17 sept 2019

El cuarto de mi hermana

Despues de dos horas de dar vuelta mi pieza me decidi a buscar la revista en el cuarto de mi hermana.
No habia nadie en casa, ademas de mi mismo, claro. Entrar, salir. Completamente sencillo y facil. Despues de todo, tan sencillo y tan facil como entrar en cualquier habitacion. Al menos teoricamente. Claro que no era una habitacion cualquiera: era (creo que ya lo dije) el cuarto de mi hermana. Es decir, mirado desde un poco mas cerca, la cosa no pintaba bien. Nunca esta bien visto que un treintañero otaku y soltero como yo ande husmeando en la habitación de una colegiala. La colegiala y el otaku estan, cualquiera puede verlo, en equipos completamente diferente. La primera es la esperanza, la luz del futuro, eso que queda bien en cualquier foto y que no por nada se usa para publicitar absolutamente todo. El otro es como la basura que se esconde debajo de la alfombra. Algo repugnante, extraño, a lo sumo gracioso. Algo que la sociedad prefiere no ver salvo que sea absolutamente necesario. 

Aun asi... voy a entrar. Mas bien: me importa un carajo lo que piense la sociedad. Estoy acostumbrado a los juicios negativos, a que se me considere escoria. Mas importante que los prejuicios de la sociedad es el hecho de que, de aqui a un tiempo, he notado que faltan cosas en mi cuarto. No solo revistas, sino tambien discos compactos, juegos, figuras de accion. De todo. Como tengo tantas cosas cualquiera pensaria que no me daria cuenta si falta alguna en particular. Claro que cualquiera no es un coleccionista. Un Connaisseur como yo sabria que es exactamente al revez. Mientras mas merchandising se tiene, mas al tanto se esta de cada una de las piezas. He desarrollado un verdadero sexto sentido, algo asi como una conexion telepatica con mi coleccion. Por eso, aunque no tenga en claro cuales son exactamente las que faltan, noto que son varias. Es una sensacion como de perdida de peso. Como si mi habitacion, este receptaculo con cuatro paredes plagadas de posters y de estanterias repletas, cuyos unicos muebles son una cama y una enorme television inteligente, hubiera adelgazado imperceptible pero indudablemente. Si, faltan cosas. Hace tiempo que sospecho de ella, de mi hermana, por supuesto. 

Como todos los jovenes del pais tenemos padres adictos al trabajo que practicamente duermen en la oficina cuatro de los cinco dias de la semana. No se interesan por nosotros mas que en lo mas elemental: comida, vivienda, educacion, dinero. En lo demas es como si vivieramos solos mi hermana y yo. Tiene que haber sido ella. Ella o alguna de sus amigas, las cuales trae a casa bastante seguido. No es que me molesten particularmente las colegialas. Pero un caballero necesita tener su privacidad. Tampoco las divinizo como hacen tantos de mi clase. Considero a sus amigas como lo que son: clones de mi hermana. Distingo a mi hermana de sus amigas por algunas señas particulares que no puedo evitar reconocer: el largo del pelo, el color preciso de los ojos, el tono de voz, siempre un poco mas aspero. Si no fuera por estos matices (que de todos modos se difuminan mas con el paso de los años) no podria distinguir a mi hermana de cualquiera de sus amigas, tanto se parecen. Todas las colegialas son practicamente identicas en su modo de andar y de vestir. A veces siento que soy hermano de todas las colegialas de Japon, y mas de una vez me ha succedido que al saludar a mi hermana por la calle descubria, avergonzado, que se trataba de otra adolescente cualquiera que, por supuesto, se me reia en la cara cuando no hacia una mueca abiertamente despectiva.
De todos modos, considero que ella es responsable por todas las de su raza. Y alguna, ella misma o un clon suyo, ha estado robando piezas de mi coleccion. Si es asi, no se lo perdonare. Tendra que recibir un castigo o pagar un precio. Ya decidire que hago. Por el momento hay que encontrar evidencia. 

De manera que salgo de mi cuarto y cubro los dos o tres pasos que me separan del suyo. Coloco la mano en el picaporte y, zas, cede. Me sorprende que la puerta este abierta... ¿acaso no tiene cuidado de su privacidad? Yo siempre cierro mi puerta con llave. Y asi y todo me desaparecen cosas. Mi teoria es que mi hermana vende mis figuras y mis dvd's de edicion limitada por internet. Seguramente lo hace para costearse sus propios gastos. Los ultimos meses note que sus gastos superan a lo que podria costear con el dinero que le asignan nuestros padres. Solo con la ropa que se compra cada semana deberia quedar en numeros rojos. Y sin embargo ahi esta un dia saliendo con sus clones y el otro tambien y el tercero yendose a Kanto a un recital de BTS o de cualquier estupido idolo de turno. No es justo que se meta con mis cosas para lograr sus ridiculos objetivos. Tomar cosas sin permiso del cuarto de otro es completamente repudiable. No importa que la que toma sea colegiala y el que pierde sea un treintañero poco productivo que no tiene ni un trabajo estable y por ende vive de sus padres. Una injusticia es siempre una injusticia. Hasta la escoria tiene derecho a la propiedad privada. La sociedad capitalista me defiende en este punto, pienso, en el preciso momento en que hago girar el picaporte y entro, por primera vez, al cuarto de mi hermana.

Un espectaculo horrible, tal como lo pense. Un completo desorden. Me parece increible que una chica pueda ser tan sucia. Al apoyar una mano en la pared noto una fina capa de polvo. Me doy cuenta que esta fina capa (de un extraño polvo gris) lo cubre absolutamente todo. ¿es que mi hermana es estupida o algo? Vivir en estas condiciones anti-higienicas la va a terminar matando. Bueno, tampoco es que me importe mucho.

Su placard parece un gran animal hervivoro destrozado por otro gran animal carnivoro. Algo destripado. La ropa, que me cuido bien de no tocar, se abre casi en abanico sobre el suelo desde la puerta desvencijada. Tiene tal cantidad de ropa que es imposible que entre en ese pequeño ropero. Otra impresion posible seria la de los restos de una explosion. Eso mismo: si una granada hubiese estallado en su closet el resultado no diferiria mucho de lo que veo. Recien entonces me doy cuenta que estoy en penumbras, casi a oscuras. La luz que se filtra por la persiana cerrada (la ventana esta cerrada tambien) le da al cuarto un color anaranjado opaco bastante mortecino. La iluminacion es molesta y cubre de extrañas sombras el piso de alfombra. Decido que esta luz mortecina es suficiente y que no encendere la luz. Comienzo a buscar mi revista. Primero con la vista, luego mirando aqui y alla.

Las paredes estan a rebosar de posters de adolescentes cachondos haciendo poses a lo back street boys. De a tres o de a cuatro. Es asqueroso lo bien parecidos que son y asqueroso lo mucho que se parecen. Se me ocurre que son todos hermanos, hijos de una enorme larva productora de idols. Sin dudas esta larva es un extraterrestre que vino a la tierra a tomar el control de las juventudes femeninas para asi extinguir a la raza humana. Su plan, ahora lo veo con claridad, es reemplazar a los humanos por hibridos, cruzas de extraterrestres idols con nuestras hermosas colegialas. Me rio en voz alta mientras lo pienso, sin cuidado de que me descubran pisando terreno prohibido. He descubierto su plan y sin duda voy a detenerlos. Es decir, tan pronto como encuentre mi revista. Primero lo primero.

Mientras divago de este modo, me doy cuenta que el cuarto apesta. Me llevo el cuello de la remera sobre el puente de la nariz, de manera de improvisar una mascarilla que filtre el desagradable olor que inunda el cuarto. ¿que es? En un primer momento pienso que es gas, o al menos una fuerte concentracion de monoxido de carbono. El olor era dulzon y penetrante y, muy en el fondo, tenia un noseque de picante que daba ganas de toser o estornudar. Se me vino a la cabeza la imagen de una enorme planta carnivora en estado de putrefaccion. Intente alejar esta imagen de la cabeza y comence a buscar la revista. El suelo estaba lleno de otras revistas. La mayoria revistas de moda, modelaje y de, cuando no, idols de bandas nacionales pero tambien de esas horrendas bandas surcoreanas. Las aparto de un lado a otro con desprecio mientras busco mi revista (una edicion especial de chicas copa D). No me preocupo por desordenar: el cuarto ya es un completo desastre. Me molesta tener que andar revolviendo entre innumerables futones y almohadones, y tambien entre restos de comida y envases vacios... una cosa es que mi cuarto este asi, pero el cuarto de una colegiala se supone que deberia ser mas pulcro. Y para peor todo esta impregnado por esa fragancia horrible... Se me ocurre que tal vez podria abrir una ventana, pero inmediatamente lo descarto. Es arriesgado. Cualquiera (mi hermana, un clon o un vecino) podria verla abierta desde afuera. Luego ese hipotetico vecino podria tomar una foto y subirla a cualquier red social. Incluso podrian denunciarme como pervertido. Estoy seguro de que mi hermana estaria de acuerdo. Diria algo como "ese gordo asqueroso siempre fue un pervertido", e incluso hablaria con la prensa, inventando con lujo de detalles toda una lista de detalles desagradables que supuestamente sufriria viviendo conmigo, es decir, con un otaku pervertido.

Pensar estas cosas ciertamente no ayuda a mejorar mi humor. Mas bien todo lo contrario. No perdi oportunidad de pisarle algunas revistas. Una incluso la patee a un rincon. Idols de mierda. Justo en ese momento escuche  un ruido raro a mis espaldas. Al escuchar el ruido di un salto hacia adelante y dije algo como "que carajos" y cuando mire, vi que no habia absolutamente nadie. Fue un ruido crujiente, como si alguien pisara un monton de papel mache, como si alguien estrujase una hoja, muy nueva, de un anotador o como si alguien rasgase una cartulina. Fije mi atencion en los posters y rapidamente descubri el origen del sonido. Uno de los posters, quizas el mas grande, se habia despegado de la pared por una de sus esquinas. ¿que debia hacer? Pense que probablemente se hubiera despegado de todos modos, pero asi y todo volvi a pegarlo en la pared. Mientras pegaba el poster tuve nuevamente el acto reflejo de girarme. Y es que por un segundo, solo por un segundo... pero no, son estupideces...
Y aunque no lo fueran, es decir, aunque realmente me hubiera parecido ver algo como un parpadeo que se movia a mi derecha... ¿entonces que? Pues nada. Entonces me parecio verlo. Asi de simple. Cualquier estudiante de secundaria sabe que hay una diferencia esencial entre que a uno le parezca  que ocurra algo y que ese algo verdaderamente ocurra.
Voy hacia el escritorio y comienzo a revisar. Los cajones estan cerrados. Al parecer no es de todo estupida. Y sin embargo, sobre una de las repisas superiores encuentro una figura (sin dudas mia) de coleccion. Ni mas ni menos que Rei Ayanami. Noto como se me sube la sangre a la cara mientras pongo mis manos en la figura.

- ¡Esa imbecil! - murmuro para mi mismo. Aunque ya daba por sentado que me habia robado cosas, comprobarlo empiricamente no deja de ser algo diferente. Tome a Rei con una mano y continue mi inspeccion. Revise otras repisas y un pequeño aparador y encontre otra figura de accion (Kagamine Rin) y un disco de BlueRay de edicion limitada de los OVAS de Re:Zero (con escenas especiales). Cada cosa que encontraba iba subiendo mi nivel de indigacion. Era patente que mi hermana no solo no me tenia ningun respeto, sino que no sentia respeto alguno por las sanas leyes de la sociedad que nos daba sustento. Coloque mis objetos en una bolsa que saque de un tacho lleno de papeles (los papeles los deje en el suelo) y me felicite a mi mismo por haber recuperado esos objetos valiosos. Ademas tenia una evidencia incontestable para tener a raya a mi hermana por un buen tiempo. Aun asi, no se me escapaba que no habia cumplido el objetivo principal de la incursion: no habia recuperado mi revista.

Camine hacia la puerta y volvi a mirar la habitacion de conjunto. Entonces volvi a escuchar (esta vez tambien lo vi) al postar descolgarse de la pared. Esta vez se descolgo por el costado opuesto y... no solo se descolgo, sino que se rajo en diagonal... como si alguien le hubiese dado un tiron, pense. Claro que esto era imposible. Ahi no habia nadie mas que yo y pensar en un Yokai que acechaba en los posters de los idolos de adolescentes se me antojaba terriblemente ridiculo. Tanto que hasta me rei un poco. Mas que ponerme a pensar en Yokais era terminar de revisar el cuarto para poder volver a lo mio.

Habia revisado casi todas las superficies. Si no contaba los cajones cerrados, de los cuales no tenia ni la llave ni la habilidad para forzar las  cerraduras, solamente me quedaban dos lugares para revisar. Uno era el placard, y el otro era debajo de la cama. Respire hondo (¡ese olor nauseabundo!) y evalue mis opciones. Ambas me desagradaban intensamente. Buscar abajo de la cama se me antojaba sucio y ridiculo, sin contar que para una persona de mi... complexion fisica (digamos robusta) el hecho de agacharse no le resulta para nada grata. La otra opcion, hurgar en el placard, era aun peor. No solo era el lugar mas caotico y desordenado, sino que ademas estaba lleno de ropa usada. Ademas, el repulsivo olor que ya me estaba descomponiendo parecia provenir justamente de ese sector, o al menos concentrarse ahi. Como si todo esto fuese poco, ser atrapado revisando la ropa de una colegiala era identico a confirmar sus sospechas sobre mi supuesta perversidad.
Como no pensaba darles el gusto, decidi buscar primero debajo de la cama. Era muy probable que la revista estuviese ahi. Razone con justicia que dado que mi hermana no habia guardado mis otras cosas en lugares con llave (evidentemente le restaba importancia al robo o pensaba que yo era demasiado cobarde o estupido para meterme a buscar las cosas a su cuarto) entonces seguramente no lo haria con la revista. Primero me agache y trate de ver si estaba cerca del borde. No estaba. Sin embargo pude divisar, mas al fondo de la cama, algunos objetos difusos. Tendria que meterme abajo de la cama y buscarla bien al fondo. No habia de otras. Resoplando e insultando a todas las divinidades empece a reptar debajo de la cama con gran dificultad. Varias veces me clave cosas en los codos: pines, llaves, monedas, una cascara de nuez y cualquier pequeña chucheria que indefectiblemente termina siempre en lugares asi. Cuando ya tenia practicamente medio cuerpo debajo de la cama, comence a examinar los objetos. Tenia los lentes llenos de polvo y tuve que limpiarlos con un pañuelo descartable que por suerte llevaba en el bolsillo. Me parecio ver, a mi derecha, algo asi como una revista o un pequeño almanaque. Lo agarre y pase un par de paginas. Con sorpresa confirme que era, sin dudas, mi revista. Estaba arrugada y rota en los bordes. Imperdonable. Lo pense varias veces y hasta lo dije en voz alta. Imperdonable. Cuando volvi a escuchar al poster descolgarse, tuve un escalofrio pero luego, casi inmediatamente, supe instantaneamente lo que haria. Arrancaria, uno por uno, todos esos posters, los haria un bollo y se los dejaria, ojo por ojo, debajo de la cama.
Comence a arrastrarme hacia afuera. Solo en ese momento me di cuenta de, si bien habia entrado sin problemas, no podia salir. Habia quedado atascado a la altura de la cintura, la cual estaba casi comprimida contra los tirantes de la cama. Intente reptar hacia atras haciendo fuerza con mis brazos, pero no habia caso. Intentar girar sobre mi cintura para ayudarme con las piernas estaba completamente fuera de discusion. Tuve una vision fugaz de mi mismo: un otaku obeso atrapado debajo de la cama como un pez koi en una red, pataleando y bufando como un escarabajo patas arriba. Quizas si pudiera girarme un poco, aguantando la respiracion para comprimirme... y entonce la escuche: aspera, burlona, era la voz de mi hermana.
Estaba entrando a la casa. Si. Oi la puerta abrirse y luego cerrarse. Incluso escuche el crick-crack de la cerradura nueva. Escuche que mi hermana se reia. No estaba sola. Habia otra voz. Aguce el oido y vi que se trataba de una voz de chica. Un clon, otra colegiala. Me aterrorice porque sabia lo que venia. Sin duda subirian, como hacian siempre, directamente al cuarto de mi hermana. En efecto, las escuche subir la escalera hablando sin parar, como cotorras. Justo cuando abrian la puerta comprendi que mi unica opcion para evitar el ridiculo era, ya que no podia salir, entrar del todo. Haciendo acopio de todas mis fuerzas di un gran empellon y logre meterme, entero, debajo de la cama. Logre hacerlo justo un segundo antes de que mi hermana y Risa (asi se llamaba el clon segun recuerdo) entraban y encendian la luz.
- Con permiso - dijo Risa.
- Que porqueria, yo tambien queria ir al estadio - dijo mi hermana
- Vayamos al proximo, ¡era el ultimo! - propuso Risa.
- ¿Es en Fukuoka, no? Mierda, no creo que llegue con la pasta - dijo mi hermana.
- ¿Viste la cantidad de fans de Yama-Chan que habia en el evento? - dijo Risa
- ¿ ah si ?
- Si si, tenian las camisetas oficiales y todo 
- Si, yo queria una de esas - dijo mi hermana.
- No te parecio que habia muchas feas entras las fans - pregunto Risa
- Si. La verdad es que habia muchas gordas tambien - dijo mi hermana. No se me escapo que pronuncio "gordas" en su especial tono despectivo.
- ¿Te parece? - dijo Risa
- Si si, eran enormes - se burlo mi hermana.
- Bueno, pero Yama-tan es bueno hasta con las fans feas - dijo Risa en tono soñador.
- Supongo que es parte del negocio - acepto mi hermana - De todas formas no las soporto, me da asco escuchar a esas cerdas pronunciar su nombre.
- ¡te entiendo completamente! - exclamo Risa dandole la razon. Realmente eran clones, era imposible que esten en desacuerdo en cosas asi.
- Y hablando de gente obesa - continuo mi hermana - se me ocurre que tal vez podria vender algunas de las porquerias de mi hermano para juntar la plata del concierto.
- ¿que porquerias? - pregunto Risa, al parecer muy divertida con todo aquello.
- DVD's, gashapones, figuras de anime. Aunque no lo parezca, es basura bastante valiosa. ¡Incluso podria comprar una de esas camisetas!
- ¿no tendrias problemas con tu hermano? - le pregunto Risa. Vaya si los tendria. En cuanto lograra salir de abajo de esta condenada cama le daria una paliza a esa imbecil.
- Puede que se de cuenta... - dijo mi hermana, y aqui volvio a usar su horrible tono cinico - de todas maneras no creerias la cantidad de estupideces que tiene ese otaku asqueroso. No le va a hacer mal perder tres o cuatro y, ademas, Yama-chan lo vale-. Risa y mi hermana se estuvieron riendo un buen rato, mientras yo pensaba que cuando terminara con ella no la salvarian ni todos los Yama-chan del mundo. Fue en ese momento que volvio a escucharse el crujido. Las risas se cortaron y ambas dieron un gritito de susto, tipico de peliculas. Me rei para mis adentros pensando que el condenado poster se las habia jugado a ellas.
- Otra vez... - dijo mi hermana. Su tono ya no era cinico, sino absorto.
- ¿otra vez? - dijo Risa.
- Bueno, la verdad es que mi cuarto ha estado algo extraño ultimamente - dijo mi hermana. Entonces me di cuenta que era raro que, con lo quisquillosas que eran las colegialas, Risa no le hubiera comentado nada sobre el polvo o el olor. Con sorpresa note que, si bien habia polvo abajo de la cama, el olor habia desaparecido por completo. ¿Habria sido una alucinacion mia? Si era asi, tambien podria haberlo sido el polvo.
- Es... siento como si me estuvieran observando todo el tiempo - continuo mi hermana. Pense que Risa iba a hacer algun comentario del estilo de "¡que guay!" o "¡parece una pelicula de miedo!" pero en cambio, la escuchaba en silencio. Note que el ambiente que hasta hace un minuto era el tipico de las colegialas, habia cambiado. Por alguna razon me imagine que ambas estaban serias.
- A decir verdad - dijo mi hermana - sospecho que mi hermano haya hecho algo...
- ¿tu hermano? - dijo Risa, aparentemente sorprendida pero no tan sorprendido como yo.
- Ya lo viste al gordo ese. Es un otaku asqueroso que se la pasa jugando videojuegos y viendo anime. Ni siquiera ayuda en la casa. No me cabe duda de que es un pervertido. No me extrañaria que hubiese puesto una camara o una filmadora.
- ¿no te parece demasiado? - le dijo Risa, seria - despues de todo es tu hermano-.
Asi siguieron discutiendo de las probabilidades que habia (Risa creia que pocas, mi hermana que todas) de que fuese un pervertido o un pedofilo o un pornografo. No podia dar credito a lo que escuchaba.  Era increible. Seguian y seguian. No tenia dudas de que mi hermana pensaba mal de mi, pero nunca pense que creyera que soy un pervertido en el peor sentido de la palabra. Era insultante. Mas que insultante, era ridiculo. De todas maneras, estaba furioso; ¡incluso el clon cree que es demasiado!
- No creo que sea por su culpa - dijo Risa al cabo de un rato. ¡Exactamente, Clon! ¡hacele entender a esa estupida que es todo un delirio suyo!
- La verdad - continuo Risa. Hablaba haciendo pausas tan dramaticas que parecian de telenovela - la verdad, Mi-Chan... es que me di cuenta hace un tiempo...
- ¿eh, de que? - pregunto mi hermana
- Puede que no me creas, pero tengo algo asi como un sexto sentido... percepcion extrasensorial... o algo... la cuestion es que soy muy sensible para esas cosas... - dijo Risa. No pude detectar burla en su tono.
- ¿Que cosas? - dijo mi hermana elevando el tono de voz, entre divertida e incredula. -¿sos psiquica o algo asi, Rissan?
- Algo asi... suena mas  ridiculo si le pones un nombre pero... la cuestion es que... no habia venido a tu casa por tanto tiempo porque la ultima vez senti algo raro estando aca...
- ...
- Y fue precisamente aca, en tu cuarto - siguio Risa - Fue algo que me asusto...
- ¿y ahora? ¿sentis algo ahora? - pregunto mi hermana.
- ¿estas jodiendo, no? ¿estamos en alguna camara oculta, eh, Rissan?
- No es ninguna broma - dijo Risa. ¿Adonde queria llegar con aquella estupidez? ¿alguien mas en la pieza? ¡por supuesto que lo habia: Yo! Pense, riendome para mis adentros, que Risa era un fracaso como detectora de entes sobrenaturales. Aunque tambien estaba la posibilidad, menos divertida, de que me hubiera visto o notado de alguna manera y solamente estuviera gastandole una broma a mi hermana. Una broma que terminaria exponiendome, dejandome en ridiculo y confirmando las grotescas teorias que mi estupida hermana tenia de mi. Si era una coincidencia, era una coincidencia espantosa.
Justo en ese momento la revista, que tenia en mi mano derecha, se abrio por la mitad, produciendo un crujido que, en el silencio casi total que se habia formado en el cuarto, se escucho fuerte y claro. Inmediatamente escuche como ambas soltaban un grito sofocado.
- ¡mierda! - pense para mis adentros.
- ¡¿escuchaste eso?! - le solto mi hermana a su clon.
- ¡Si! - le susurro este. Por alguna razon supe que estaban abrazadas. Se habian parado y observaban directamente hacia la cama. Probablemente sospechaban lo que yo ya sabia: que habia algo ahi, debajo.
- ¡a la mierda todo, voy a revisar! - grito mi hermana. Vi como sus pies se acercaban, decididos, e incluso note como se levantaba la colcha de un tiron.
- ¡espera! - le grito Risa, asiendola por el codo - ¡Es mejor dejarla tranquila!
- ¡¿eh?! - se quejo mi hermana, intentando zafarse - ¡no digas estupideces!
- Yo no miraria si fuese vos - le advirtio Risa, con la voz ahogada.
- Es mi cuarto - le dijo mi hermana por toda respuesta. Conocia ese tono de voz. Estaba determinada a revisar. No habia nada que hacer. Me econtraria y mi vida estaria acabada. Mas acabada que de costumbre.
- Vamonos, Micchan, salgamos afuera mejor - le imploro Risa, en un ultimo intento que, sabia, era inutil. Sentia que el corazon se me salia del pecho. Mil ideas de evasion, todas inutiles, surgieron a la vez en mi cerebro inservible. En mi desesperacion me parecio volver a notar, fuerte y penetrante, al olor nauseabundo y dulzon. Pero ya no me preocupaba.
- Nos vamos, pero despues de que revise debajo - sentencio mi hermana. Intento avanzar pero Risa volvio a detenerla.
- ¡Espera, oigo algo raro! ¿vos no? - dijo Risa
- Esta casa esta siempre haciendo ruidos, es viejisima - dijo mi hermana
- ¡No es por eso, es otra cosa! - grito Risa en un tono histerico.
- ¡No me importa! ¡sea un Yokai, un demonio o un pervertido, quiero ver que es! - le respondio mi hermana. Entonces se agacho y por un momento sus rodillas quedaron a escasos centimetros de mi cara. Podia ver el contorno de su sombra con admirable claridad. Incluso los detalles del flequillo. Me di cuenta que llevaba puesto el uniforme.
- ¡Nooo, no soporto estas cosas! - grito Risa e inmediatamente salio corriendo de la pieza, dando un portazo
- ¡Risa! ¡Risa! ¡Espera! - le grito mi hermana mientras se paraba y corria tras ella.
- ¡No lo aguanto! ¡no lo aguanto! - seguia gritando Risa desde algun sitio de la planta baja. Su ataque de panico me habia una oportunidad unica para escapar.
- Tengo que salir de aqui - dije en voz alta. Saque primero la cabeza y, haciendo fuerza con los pies contra la pared, logre sacar la mitad superior del cuerpo. ¡Listo! Estaba sentado en el piso. Ahora solo tenia que sacar las piernas y... que raro... no salen... mierda, es ridiculo. Estan atascadas con algo, no, solo la derecha... pero (siento un escalofrio recorrerme el cuerpo, entiendo que no hay nada debajo de la cama capaz de aprisionarme la pierna) entonces siento que algo se cierra en mi tobillo. Se (pero no puede ser) no tengo dudas de que es (¡imposible!) es la conocida sensacion de cinco dedos (huesudos y frios) cerrandose en mi tobillo, apretando, ejerciendo una presion que me hace gritar, que me obliga a agacharme y a intentar ver ( quien ) que (esta) ahi abajo. Veo un par de ojos (una cara horrible, demacrada, de algo que parece) que me miran (¡cadaver, un cadaver!) mientras la mano me arrastra (¡mierda, que carajos!) hacia abajo de la cama, tiene una fuerza terrible (nononononoestonopasa) que hace inutiles mis esfuerzos por sostenerme de lo que sea (la colcha, el tirante de la cama) y de repente noto que ni siquiera puedo gritar, que estoy totalmente paralizado por el terror o por los efectos del asqueroso olor que ahora lo envuelve todo, y mientras aquello me arrastra a la oscuridad pienso que mi hermana es un ser despreciable y que Risa no era tan mal medium despues de todo.
Cuando aquella cosa me tuvo apresado, bien abrazado entre sus miembros putrefactor, me lanzo una mirada de desprecio
- Me conformo con este - dijo la cosa, y luego empezo a morder.



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