El auto avanzaba lentamente por el camino de tierra. A ambos lados del sendero, altos campos de teosinte ocultaban la pequeña polvareda que levantaba el vehiculo.
Maribel conducia sola. Le habian dado las instrucciones de como llegar hasta alli. Tales instrucciones no le habian salido baratas. Tampoco le saldria barato el procedimiento, por supuesto. Le habian explicado en que punto exacto tenia que comenzar a prestar atencion, mirando siempre al lado derecho de la antigua ruta provincial, para detectar un objeto que solo podia detectarse si se prestaba atencion. Del objeto en adelante, convenia bajar la velocidad, porque el sendero de tierra estaba practicamente oculto y habia que estar muy atento al camino. En fin, si llegaba al segundo objeto sin haber encontrado el desvio, podia retomar e intentarlo de vuelta. Maribel pensaba que no le habia hecho falta, que lo habia encontrado a la primera y que ahora avanzaba entre las altas Milpas de teosinto en primera, casi en punto muerto. El camino iba en una bajada ondulada pero persistente. Bien podria haber apagado el motor y dejar que el sedan se deslizara o mas bien rodara, dando tumbos, entre las piedras sueltas. Pero no lo hizo. La bajada podia acabarse o podia necesitar el motor por otras razones. Era la primera vez que se salia por fuera de los lineamientos. ¿y si la vigilaban? ¿y si la habian estado siguiendo? ¿Y si solo la estaban dejando llegar hasta alli para atraparla con las manos en la masa, a ella y a los reprogramadores? Maribel sabia - no habia noticias ni documentos oficiales pero la gente en general sabia - que la gente del ministerio no se andaba con miramientos a la hora de sacarle informacion a los que se salian de los lineamientos. Los lineamientos... eran sagrados. Eso se enseñaba en la escuela. Y los del ministerio mostraban el furor religioso que otros habian mostrado con sus propios lineamientos sagrados a lo largo de la historia. Y sin duda querrian saber mucho. Siempre querian saber. Querrian saber quien era, que hacia, que numero de integrado tenia, si estaba o no modificado. Para eso no habria muchos problemas. Les alcanzaba con que un tecnico leyera el integrado, y con que un programador del ministerio revisara el codigo en buscar de fallas en su integridad. Cosa de minutos o de horas, no lo sabia con exactitud. Pero cualquier averiguacion de antecedentes demoraba una noche detenido, no mas. Cuando alguien era detenido por mas tiempo era porque lo que querian saber no se encontraba almacenado en el integrado. Por ejemplo: quien le habia pasado la informacion acerca de los reprogramadores. Picana. ¿donde los habia conocido? Submarino. ¿con que otras personas habia escuchado lo que sabia? Hueso roto. ¿quien mas sabia?. Quemadura. ¿quien mas pensaba que podia saber?. Costilla fracturada. ¿a quien podia señalar, por donde seguir la cadena? sangrado interno. Oh si, querrian saber muchas cosas. Descubrir toda la cadena desde el inicio hasta el final. Ella solo seria otro eslabon, un cuerpo mas, un integrado del cual extraer la data. Sin escatimar esfuerzos, sin piedad. Maribel sabia que al principio, solo al principio, por principios, intentaria resistir. Intentaria no traicionar a los que le habian sacado un ojo de la cara con el pago por la informacion. Y sobre todo, no querria delatar a la amiga que le habia pasado, gratis y entre dos vasos de Ginebra (ilegal, por supuesto. Esa amiga tenia contactos para todo), sin cobrarle mas que el abrazo con el cual se despidieron ese dia, la informacion de como conseguir la informacion. Pero tambien sabia que ante el primer fogonazo de dolor insoportable, su boca gritaria sin control. Y cuando uno no tiene control es mas facil decir lo que no se quiere decir.
Maribel trato de no pensar en ello. Mejor era tener el motor funcionando, manejar con cuidado y tener los ojos abiertos. Le quedaban dos, quizas tres horas de luz. Habria salido mas temprano si no hubiera tenido tantas dudas, penso. Dudas pero tambien la necesidad de no llamar la atencion. Habia dedicido salir junto con los que salian del turno matutino. Camuflarse en el ejercito de obreros que volvian a sus casas. Realizar la diaria ordalia de la autopista, solo que esta vez no saldria por la bajada habitual. Continuaria al mismo ritmo, manteniendo la cara de aburrida y los ojos muertos, hasta que dejara atras la zona centrica y luego la residencial. Le quedaban dos horas de sol. Tras ello tendria que manejar a oscuras o arriesgarse a prender las luces delanteras. ¿llegaria a tiempo? El camino entre las Milpas no podia durar eternamente. Llegaria. Siempre que le hubieran pasado bien el dato, claro. No confiaba en los vendedores de informacion pero confiaba en su amiga. ¿acaso no habia conseguido la ginebra? ¿acaso no tenia un libro de poemas de Safo? ¿acaso no le habia mostrado la cicatriz en el tobillo, como una prueba irrefutable de que era posible? Habia visto la cicatriz, por lo tanto el camino tenia que terminar en algun sitio.
Los integrados se colocaban entre las dos semanas y el año de vida. Se decia que no habia dos modelos iguales, pero aunque Maribel no tenia la menor idea sobre ingenieria o computacion, sabia que eso no podia ser mas que una de las tantas exageraciones del ministerio en materias de publicidad. Muy bien podia ser cierto que los modelos se irian actualizando con bastante regularidad. Pero suponer que cada uno de los setenta y dos millones de Argentinos tendrian un modelo personalizado de integrado, era sobreestimar las capacidades tecnicas del gobierno. Lo que si era cierto es que no se colocaban siempre en el mismo lugar. Esto variaba de persona a persona. Podia ser en el cerebro - el peor de los casos - o en el hombro; O en el pecho, o entre los homoplatos. En cualquier lado. Las manos y los pies eran los sitios menos comunes. Por los golpes o las posibles lesiones. Lesiones que muchas veces venian de parte del propio ministerio. Habia escuchado casos de gente que sufria castigos y en donde inexplicablemente se evitaban ciertas partes del cuerpo. Eso era una pista de que el integrado podia andar por ahi. Antes, haria unos veinte años, todavia se usaban scanners locales y uno podia saber donde tenia su integrado porque literalmente debia colocar esa parte en el lector de la policia o de cualquier funcionario. Luego paso que mucha gente comenzo a sufrir convenientes accidentes en el brazo o en la pierna donde tenian el integrado, y a desaparecer mas convenientemente antes de que le pudieran colocar uno nuevo. Entonces el gobierno paso a usar los scanners de onda, que tenian varias ventajas. La primera era que eran de cuerpo completo, y la segunda es que se podian usar a distancia. Los mas simples, que operaba la policia, tenian la forma de un megafono y un alcance de hasta cinco metros por tres de amplitud. Esto les permitia por ejemplo leer de un mismo disparo a seis o siete personas, lo cual era muy practico. Los de diez los tenian funcionarios de rango medio, aunque su estandarizacion para las fuerzas de seguridad eran solo cuestion de tiempo. Se rumoreaba que los altos mandos tenian Salas Scanners que podian leer a un barrio entero, o que el presidente tenia en la casa rosada un Scanner lo suficientemente fuerte como para leer a toda la ciudad o incluso alcanzar la perferia de los barrios de la provincia. Esto era sin dudas otra leyenda urbana, otra exageracion. No porque no se les hubiera pasado por la cabeza tal cosa a los del ministerio - sin dudas que estarian gustosos de tener semejante artilugio - sino porque de ser asi, no se tomarian la molestia de darle un scanner manual a cada agente y funcionario.
Una vez colocado, el integrado acompañaba a su huesped durante toda su vida. Salvo que fallara, claro. Pero no era comun. Ocurria, pero la tasa era muy baja. Estaban diseñados para usar la bio electricidad del cuerpo, para adecuarse a los cambios fisicos, biologicos y de temperatura. Estaban diseñados para durar toda la vida y mas alla de la vida, incluso se podian hacer lecturas de cuerpos muertos en esas horas en que estos se descomponian. Mientras hubiera electricidad y movimiento, el integrado funcionba, y aun seguiria funcionando algunas horas o dias mas, hasta que se le agotaran los capacitores. Las revisiones medicas obligatorias eran semestrales. Suponia que era en ellas en donde se verificaba el estado de los integrados, sus funcionalidades y sus actualizaciones. Porque no solo era importante poder leerlos, sino tambien poder escribirlos. Esto es, poder cambiar lo que hacian y dejaban de hacer. Maribel sospechaba que todo el cuento de las revisiones medicas no era mas que una fachada para las revisiones tecnicas de los integrados. Prueba de esto eran las a veces inexplicables solicitudes (lease ordenes) de asistir a un centro medico para un "chequeo aleatorio". De aleatorios, nada. Cuando a una la llamaban asi era porque necesitaban cambiar algo o ajustar o precisar o depurar o comprobar.
Y es que lo mas interesante de los integrados era lo que hacian y lo que no permitian hacer. Maribel no recordaba ya quien los habia inventado, si habia sido una sola persona o algun misterioso grupo de desarrollo. ¿se lo habia enseñado en la primaria, en la secundaria, en los estudios complementarios de vocacion? No lo recordaba. Creia que si, pero era posible que no. De todas formas, no se podia confiar en la educacion que brindaba el gobierno. Lo cierto es que hacia aproximadamente 80 años los integrados habian llegado con un nombre comercial mucho mas amigable, y se habian distribuido en la industria medica como una nueva panacea. Chips maravillosos que le permitian a uno controlar condiciones delicadas, como las cardiacas, las hepaticas, el nivel de azucar para los diabeticos y el de sal para los hipertensos. Controles en tiempo real que hacian sonar alarmas en los relojes inteligentes de los preocupados medicos. Sanidad los habia aceptado encantados, pues ya en ese momento el clima politico tendia fuertemente al totalitarismo. Todo avance de la tecnica en pos del control y la predictibilidad era aceptado con una sonrisa por los gobiernos de turno, en esa epoca en la que todavia habia gobiernos y El Gobierno con mayuscula. Una vez introducido, la evolucion del integrado se dio con la naturalidad tal que esperaria un escritor conspiranoico de ciencia ficcion: de predecir y enviar informacion pasaron a manejar ellos mismos la informacion que enviaban. Poco a poco se prescindia de los medicos. Los avances avasallantes en materia de inteligencia artificial hacia que la sociedad pegara saltos de gigante en materia social. Los integrados pasaron de enviar a analizar, de analizar a sugerir, a recomendar y finalmente a dictar las acciones a tomar. Prohibida la venta de productos azucarados a personas diabeticas. Prohibida la venta de cigarrilos a los que esperaban un pulmon. Finalmente, los integrados habian dejado de especializarse en lecturas y habian pasado a escribir sobre la biologia humana. En efecto, la logica dictaba que la mejor defensa era el ataque, y que la mejor prevencion era evitar la aparicion de los sintomas. ¿por que iban a prohibirle comprar cigarrilos a un fumador de habito adquirido, poniendo por delante muchas inertes discusiones eticas que al final se resolvian a palazo puro en las calles, por que iban a hacer tan groseramente evidente la dominacion cuando podian sencillamente programar al integrado para que, poco a poco y progresivamente, modificara la biologia de su huesped hasta hacerle intolerable el cigarrillo? Si creia que naturalmente no gustaba de fumar, no iria a comprar cigarrillos en primer lugar. La idea era sencilla y perversa, y por eso fue que colo tan bien en los primeros años. Para cuando la sociedad se dio cuenta, ya era literalmente demasiado tarde. Eran segunda generacion de nacidos con integrados.
Mientras manejaba Maribel sonrio al hacer la comparativa: el totalitarismo de antaño no tenia nada que ver con el actual, que no era totalitarismo en absoluto, sino mas bien un absolutismo: estaba tan presente en la habitacion que se habian olvidado de el. Elefante blanco. Un absolutismo muy parecido al de dios: presente en todos lados pero en ningun en particular. Luego no era raro que hubiera tantos ateos. Pero los ateos tambien tenian integrados, y por lo tanto su ateismo bien podia ser inducido o condicionado. ¿quien le podia asegurar que los integrados no intervenian tambien en las ideologias, en la memoria, en las creencias? Casi sin darse cuenta, dejo de ver las Milpas de teosinto. O mas bien, tanto se habia habituado a ellas que tuvo que parpadear dos o tres veces para constatar que el camino habia salido de entre el sembrado y que ahora avanzaba en linea recta hacia lo que parecia ser unos silos a unos cuantos kilometros. Se sento recta en el asiento e intento mirar para los cuatro costados, pero sobre todo hacia atras, para ver si la seguian. No se veia a nadie a kilometros a la deriva. Su coche parecia ser el unico en la region. Mirando la posicion del medio sol anaranjado, concluyo que le quedaba una hora de luz. Llegado a ese punto, decidio que llegaria fuera de noche o de dia o al dia siguiente. No encenderia los faroles, dormiria en el auto si era necesario. Si su destino quedaba mas alla de esos silos tendria que hacerlo.
Los integrados podian condicionar una gran cantidad de aspectos del cuerpo y la mente humana. Por lo general, se hacia un estudio del individuo. Un estudio que comenzaba in utero, basandose en la informacion de los progenitores y sin dudas en informacion obtenida en los controles prenatales obligatorios, y en las revisiones medicas. El perfil incluia cuestiones genetica y epi geneticas. Los verdaderos basiliscos de Rokko que eran las Inteligencias Artificiales actuales, verdaderas ASI's de cuarta generacion, proyectaban un perfil de desarrollo para captar tendencias y, a partir de esa proyeccion, se suprimian condiciones y se limitaban otras. Se cortaban de tajo adicciones y se potenciaban otras, segun lo conveniente. Por ejemplo, no era conveniente que un individuo con proyeccion perfecta para soldado tuviese mareos en altura, por ejemplo. Habia condiciones que se limitaban en una gran cantidad de individuos: la tolerancia al dolor, por ejemplo, era exageradamente baja en grandes sectores marginales de la poblacion, pero sospechosamente alto en las castas hereditarias que formaban los cuerpos policiales. La cantidad de horas de sueño que los funcionarios parecian necesitar era siempre menor de las que necesitaba por ejemplo un trabajador productivo o administrativo. El gusto por ciertos alimentos y el disgusto por otros podian irse actualizando segun las capacidades productivas del pais. Esto era terriblemente conveniente, por supuesto. La capacidad reproductiva de enormes masas de individuos podian regularse clandestinamente mediante esos maravillosos addendums informaticos del tamaño de una aspirineta.
Atraveso los silos y los galpones derruidos casi a paso de hombre, revisando minuciosamente los carteles y las fachadas en busca de la señal que deberia estar dibujada, pintada o señalizada de algun modo. La señal le marcaba que, fuera el lugar que fuese, ese era el lugar. Las edificaciones se agrupaban de tres o cuatro y se distanciaban por veinte o treinta metros.
A Maribel, igual que a su amiga, estos condicionamientos le producian un asco brutal. Muchas veces uno solo podia quedarse en la duda. ¿tal condicion, era propia y natural, o estaba determinada por el integrado? Muchas veces era imposible saberlo, pero otras veces uno podia darse cuenta circunstancialmente de estaba restringido o potenciado. Y cuando uno se daba cuenta, tenia que joderse. Protetar equivalia a un paralizador electrico y a largas horas de interrogatorio y reacondicionamiento. Proceso del cual uno por lo general salia peor de lo que entraba. Despues de esas ordalias a pocos les quedaban ganas de quejarse. La rabia de Maribel era instintiva y natural. Estaba segura de eso. Una caracteristica tan contraproducente para el gobierno no podia estar siendo potenciada. Joderse era la unica opcion legal permitida, pero no era la unica opcion sin mas. Quitarse el integrado estaba, salvo que uno se fuera a vivir al medio de la nada, fuera de la cuestion. El menor escaneo arrojaria la falta. Evitar los escaneos dentro del territorio nacional era poco menos que imposible. Habia habido casos de personas que habian sido descubiertas sin integrado por diez o siete o cinco años, pero lo cierto es que el lapso se reducia cada vez mas. Hacia unos meses los diarios hablaban de una chica supuestamente deaparecida que, luego se comprobo, se habia escapado de su casa. Los oficiales descubrieron que se habia extirpado el integrado dos semanas antes de ser encontrada. Luego los diarios no dijieron mas nada de la chica. ¿que opcion le quedaba? Si tenia contactos y el suficiente dinero, podia alterar la programacion del integrado. Los tipos de re programacion eran cuatro. La mas barata era la anulacion de reestricciones. Era la opcion mas barata y la que Maribel habia elegido. Luego, en orden ascendente, venia la anulacion de una potenciacion. Luego estaba agregar una reestriccion y, finalmente, agregar una potenciacion. Cada potenciacion o restriccion que se quitaba o agregaba tenia un costo unitario. De mas estaba decir que los costos eran altisimos. De haberselo podido permitir, Maribel se hubiera elegido quitarse todas las reestricciones, pero lamentablemente su economia de empleada administrativa le permitia solo quitarse una. Era una lastima. Una lastima pero no un impedimento. Aunque tuviera que comer puro arroz y agua los proximos seis o doce meses. Habia descubierto que tenia una restriccion y ahora se la tenia que quitar como que tenia nombre y apellido. Sentia una piedra en el zapato, una astilla entre los dedos, una piedra en el zapato. Sentia que le habian metido la mano en el bolsillo y mientras no se la quitara, mientras no recuperara lo que era suyo por herencia o por azar, no se quedaria tranquila.
Justo cuando penso que tendria que seguir por el camino hasta encontrar nuevas edificaciones, descubrio la señal en un galpon a su izquierda, casi justo antes de dejar el ultimo grupo de silotorres. Maribel detuvo el auto y se pregunto en donde obtendria ella su cicatriz. Penso que seria mejor en un lugar oculto, aunque esto seria un poco vergonzoso a la otra de mostrarsela a su amiga. Giro la llave y apago el motor. ¿y ahora? Esperaria a que saliera alguien. Espero por diez minutos, mirando furtivamente hacia los cuatro puntos cardinales, casi esperando ver un coche de policia en cualquier momento. Un coche de policia o alguna furgoneta sin patente. O algun laser apuntandola. O algun dron que insonoramente la sobrevolara de muy cerca. Pero no vio nada. No habia caso, ya habia llegado hasta ahi. Tenia la señal enfrente. Si habia que correr algun riesgo, ya lo habia corrido. Lo estaba corriendo y llegada a ese punto lo correria hasta el final. Salio del auto y encendio un cigarrillo. Se sento sobre el capo y espero otros diez minutos. Nada. Ni un alma. ¿tendria que acercarse ella? Parecia evidente que si. Todavia con el cigarrillo en la boca, comenzo a caminar hacia el galpon. Solo cuando estuvo frente al porton de chapa noto que, junto a este, disimulado y del mismo color terracota que la pared, habia un pequeño portero con un boton. Parecia viejo y en desuso, y si alguien lo viera de cerca apostaria a que era una reliquia de la edad de piedra. Pero Maribel sabia que funcionaba. Lo sabia porque habia visto la señal, porque habia venido manejando hasta ese lugar, y porque bien pensado no tenia sentido que un galpon cerealero tuviera un portero electrico. Dio una ultima y larga pitada a lo que le quedaba y tras escupir la colilla, pulso el boton. Un pequeño zumbido estatico y luego la sensacion de apertura, de vacio, de un espacio al otro lado de la linea. "Ahora alguien dira mi nombre y yo dire mi apellido" penso, porque esa era la seña acordada. Y efectivamente, una voz inexpresiva, seguramente una inteligencia artificial, pronuncio su nombre de pila. Maribel. Sin interrogacion, sin enfasis, sin expresividad. Como si dijiera "casa", "auto", "perro". Maribel volvio a sentir el vacio y se apresuro a decir su apellido. Entonces oyo otro sonido. Metalico, electrico, que reconocio al instante. Era el sonido de una cerradura destrabandose. Vio que el porton vibraba ligeramente y entonces supo lo que tenia que hacer: empujar.
Camuflada entre la chapa del porton habia una puerta tipo escotilla, la cual se abrio ante la presion. Ante ella un pasillo que llevaba a una unica puerta. Miro una vez mas hacia atras, comprobando que efectivamente estaba sola, y entro. Cuando abrio la puerta, dos hombres la esperaban sentados ante una sencilla mesa de madera. Ambos sonreian.
- Sientese por favor - la invito uno de ellos. El mas joven, penso Maribel, aunque en realidad no tenia manera de saber si era efectivamente el mas joven. Sin dudas lo parecia, pero las cirugias esteticas eran tan milagrosas como las inteligencias artificiales. Se acomodo en su silla. El otro, que parecia mas viejo pero no deberia superar los cuarenta años, tamborilleo ritmicamente sobre la mesa y comenzo a hablar.
- Segun el arreglo previo, una restriccion, ¿correcto?-. Maribel asintio.
- Muy bien. No se sorprenda de que estemos tan tranquilos. Tranquilicese usted tambien. Se que no es facil, pero creame. Tenemos scanners en un radio de treinta kilometros, y le aseguro que aqui no estamos mas que usted, nosotros y el resto de nuestro equipo.
- Por supuesto - añadio el mas joven - sabemos que usted es usted precisamente porque ya esta escaneada.
- ¿entonces saben cuantas reestricciones tengo, cuantas potenciaciones, y en que cosa cada una? ¡Podrian decirmelo por favor! -. Maribel habia preguntado precipitadamente y bocajarro. Se detuvo, pero sabia cual era la respuesta.
- Sabemos que tiene reestricciones y potenciaciones como todo el mundo - volvio a decir el cuarenton - pero exactamente cuantas y de que tipo, no podemos saberlo por un escaneo directo. Para eso es que el equipo tecnico hace el procedimiento. Una vez hecho, claro que podran acceder a la totalidad de las lineas de comando de su integrado.
- O mas bien, podrian acceder- corrigio el joven.
- Eso mismo - dijo el otro volviendo tamborillear. Parecia contento - Eso quise decir. Podrian acceder a todas y cada una si usted hubiera pagado por que accedan a todas y a cada una. ¿estan encriptadas, sabe? cuesta un trabajo acceder y recodificar la linea.
- Ademas a usted no le haria ningun bien saber sus reestricciones y sus potenciaciones. Creame. Vivo de esto. Si usted supiera en que la frenan y en que la empujar, su conducta naturalmente cambiaria para intentar contrarrestarlo, ¿entiende?-.
- Su conducta cambiaria visiblemente en aspectos determinados, aspectos que sospechosamente coinciden con el codigo de su integrado. El integrado leeria esto, enviaria una señal a la central mas cercana y usted recibiria una intimacion para revision medica, ¿comprende? - La sonrisa del mas joven era perfecta, como si fuese una publicidad de pasta dental. Maribel sintio un escalofrio en la espalda y asintio con la cabeza.
- Entiendo a que se refiere, pero es mas fuerte que yo. Pero entiendo. Si saber que tengo una me ha traido hasta aqui, quien sabe que haria si supiera el resto...
- Y si calculara el costo de lo que supondria removerlas - dijo el joven
- Y si supiera que no le alcanzarian tres vidas para juntar el dinero - dijo el viejo.
Maribel intento detenerse en lo que queria decir, pero fue en vano. La rabia, tan natural como siempre, hizo que no pudiera refrenarse.
- Ustedes son unos cinicos hijos de puta - les dijo sonriendo - teniendo el poder de liberar completamente a la gente que acude a ustedes, gente como yo, gente que se lo juega todo, y ¿no son capaces de hacer el trabajo completo?
- Para liberar a la gente hay que dar un golpe de estado y cambiar las politicas - sentencio el cuarenton.
- Eso no es responsabilidad nuestra - dijo el joven - y ademas, usted no sabe nada sobre como funcionan los integrados, y va a seguir sin saber, asi que por favor si le parece, vayamos sencillamente a lo nuestro.
- Necesitamos saber en que consiste la reestriccion - dijo seriamente el cuarenton - Como le dije, estan codificadas, pero segun la naturaleza suelen tener algun nombre especifico.
Maribel trago saliva y junto las manos sobre las rodillas. Sabia que llegaria ese momento. Lo habia pensado y repensado mil veces desde que habia tomado la decision. Habia decidido hablar y actuar como una automata, sin importarle lo que pensaran o dijieran las personas con las que se topara. Nunca antes los habia visto y, si todo salia bien, nunca mas los iba a volver a ver. Para lo que a ella consideraba, esos dos no eran diferentes a dos personas que se hubiera topado en la fila del supermercado o en una sala de espera. Fantasmas, maniquies, bultos. Pero aun asi... aun asi, habia cruzado tres palabras con cada uno y ahora se sentia incomoda. El que parecia mas viejo comenzo a tamborillar de vuelta.
- Y?
- Es sexual -. Maribel lo dijo con rabia y mirandolo a los ojos. Al cuarenton. Al joven de sonrisa odontologica preferia ni mirarlo. En ese momento los odio a los dos. Como si ellos tuvieran la culpa de lo que le pasaba. Odio al mundo en su totalidad en un odio que se extendia sin fronteras, frio como una tundra sin limites.
- Sea especifica, por favor. Considere que puede tener varias del mismo tipo, y nosotros necesitamos saber lo mas que podamos para informar al equipo tecnico-. Era el joven. Maribel lo miro a los ojos, furiosa, buscando algun dejo de ironia o de sarcasmo. Encontro una indiferencia que la desarmo totalmente. Ella no les importaba en lo mas minimo. El joven, que sin dudas debia ser mas viejo de lo que mostraba su cara, la miraba como si hubiera algo mas interesante justo detras de ella. No le interesaba ella ni sus problemas. Era otro procedimiento, otra interrogacion, otro cliente. Se alivio de comprobar que solo era un numero mas en alguna planilla clandestina.
- Mis orgasmos. Solo puedo tener uno al mes. Uno. Siempre uno, ni mas ni menos que uno. En los ultimos 12 meses ¿saben cuantos tuve? Doce.
Ahora que habia empezado a hablar, Maribel se sentia en la tentacion de contarles todo. Toda su historia, como lo habia descubierto, a que edad, hace cuantos años que habia comprobado que era uno por mes y ni mas ni menos y siempre uno solo, como una ficha que le pagaran con el sueldo. Y como tenia que elegir cuidadosamente con quien lo gastaba y como lo gastaba, y las consecuencias y repercusiones que esa reduccion de sus culminaciones a un numero exacto y concreto habia tenido en su vida, pero se detuvo. El aburrimiento de los dos la detuvo de cometer lo que hubiera sido otra torpeza. Mejor era dejarlo asi, habia que avanzar lo mas rapido posible.
- Entonces, para ser claros, usted solamente puede llegar al climax una vez por mes, es decir, que deben pasar treinta dias aproximadamente para que pueda volver a pasar, ¿correcto?
- Correctisimo - dijo ella. - con un regularidad que espanta, amigo.
- ¿esta segura no? -dijo el joven sonriente - Quiero decir, los tecnicos van a buscar esa restriccion y si resulta que no existe, y que es algo natural o psicologico suyo, no se le devuelve la plata y, a lo sumo, si usted nos da el verde ahora, le quitan la reestriccion que mas se le parezca, o una al azar.
- Y solo en ese caso se le dice cual - completo el cuarenton. - ¿entiende?
- No es algo natural -. les respondio Maribel - No siempre fue asi, y paso despues de cierta revision, ¿entienden? Y si, estoy segura. Realice todas las comprobaciones necesarias, si les interesa puedo entrar en detalles, pero espero que no haga falta.
- No hace falta - dijo el joven. - En todo caso, cuando termine el procedimiento, usted va a tener una cicatriz en el punto de acceso mas cercano al bicho, y de ahi si quiere puede intuir en donde esta alojado. Otra cosa: la reprogramacion es permanente, entiende. Perfecto, pero aunque entienda igual se lo explico. En este caso, usted va a pasar a operar naturalmente en lo que a sus orgasmos se refiere. Y el resultado, digamos, depende de usted, ¿comprende? Usted no tiene posibilidad de comprobarlo, ni nosotros de extenderle un certificado - volvio a mostrar la ironica sonrisa de propaganda - pero si resulta que pasa de tener una acabada a tener una y media o dos, pues eso es para lo que le da. No es que nosotros hayamos quitado a medias la reestriccion.
- Los comandos estan o no estan, no hay punto medio - sentencio el mas viejo - Usted deberia notar un cambio, pero ese cambio no siempre la puede dejar a gusto. Podria irse usted del defecto al exceso, pero eso ya es cosa suya.
- Nosotros no nos hacemos responsables, y en caso de que quiera de vuelta la reestriccion o de que quiera una potenciacion sobre el mismo aspecto, corre por cuenta nueva ¿estamos?-. Maribel sonrio porque recordo que agregar una potenciacion era la opcion mas cara. "Excelente vendedor", penso.
- Estamos.- les confirmo. - ¿algo mas?
- El procedimiento dura aproximadamente seis horas. Es el estandar para una reestriccion como la que usted tiene. Podria alargarse un poco o acortarse un poco dependiendo de cuestiones tecnicas que imagino no le importan. Lo que significa que usted va a pasar la noche aca. Antes de pasar, nos deja las llaves del auto. Va a quedar estacionado aca adentro por la noche. Mañana, cuando se levante y se le pase el efecto del sedante, desayuna y se retira. Va a encontrar el coche con la llave puesta.
- Y una vez que se va, se va - . dijo el joven - Se va para no volver salvo hasta tener una nueva cita acordada, ¿esta? Por eso es que cualquier cosa que quiera saber o le interese aclarar, le aconsejo que lo haga en esta entrevista. Mañana no va a encontrar a nadie cuando se levante.
- Tengo mil cosas para preguntarles pero ninguna que me sea imprescindible saber ahora mismo, asi que si les parece prefiero que empecemos. Maneje ocho horas para llegar aca, y mañana tengo turno vespertino en el trabajo, asi que preferiria avanzar cuanto antes.
- Muy bien - dijo el mas viejo.
- Asi me gusta - dijo el joven sonriente, y por primera vez a Maribel la sonrisa le parecio honesta.
- Pase por la puerta al fondo y espere - le dijo el viejo mientras le señalaba unica otra puerta que habia en el cuarto. Maribel dejo las llaves del coche sobre la mesa y por toda despedida les levanto la mano. Abrio la puerta y espero.
Al dia siguiente, mientras Manejaba de vuelta hacia la zona residencial, Maribel no podia evitar sonreir mientras pasaba su mano por una pequeña cicatriz en forma de luna a la altura de su cadera, justo por encima del muslo derecho. Le dolia un poco cuando rozaba contra el asiento, pero prefirio elegir tomar ese dolor como un signo positivo. Le gusto la ubicacion de la cicatriz. La cadera era algo que podia mostrar o esconder. Tendria que preguntarle a su amiga como remover los dos puntos de sutura, pero seguramente no seria dificil.
- tendre que usar tiro alto y camisolas por un tiempo- se dijo para si misma, mientras recorria en silencio la autopista desierta. Sonrio y no paro de sonreir hasta que estaciono el auto en su domicilio. Siguio sonriendo mientras subia en ascensor y quizas tambien mientras se cambiaba para el trabajo. Su sonrisa se le antojo natural, no condicionada, suya. Suya como su rabia. Suya por fin despues de quien sabe cuanto.