9 may 2025

La Alunada

"She's a moonchild
Gathering the flowers in a garden
Lovely moonchild
Drifting in the echoes of the hours" - 


Cuando Tammy esta de buen humor podemos hacer nuestra vida de siempre. Yo me enfoco en mis articulos, que ya a esta altura se ensamblan como salchichas o como cualquier otro producto manufacturado; Articulos que luego iran a parar a aquel diario o aquel, casi siempre para ser aprobados con alguna que otra correccion esperable. Otras veces los rechazan, y tengo que rehacer la salchicha variando la perspectiva, el tono o directamente el tema. Pero como dije, casi siempre los aceptan. Dos o tres semanas despues de que se publique la salchicha, una suma aparece magicamente en mi cuenta bancaria. Me gusta imaginarla en verde y con un signo mas al costado. Como si fuera un aumento de vida en un videojuego. Player one Life Up!. Yo me concentro en mis articulos y Lucia vigila desde su centro de mando, un escritorio anchisimo con varias computadoras y seis o siete pantallas gigantes que cuelgan de las paredes como si se tratara de un pulpo alienigena mecanico o como si fuera la cabina de control de una nave espacial. Nunca entendi exactamente que hace o para que. Revisa y controla gente que va y viene, que hace cosas. Me imagino que sera algo relacionado con la seguridad, el espionaje o la paz mundial. Como dije, no se lo he preguntado o si lo hice ya me olvide la respuesta. Supongo que como ella tambien compra verduras y trapos de piso y todo tipo de cosas, su vigilancia tambien se traduce en un aumento Player Two Life Up en su cuenta bancaria. 

Todo esto, por supuesto, cuando Tammy esta de buen humor. La vida transcurre entonces casi placidamente por los rieles de una normalidad que algunos considerarian aburrida, pero otros envidiable. La casa se mantiene mas o menos ordenada. Un poco de caos aqui y alla, zonas de guerra que no logran interconectarse en el caos absoluto. Tammy, cuando esta de buenas, es casi imperceptible. Anda de puntitas por toda la casa y uno no podria decir, estando concentrado en sus cosas (Escribiendo un parrafo sobre la inflacion o siguiendo los pasos de un extraño por el monitor) si Tammy esta haciendo esto o aquello, si esta en la cocina intentando comer algo, o en el living deambulando, o en alguna de las piezas. Ni siquiera la sentimos aguzando el oido. A veces, muy de vez en cuando, un leve murmullo, un arrullo, algun golpecito timido en alguno de los muebles, delatan o parecen delatar su presencia. Uno nunca puede estar seguro. A veces uno entra a un cuarto donde cree haber escuchado un ruido propio de Tammy y se sorprende de no encontrar nada, o de volver a escuchar el llamado en el cuarto vecino. 

Si la gente nos acompañara en los periodos en los que Tammy esta de buenas, esa gente creeria que Tammy no existe en absoluto. Tan dificil es dar con ella incluso viviendo en la misma casa. Imaginense para alguien que viene de vez en cuando, que vive al lado o que nos saluda una vez cada dos dias cuando le compramos harina o papas fritas. Con el pasar de los años, es imposible no hablar con los vecinos y comerciantes del barrio de las cosas diarias: los precios, el clima, uno mismo, los tios y sobrinos, las mascotas, los hijos, y por supuesto tambien Tammy. Esta misma gente podria decir, tambien, que Tammy es maleducada. En esto habria que darles la razon. Aunque Lucy diga que es sencillamente su naturaleza, yo creo que en este sentido Tammy es sin dudas una adolescente. Ni saluda cuando llega, ni saluda cuando se va. No dice "hola" ni "buen dia" y muchisimo menos "buen provecho". De hecho, no emite palabra cuando esta en sus fases buenas. Sus fases buenas podrian tambien llamarse sus fases silenciosas.

No recuerdo como fue que comenzamos a hablar de ella con terceros, pero ahora ya es habitual que nos pregunten como anda, que anda haciendo, o que sencillamente nos manden saludos. Saludos para Tammy. Aunque nunca la hallan visto en su vida. Ni vayan a verla, probablemente.


Y es una lastima porque, lo digo sin jactancia pero si con un poco de orgullo, Tammy es increiblemente hermosa. Tanto que cuesta creerlo. Y mas cuando se contrasta con el resto de las cosas por entre las que se mueve un poco como un hada, un poco como un raton, un poco como una gacela, extremadamente cuidadosa con cada paso, como un ninja o una cucaracha, siempre utilizando los caminos mas cortos, mas rectos, mas enrevezados y laberintescos, dependiendo la situacion. Si hubiera que definirla con pocas palabras (las definciones tan acotadas siempre son dificiles y arriesgadas porque nos obligan a dejar mucho afuera cuando precisamente siempre hay tanto que decir) diria que Tammy es una belleza que no se deja ver. Lo cual es paradojico, ya saben, por aquello de que la belleza esta siempre en los ojos del observador y nunca en la cosa misma, y de ahi podria seguirse que las cosas mas bellas son las que mas belleza producen en los ojos de sus observadores, pero entonces ¿como puedo decir que Tammy es tan hermosa cuando solo produce belleza en dos pares de ojos, los mios y los de la susodicha Lucy? La respuesta es que aunque seamos dos los observadores, nuestra capacidad para almacenar belleza es muy superior a la media, y esta conveniente capacidad para la belleza se explica precisamente por la continua contemplacion de Tammy. 

En esta contemplacion hemos ido anotando comportamientos paradojicos en ella. Por ejemplo, su preferencia tanto por la sombra como por el sol. Tammy ama los rincones sombrios de la casa, y sospechamos que cuando no la vemos, pasa mucho tiempo en ellos. Se siente en su elemento en habitaciones cerradas o en conos de sombra. Muchas veces hemos debatido si Tammy es en efecto un ser Ctonico, dada su preferencia por la sombra, el sigilo y el silencio. Su extraño tono de voz, indescriptible en palabras pero si estuviera obligado diria que semejante al arruyo de una paloma, parece apoyar esta idea. No obstante, otras cosas que observamos parecen refutar esta tesis; Por ejemplo, como ya dije, su amor por los rincones soleados. No es tanto que le guste tomar sol, sino que lo necesita como una especie de deficit genetico, una especie de contravampirismo. Tammy tiene sin dudas algo de planta. Quizas sea por eso que ama las ventanas. De vez en cuando sale al mundo exterior, pero por lo general le gusta osbervar. Aunque sea la protagonista de este relato, lo cierto es que ella es mas una espectadora que una protagonista. Verla mirando es asombroso. Asombroso por la fijeza con la que mira cosas. Todo su rostro se contrae como un puño y toda esa fuerza va parar a sus ojos.

Cuando se siente bien, Tammy a veces sale al jardin y se acuesta tan larga como es en una blanca reposera plastica de jardin, tan vieja como yo mismo, a recibir el sol de la tarde. Esto, dada la belleza de Tammy, trae complicaciones y tiene consecuencias. Sobre todo con los vecinos o mas bien con los hijos de los vecinos, dado que el horario vespertino donde Tammy toma sol coincide con la hora nefasta en donde los escolares regresan a sus casas. 

Cuando Tammy mira algo y ese algo es un ser vivo, no puede evitar que le devuelvan la mirada. Quizas sea por esa fijeza que ya les conte tiene cuando mira algo. Tammy mira algo con todo lo que tiene, con todo lo que es. Y eso que mira, siente la mirada y reacciona. Eso debe de ocurrirles a los chicos que vuelven del colegio y pasan por el lugar equivocado a la hora equivocada. Una vez que la ven, entre la electrocuccion de la mirada y el impacto directo de la hermosura, estan perdidos. Los he visto quedarse ahi, embobados, mirandola como si miraran una puesta de sol o un extraterrestre. Supongo que ambas intepretaciones serian correctas a su modo. Pero, despues de todo, por mas embobados que esten, siguen siendo chicos y no pueden hacer otra cosa que mirar. Si alguno intenta, por ejemplo, dar un paso hacia el jardin o pronunciar alguna palabra para llamar su atencion, consiguen exactamente lo contrario, que Tammy se levante y, como si no existieran sus admiradores ( y es que verdaderamente no existen para ella) vuelve a entrar a la casa. Si, por el contrario, no dicen nada y se conforman con mirarla o sacarle fotos, Tammy se termina cansando y entra lo mismo.

Lo molesto de todo esto, si se lo puede llamar molestia en vez de mala publicidad, es que luego pasan y siguen pasando religiosamente por la puerta de casa. De hecho, si algun antropologo se dedicara a estudiar a los escolares en sus rutas de ida y vuelta, y trazara lineas con un compas sobre un mapa, descubriria asombrado que por alguna misteriosa razon, todos los estudiantes de todos los colegios de la zona entrecruzan sus rutas en la cuadra en cuya mitad vivimos los tres. Hasta ahora ningun ha tocado el timbre, ni si quiera con alguna excusa tonta para intentar entrar a la casa. Excusas como que necesitan pasar al baño o quieren un vaso de agua, o que se yo. Creo que instintivamente lo saben. Que una belleza tal no puede ser algo positivo, algo normal. Como ciertas flores o sapos venenosos...

Es en esos periodos de relativa calma cuando yo y Lucy ( el burro por delante ) aprovechamos los momentos de inspiracion que podemos llegar a tener. Las ideas nuevas, o como quieran decirlo. Es decir, los impulsos o volantazos que nacen de algun lugar intimo del ser y que nos impulsan a animarnos a cambiar algo de nuestra rutina: esto por aquello, o agregar algo nuevo: un mueble, reparar una cerca, agregar una biblioteca mas. Pero tambien ir aqui o alla, visitar un cafe del que tan bien hablan en las reseñas, convertir el living en estudio o el estudio en el living. Muchas veces estas inspiraciones llegan a buen puerto. Otras veces quedan interrumpidas por los estallidos de Tammy, y entonces hay que abandonarlo todo y dedicarnos completamente a ella. 

Cuando Tammy esta mal, en cambio, no podemos hacer nada. Nada mas que dedicarnos a calmarla. Casi no puedo escribir en estos lapsos. Lucy practicamente no le presta atencion a sus pantallas, y anda atras de Tammy como si quisiera venderle algo. Casi todas las caracteristicas y habitos con los que llene los parrafos anteriores se invierten pavorosamente. Tammy deja de ser un hada silenciosa para pasar a ser una pequeña orquesta infernal de quejidos y maldiciones. Los muebles en pocos dias terminan patas para arriba, presos de su furia. No hay razon , por fuera de los inalterables ciclos que parecen seguir todos los entes naturales, desde la luna hasta la tierra con sus estaciones, que expliquen estas explosiones de rabia en nuestra queridisima Tammy. Porque no solo es rabia, sino tambien un desconsuelo tan exagerado que solo podria catalogar de infantil. Cualquier cosa le molesta y la aqueja. Todo la conmueve o la fastidia hasta el extremo del llanto. Sus quejidos son lo peor de todo. Varian enormemente en volumen y modulacion, y lo cierto es que si Tammy no tuviera naturalmente una voz tan melodiosa, ya nos hubiera vuelto locos, en todos estos años, con su bateria de berrinches.

Para darles un ejemplo de lo insoportable que puede llegar a ser: no puede parar de moverse y esto la fastidia. Y si uno la obliga a estar quieta o intenta que se acueste, que pare un poco, sufre ataques tales de rabia que redobla sus correrias por la casa. Lo mismo le da estar afuera o adentro, al sol o a la sombrita. Lo mismo llora si tiene hambre que si le ponemos enfrente su plato preferido, el cual termina siempre en el piso o estoicamente ignorado. Pasa de la abulia al frenesi y tambien hace el camino inverso. 

Los achaques de Tammy pueden durar unos pocos dias, dos o tres semanas, o meses enteros... Cuando duran meses, vivimos con Lucy el infierno en la tierra. No solo nos vemos obligados a dejar de trabajar (la familia es la familia, y la familia es siempre lo primero) sino que poco a poco y a medida que Tammy se vuelve mas y mas demandante, tambien solemos dejar de dormir y hasta de comer. Todo sea por arreglar los cuartos para que ella este lo mejor posible. Por encontrar configuracion de muebles que la aplaquen un poco. Por hallar la temperatura justa del pasillo, lo quitar de las bibliotecas los libros que seguramente mas la irritan. En una epoca soliamos intentar cantarle canciones o jugarle bromas, todos intentos de descifrar si alguna conducta podia sacarla de su mala fase. Pero tuvimos que aceptar que, como muchas de las desgracias que ocurren en esta vida, la fase mala de Tammy obedecia a leyes insondables. Quizas las mismas leyes que determinaban todo lo otro extraordinario que habia en ella, que nos fascinaba, que nos hacia sentirnos orgulloso y finalmente nos permitia amarla aunque estrictamente no fuese ni hija ni hermana ni nieta ni prima nuestra. Tammy era Tammy, estaba ahi y tenia que quedarse lo maximo posible con nostros y, para eso, teniamos que hacerle las cosas facil. Pero hacerle las cosas facil era a veces muy dificil. Lo que nos sostenia en esos periodos oscuros era que, casi siempre, las fases malas eran seguidas por fases buenas en donde todo volvia a la armonia o al menos a la calma habitual. Lucy y yo (el burro por detras) volviamos de nuestras "licencias" (ya habiamos inventado varias enfermedades, viajes de ultima hora impostergables, dos tias y una abuela tragicamente fallecidas, and so and so). 

Es cierto que ocurrio una o dos veces que, quizas por alguna anomalia planetaria, o por algun cambio en alguna variable desconocida, Tammy tuvo dos fases malas seguidas. Esto... ¿como describirlo? imaginen una enfermedad terrible, la mas  terrible que puedan imaginar. No escatimen en los detalles, ni les parezca un abuso sumar todos los sintomas posibles. ¿ya esta? Bueno, ahora imaginene que esa misma enfermedad tiene una version aguda, hemorragica, necrotizante, un subtipo tal que hace parecer a la enfermedad que uds imaginaron como una simple gripe o como un dolor de panza. Eso, para que hagan la relacion entre una fase mala regular y una doble. Prefiero no hablar de ello, pero basta con decirles que una de las dos veces tuvimos que cambiar de trabajo ambos, y la otra tuvimos que mudarnos, que desaparecer por un tiempo, antes de volver aqui. 

¿Por que, cual es el sentido de que Tammy tenga estos cambios? Esa es la pregunta inevitable, inevitable y tonta (¿hay algo mas tonto que preguntarse por que le pasa algo a uno?) que al menos yo no he podido dejar de hacerme cada vez que arranca una mala fase. Si tuviera que adivinar, diria que lo que enloquece a nuestra huesped, lo que la hace arrastrarse por los techos y las paredes, es recaer en la realidad de que es unica. ¿mas sencillo? Tammy busca otro de su especie, de su tipo. Looking for a smile from a Sun Child, como dice aquella vieja cancion, y si no dice asi dira algo por el estilo. 

Con los años nos hemos dado cuenta que, como con todo adolescente, lo peor que uno puede hacer es acorrarlarla. Ponerla entre la espada y la pared es realmente peligroso, porque Tammy, diminutivo de Tamara aunque no se llame Tamara en absoluto, siempre eligira la pared, y usara la espada para apuñalar al que tenga en frente. Metafora pero tambien literalmente. Yo soy precavido y siempre tomo distancia cuando la veo asi. Pero Lucy, en su quizas ciega preocupacion o tal vez en su torpeza, a sufrido cortes y heridas mas de una vez. Hasta ahora no ha sido nada grave, pero cada año que pasa Tammy esta mas alta, mas linda... y mas fuerte tambien. Luego, ha habido otros casos... Y es una suerte que ese hipotetico antropologo no exista o no investigue a conciencia sobre los escolares del barrio, porque lo cierto es que en estos años han desaparecido unos cuantos, tres o cuatro, siete, tal vez nueve. No lo se con certeza ni quiero saberlo. Es decir, se que algunos probablemente se han mudado, o quizas hemos dejado de verlos porque se han gradudado... pero tambien es cierto que no todos los padres hacen las denuncias. Pero algunos si han hecho. La policia ha investigado, han pegado carteles con las fotos de sus caras. Han recorrido el barrio mas perdidos que un turco en la neblina, prestando atencion a los bares, a los callejones, a las camionetas blancas que dudosamente van y vienen. Por suerte a nadie se le ocurrio prestar atencion al jardincito detras de las rejas verdes, donde cada tanto un par de ojos verdes color uva miran el mundo con una fijeza que atrapa. Por suerte no han tocado el timbre, ni han venido por la cuadra con esos perros alemanes que aparecen tan a menudo en las peliculas. El jardin no es muy grande y no podemos cavar muy profundo. Quien sabe que hubieran encontrado si buscaban. 


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