Una gigantesca nube gris
nos aprisiona
Una gigantesca jaula de concreto
nos encarcela
es tan triste, tan triste y no la vemos
y nos asfixia con cada uno
de sus tentaculos grises
asi ya no pasa el mate
ni rueda la pelota
ni rie la guitarra
ni acaba o comienza nada
Todas las caras tristes aguardan
se ajustan sus corbatas
sus pisadas resueltas resuenan
en las aceras como cascos de caballo
Sus manos como garras sin plumas
dibujan señales desesperadas
en los vidrios empañados
de las tiendas y despachos
Mas aun hay otros
otros mas locos que uno
pero seguramente menos
que los que vendran
Salen estos locos a la calle
pese a las advertencias
de fuertes vendavales
y futuras precipitaciones
salen estos locos a la calle
ya sea blandiendo afilados paraguas
negros, o explosivos
y llameantes pilotos amarillos
que rugen como leones
o cortan como cuchillos
que brillan como el sol
o son frios como la niebla
Algunos de ellos salen
portando solo el acero de su mirada
y la estocada de sus ideas
y el escudo de su esperanza
Salen asi, sin importarles nada
de lo que dice la televisión
o de preocuparse mucho
saben que pronto lloverá.
Y asi, en apretadas columnas
bajo grises nubarrones
y amenazantes carros hidrantes
aguardan el rayo
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