27 may 2025

Nada ahi

No hay nada ahi, no hay nada ahi, no hay nada ahi. Me lo repito constantemente mientras aprieto con fuerza los ojos. La oscuridad del cuarto era casi total, pero me habia parecido ver algo en la esquina en donde las sombras se fundian en una mancha impenetrable. Algo me habia despertado de forma violenta. Una sensacion como de caida. Y ahi fue que lo vi, o me parecio verlo. Preferia pensar que no vi nada, por eso me gire como quien quiere volver a dormir. Y de hecho eso intente, pero desde el momento en que le di la espalda al rincon oscuro, la sensacion de que algo mas estaba en el cuarto conmigo no habia hecho mas que acrecentarse. Pero no podia ser que hubiera alguien ahi, o algo. Claramente no era nada. Solo habia tenido un mal sueño, una apnea, una de esas jugarretas que a mi cerebro cada tanto le gusta jugarme. No habia nada, nada en absoluto. Por eso lo mejor era no mirar, no dejarse tentar por la sensacion enloquecedora de que por cada segundo que pasaba, eso que no estaba se acercaba mas y mas, poco a poco, como una araña o una linea de sombra que iba devorando el cuarto.

No podia seguir asi toda la noche, asi que pense en prender la luz. Casi en completa inmovilidad, deslice la mano lentamente (si hubiera alguien, no era buena idea que me viese moverme de un modo que le hiciera sospechar que seguia despierto), rozando las sabanas, saliendo de ellas como una culebra o un caracol desorientado, hasta topar con la superficie lisa de la mesa de luz, ¿que es esto? son mis anteojos. ¿que es esto? el libro que leia antes de dormir, ¿que es esto? una taza de cafe vacia, y por fin la base del velador, pequeña antorcha de luz electrica que necesitaba con urgencia para constatar que efectivamente nada se me acercaba, nada habia en el cuarto. Sin desesperarme fui de la base al cable, y recorriendo el cable llegue al interruptor. 

Luz. pero una luz calida. Era una lampara de lectura, puta madre. Luz ambarina, calida, hermosa, pero reducida. Luz de fogata en vez de luz de sol. ¿El rincon sombrio? todavia a oscuras, pero no ya en la penumbra impenetrable, sino en una oscuridad gris y muerta. Dos paredes cortandose en angulo recto. Y nada mas. En efecto, ahi no habia nada. Mirandolo era obvio.

Obvio, si, ahora. Con la luz prendida. Y en este instante que miro, no hay nada. ¿pero antes? ¿hace unos minutos?. La ausencia de algo me hacia mas solida la certeza de la anterior presencia. Sentia como si me hubieran quitado de encima una pesada mochila, o como si unas manos duras y huesudas me hubieran soltado el cuello. Alivio, si. Pero si ahora siento ausencia ¿que sentia antes? ¿la puerta de mi habitacion estaba abierta? Siempre la cierro aunque viva solo. No me gusta dormir conectado a otras cosas, siquiera a otras partes de la casa. Dormir cerca de una puerta o una ventana me da escalofrios, por eso siempre la cierro. Y bien cerrada. Pero ahora solo esta entornada, o mejor dicho abierta, con el angulo justo para que algo muy estrecho pase. Una mano, un brazo. Una rata. Pero algo. Para que fuese nada tendria que estar la puerta cerrada. Y no esta. 

Asi que habia salido. Eso que no estaba en el cuarto habia salido y ahora estaba en otro lugar. Estaba afuera. Tuve el impulso de saltar de la cama y cerrar la puerta, pero me contuve. Ahora lo sentia del otro lado de la puerta, espiando. Quizas exactamente apoyado en la puerta, esperando mi reaccion, esperando a que me levante, a que abandone, ahora lo entiendo, el refugio seguro de la cama para caerme encima como una jauria de perros. No podia quedarme asi, pero tampoco podia volver a apagar la luz. Cerrar la puerta era un riesgo. Tenia que ser rapido, y no lo era. Y ademas me estaba meando, tenia que ir al baño con urgencia. Justo al baño, que quedaba a mitad del pasillo. El pasillo entre el baño y yo, y en el medio del pasillo seguramente algo mas.

Me sente en la cama sin dejar de mirar la puerta. ¿esa sombra que se veia detras era la sombra que siempre se veia detras de la puerta, o era una sombra que nunca antes habia visto? No soy bueno para recordar la forma de las sombras, asi que la duda me carcome. ¿es este silencio el silencio habitual de cuando no hay nada? ¿o es el silencio extraño de cuando puede haber algo? Tampoco lo se, todos los silencios me suenan identicos. Lentamente, me coloque las pantuflas. El frio del suelo sube incluso a travez de la goma aislante. Noto que he comenzado a temblar. Por el frio, me digo, por el frio. Dudo aun por algunos minutos que se me hacen eternos, pero finalmente me pongo de pie y abro la puerta. El resto de pobre luz ambarina escapa del cuarto como un riachuelo que se pierde en tierra seca. Nada, nada hasta donde alcanza la vista. Mas alla del pasillo, el pequeño living y la minuscula cocina. Y luego otro pasillo y la puerta que me separa de la casa mas grande que es el mundo. Por ahora, nada en el pasillo. Rapidamente camino y me meto en el baño. Mis ultimos movimientos fueron freneticos, cierro la puerta dando un portazo y coloco la traba. ¿por que tengo traba desde la parte de adentro del baño si vivo solo? Precisamente porque vivo solo, porque la mayor parte del tiempo no hay nadie mas que yo. Pero la mayor parte no es igual a todas las partes. Me siento en el inodoro.

Definitivamente estoy temblando. Una de las pantuflas se me ha salido del pie y ha quedado en el pasillo. O eso creo. En mi pie no esta, eso es seguro. ¿debo salir a buscarla o quitarme la otra? Opto por lo segundo, tendre que soportar el frio solo con las medias. ¿y ahora? ¿que hacer? Quisiera una cerveza de la cocina, pero una cosa es decirlo y otra es hacerlo. Soñar no cuesta nada o, mas bien, suele costar menos que correr el riesgo real. vuelvo a sentir la presencia de algo que no esta, estando detras de la puerta del baño. El seguro interno me deja tranquilo. Si intenta algo, la puerta crujira. ¡eh! ¿eso fue la puerta? crei oir un crujido leve. Y luego un cuchicheo. ¿lo oi o me parecio oirlo? Quizas siga algo dormido despues de todo, me digo mientras tiro de la cadena. 

Tengo que salir, no puedo pasar la noche en el baño. El problema es hacia adonde correr una vez quite la traba de la puerta. Eso puede no estar en mi habitacion, o no estar en la cocina, O puede no estar en ambos, lo cual significa que estaria, por descarte puro, en el pasillo, listo para abrazarme apenas salga... y sabe que tarde o temprano saldre. El baño es frio e incomodo, cada vez mas incomodo. Lamento no tener una bañera, lamento no tener una mullida alfombra de baño. Lamento muchas cosas ultimamente, pero sobre todo lamento haberme despertado en plena noche. Sin pensarlo mucho abro la puerta y corro hacia la cocina. Me corroen las ganas de mirar atras pero tengo terror de no mirar al frente. Usare los ojos para lo que tengo delante y los oidos para lo que tengo detras. Nada en el pasillo, nada en el living, nada en la cocina. Aqui no hay nada, me digo. Miro hacia mi pieza pero no la veo. La puerta entrecerrada muestra la habitacion a oscuras, tal cual la deje. Prendo la luz de la cocina y me rio de mi mismo. Una persona grande, ya entrada en edad, que ha leido a Hegel, persiguiendo sombras en una casa vacia en plena noche. Alguien tiene que reirse de eso, asi que me rio yo mientras me siento en la oscuridad del living, que es una oscuridad oblicua y a medias, protegida por la ahora si brillante luz electrica de la cocina. Una lamparita de luz fria de 18 Watts en forma de disco que se asemeja ahora a una plateada luna. Ya sentado, abro la cerveza que saque de la heladera. La presencia y tambien la ausencia de eso ha disminuido, tanto que ya casi me convenzo que eso no era otra cosa que una paranoia mia. Una mas de las tantas. Me olvido de ella mientras le doy sorbos a mi cerveza. 

La tranquilidad me dura poco. A medida que se acaba la cerveza, que el peso de la lata disminuye en mi mano, tambien disminuye mi confianza. Me desagrada profundamente la idea de volver a mi cuarto. Tengo que decir que me aterra. Me aterra como si supiera algo que no quiero, que rechazo saber. No puedo pasar la noche en el living o la cocina. Ni siquiera tengo un sillon para tirarme. Salir de la casa esta fuera de la discusion. Repaso mis cartas y me digo que mi unica opcion es volver al cuarto. Volver al cuarto y rezar porque no haya nada. 

Voy. Dejo la lata completamente vacia sobre la mesa. Como una señal, como un recuerdo de que estuve aqui este rato. Atravieso el pasillo lentamente, notando como se incrementa la oscuridad con cada paso que doy. Oigo una respiracion que es la mia propia, y me reprocho el hecho de tal vez estar camuflando alguna otra respiracion, algun otro sonido emitido por quien sabe que. Paso delante de la puerta cerrada del baño y me digo que no hay nada ahi. Abro la puerta y entro a mi cuarto o mas bien eso pensaba que haria pero me quedo congelado en el umbral de la puerta abierta. Estoy paralizado, una alarma muda grita en mi cabeza. Petrificado, rastrillo con la vista cada pulgada del cuarto. Sobre todo el rincon oscuro, que no se deja ver tras la impenetrable cortina de sombras. No puedo quedarme asi. Doy un paso y luego otro. Tecnicamente estoy adentro. ¿cierro o no cierro la puerta? Si cierro quedo encerrado, si no cierro, queda abierto para otros. Ya he llegado hasta aqui, algo me dice que no hay vuelta atras, asi que cierro. Silencio, vacio, oscuridad. ¿algo mas? espero ese pavoroso algo mas pero no pasa nada. Todavia con desconfianza, me acerco a la cama. Las sabanas ¿las habia dejado asi? ¿las habia movido tanto, tanto que casi tocan el suelo? Es cierto que suelo moverme mucho cuando duermo, y que esa noche habia sido mas inquieta que lo habitual, ¿pero habian quedado asi? Lo malo de vivir solo es que uno no tiene con quien comprobar estas cosas. Miro debajo de la cama y en el rincon sombrio. Miro la mesita de luz y el rincon sombrio. Se que esta ahi, en el rincon. Miro pero no veo nada, asi que me acuesto. Poco a poco, casi imperceptiblemente, me voy tapando, voy subiendo la sabana hasta encerrarme en ella como en un capullo, como una flor que florece en reversa. Florecer en reversa: Marchitarse, pienso como haciendo un crucigrama, y es lo ultimo que pienso antes de que me gane el sueño.

No me dura mucho, algo ha vuelto a despertarme. Un golpe. Siento el corazon que me galopa en el pecho. Un golpe, algo me ha dado un golpe. Me lo dio o me lo va a dar, lo se. Tengo que mirar el rincon sombrio... pero es muy tarde. Se que es muy tarde, que ya no esta en el rincon, que apenas levante la cabeza lo vere, que no llegare a encender de vuelta el velador. Me interceptara, me saltara encima apenas me mueva. Lo vere casi demasiado tarde. Siento su peso sobre la cama, su presencia mas opresiva que nunca reventando contra las paredes del cuarto. Su silencio es tan pesado que me revienta los timpanos. Quiero gritar pero no me sale. Solo puedo seguir asi, prolongando esto dentro de mi capullo de sabanas. Pero eso es paciente, sabe esperar. Ha estado esperando toda la noche, como un gato que juega con su presa. Siento que algo tira de las sabanas y sin querer abro los ojos, y ahi esta.


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