Somos seres demasiado cambiantes y volatiles y pretender que nuestra voluntad puede tomar una decision por los años de los años es un error. Tenemos la imperativa necesidad de reveer constantemente si nuestros ideales se condicen realmente con nuestros sentimientos actuales. Esta revision de nuestros sentimientos se nos presenta como algo amoral, como algo indignante e incluso puede ser vista por inseguridad. Pero la verdad es que es simplemente un esfuerzo por ser constantemente honestos con nosotros mismos y en ultima instancia, es la unica manera de ser honestos con los demas.
No hay nada que se deba interponer en nuestra libertad. Y tampoco debemos entrometernos en la libertad de los demas. Por eso, cada dia, cada decision, debe basarse en la realidad de lo que sentimos y no en simplemente aceptar viejos acuerdos con nosotros mismos o con otras personas. El ideal mas alto debe ser el amor a la libertad. Y de este ideal debe surgir su consecuencia logica respecto a las relaciones individuales: La libertad en el amor. ¿Que es en ultima instancia la libertad en el amor? ¿No es justamente darle libertad a nuestro ser del amor mismo en su forma mas pura y por lo tanto, mas concentrada, mas intoxicante? ¿No es acaso darnos libertad del amor, poder prescindir de el y pese a su ausencia ser felices? El darle la libertad al otro de prescindir de nosotros, de llevar una existencia aparte de nosotros (Por que dejar ser aparte al otro es lo mismo que decir que se lo dejar crecer) es otra cosa que dejar al otro libre por momentos de las pesadas ataduras de los deseos y esperanzas que ponemos en esa persona? ¡Y debemos liberarnos tambien de todo lo que pesa sobre nosotros!
La unica forma de amor que no cae en la obsesion es la que se produce cuando ponemos a la libertad de nuestro ser por encima del placer de este. Asi evitamos los vicios, los cuales nacen todos del abuso del placer. Asi evitamos la obsesion amorosa, que es el vicio del sentimiento como narcotico que nos ancla a pateticamente a alguien. El no dejar de saber nunca esto: Somos seres individuales que nacimos solos, moriremos solos y que por lo tanto debemos ser lo suficientemente fuertes para vivir solos. Si entendemos esto, el amor pasa a convertirse en una eleccion propia y no en una necesidad natural.

Sebas

1 comentario:

Jora dijo...

¡Me encantó tu ensayo Sebas!

Lejos de hacer una crítica, en este caso, presento una perspectiva…
Psicológicamente hablando, creo que la mayoría de mis acotaciones son de este modo. El amor es la proyección de ese ideal que mencionaste, un ideal de equilibrio y felicidad, en un objeto, sujeto o incluso idea. Hablaste mucho de la libertad y con mucho acierto, no voy a extenderme dándote la razón… Desde mi punto de vista, esa proyección que representa el amor tiene como fin inconsciente la trascendencia personal, o como dirían algunos, la individuación. Cuando podemos aprender del amor nos superamos a nosotros mismos, y cuando no podemos nos apegamos y formamos un vínculo enfermizo. Esto se aplica a sujetos, objetos e ideas.
Obviamente el mejor ejemplo son las relaciones amorosas en la que las dos partes se dañan constantemente y parecen enemigos, pero no pueden dejar de estar juntos. Hay algo que deberían aprender y no lo hacen, y siguen buscando instintivamente en el otro aquello que a cada uno le falta. Dirás que es el miedo, la comodidad, la conveniencia. Quizás el combatir esas características sea el aprendizaje, cada relación es compleja. ¡Por suerte para nosotros los analizadores de personas!
Otro ejemplo práctico son los fetiches… Proyectamos valores psicológicos en ellos y se transforman en símbolos. Pudiéndolos usar para rituales con valor transmutador para la mente, o descubriendo lo que proyectamos y entonces descubrir cosas de nosotros mismos… En lugar de eso nos atamos a los fetiches, los convertimos en fetiches justamente, y nos volvemos dependientes de cierto objeto o incluso ritual. ¡Si pudiésemos descubrir, aceptar y entender que cuando encontramos paz al contemplar la imagen de Jesús en realidad lo estamos haciendo con una proyección de un ideal moral de uno mismo!

Entonces… El amor solo es útil y benéfico si podemos desprendernos de él… Pero… ¿El amor es amor si podemos desprendernos de él?