El que rie ultimo... si, si es que logra reir. "Solo un paseo". ¿no? Despues de todo, que sentido tiene poner las propias finalidades como finaldiades en si, los propios gutos como criterios esteticos universales, dejarse llevar por ese tan como falseamiento propio de todos los filosofos. Soy como una hormiga que hurga y hurga en un terrario, sospechando realidades mas alla de su galerias y tuneles, mas alla de la superficie y del terrario, del vidrio que no se sospecha e incluso de la hormiga misma.
Cuantas cosas pueden partir de una frase, de una contestacion, de un silencio. Cuantas frases o avistamientos son mechas, mechas insospechadas, que van comiendo cables aun menos sospechados para que un dia, mucho despues, o quizas pasadas unas horas, entre el cafe de la mañana y la depresion embrutecida de una tarde de calor, subiendo o bajando una escalera o esperando el colectivo, o en cualquiera de esos micro espacios de reflexion que nos da la vida "diaria", explote eso que habia prefigurado cierta nimiedad que, en el momento de la explosion, ni siquiera podemos recordar y que nos llevan a atribuirle como causa (de la explosion, no de su causa) muchas cosas falsas, que derivan jocosamente en todo tipo de errores y horrores psicologicos y personales, en todo tipo de malentendidos o en algun bienentendido falso.
Recuerdo las palabras de Nietzsche al comienzo de la Genealogia, "¿que ha sonado?".
Hay como unas lineas paralelas, como un juego entre yo y mi sombra o entre mi sombra y yo, que se yo si no estoy siempre un paso adelante de todo lo que hago. Y desde aca, que facil que es caer en la dualidad de "actividad" y "pasividad", o en el ego trascendente, en el observador inobservado, lo cual supone o tiene que suponer a un tiempo que hay otro yo que es un observado que no observa. Y ahi esta el asunto de estar a un tiempo un paso por detras y un paso por delante de mi mismo.
¿de mi mismo? ¿Que es ese "mi mismo"? ¿que es sino ese espacio gris y difuso que existe entre ese que no se sabe observado y ese que observa? Algo como una pared de niebla, espejado, un espacio incomodo por el que transitan las vivencias ("Percepcions and ideas" diria Hume) desde la realidad mas ocura y mas punzante, que me lleva a actuar, hasta la realidad mas luminosa y pasiva, que contempla apolineamente, que entiende, clasifiica, se explica a si misma y a la otra parte, miente mucho y por sobre todas las cosas.
A veces pienso que no soy tan diferente de los religiosos. La vision, la descripcion (ciencia eidetica descriptiva, que idiotez esa renuncia positivista, tan poco artistica, tan pared pintada toda de blanco, tan hacia adentro) meramente sumatoria, descriptiva, clasificadora, ordenadora del mundo, bueno, sencillamente no es posible vivir sin sospechar algun orden del que emane un sentido central, que se mantenga. Claro esta que dicho sentido no es accesible a la razon, no comprensible ni explicable. Si lo fuera, ya lo habria descubierto y ensañado innegablemente alguno de nuestros filosofos o cientificos pasados o presentes. Por supuesto que en ese sentido positivista, la verdad es como Aristoteles y Descartes pensaban: Conviene a todas las opiniones, y convence a todos por su evidencia. Y tal vez, precisamente por eso, por lo anti problematizada, por lo evidente, por lo demostrada, ¡ay!, tal vez...
La razon, la mas imperfecta y falible de todas las armas humanas, quiere cargar sobre si la camelina responsabilidad de garantizarnos en acceso y la comprension al centro del circulo, al final del camino, al pasadizo secreto que nos lleva a reingresar en el jardin del eden.
Pero tal vez la manera de acceso a ese centro, al lugar mas soleado del parque (que si existe la felicidad, la eudaimonia, debe ser algo como el lugar mas soleadod el parque) resida en otras cosas, en algo analogico o alegorico, en una pista de libreria, en alguna referncia casual, simple, en la mera sospecha de mundos portentosos y terribles. Por que si, debe ser que en algun momento toda esta montaña rusa de azar y sinsentido coagule, al menos por un instante, en una roseta de catedral gotica o en una cancion, un cuadro de Da Vinci o en fin, en cualquier unidad de sentido perfecta y cerrada y en la que uno este en el medio como el engranaje de una rueda.
Y es que casi se nos convence de que el hombre no necesita un sentido, de que puede vivir completamente desorientado, apuntalado mas bien, que no tiene razones o sinrazones para querer atisbar detras debajo o mas alla de una pera o una avenida, que la vida puede ser una causalidad absoluta, sencilla y siempre explicable por razones inmediatas y que sentido tiene darle tantas vueltas al asunto, si es asi y se acabo. Pero pese a que se piense que mucha gente pueda vivir solo asi y de que de facto, eso no explica que constantemente se estan dando como productos de que eso anterior no puede ser, de que hay como un delirio persecutorio de algo que no solo explique, sino que signifique la realidad, la cargue de una semantica extraña, diferente.
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