10 oct 2012

Las macetas de Viamonte y Jean Jaures.


C - La verdad, no se como te atreviste a hablarme
M -  ¿ Así de la nada? – pregunto mientras se ufanaba con una sonrisa.
C -    Así de la nada, si.
M-   Bueno – dijo, dando una pitada – quería saltar, caer de en una excepción. Eso.
-  mmm.. ¿Vos ibas a ver a otra, no? Negarme que estabas llendo a ver a una chica.
M -  (sorprendido) ¿Por qué lo decís tan segura?
C-   Fácil. Es como que no calzas en como vas vestido ahora. Te noto como un esfuerzo innecesario en esos pantalones tan planchados y en esa camisa tan lisa. Es muy forzada, se nota que te incomoda. Por ahí solo querías sacarte esa camisa, pero en cambio me hablastes a mi. Una excepción por otra… así que… ¿te dejastes de sentir así, estúpido como te sentías?
M -  Si, realmente me siento mejor después de haberte hablado. Iba a ver una amiga, por ahí nos la pasábamos aburriéndonos todo el día con anécdotas y toda la noche con sexo.
-  Un supercontinuo deslizarse entre las reglas.
M -  Si, siempre es así - y sonrió nuevamente, con sorna, mientras sacaba otro cigarrillo - todo un fin de semana legislativo iba a tener.
C - Yo en cambio estaba llendo a la izquierda.

La avenida estaba tranquila esa tarde, todo lo tranquila que puede estar un nido de avispas mecanicas. Los zumbidos indiferentes de los bolidos hacian aun mas distraido el silencio. Un silencio que duro cuadras. Sin duda Marcos realizaba una apreciacion-evaluacion de su inusual compañera, apreciacion mayormente estetica, vagamente especulativa, intentos de una especie de oniromancia para adivinar (no conocer, sino adivinar) su procedencia, sus motivos y, aunque no supiese aun cuan ridiculo era el concepto cuando se aplicaba a Carolina, sus planes. Es imposible saber en que ocupaba ese silencio Carolina. Los planes tenian para ella solamente la mision de que las cosas salieran siempre distintas a lo planeado. Cuando algo peligraba de pecar de objetividad, cuando algo amagaba a adoptar algun orden, algun limite, Carolina urdia en segundos planes complicadisimos, expediciones macedonicas hacia las lejanas indias o hacia algun cafetin de la boca, e intentaba llevarlos a cabo desde las mas inciertas perspectivas, como por ejemplo querer llegar  a cierto bar pero solo si y solo si las mesas del mismo estuviesen ocupadas. Era no obvio para Marcos que tal persona no colocaria al silencio en funcion de especulaciones superficiales, del mismo modo en que no dedicaria un quinteto de Schumann a una vulgar reflexion metafisica. 
Tal vez ese silencio podria haberse prolongado eternamente, pero fue roto por lo unico que puede romper esos silencios magicos e inexplicables que a veces asaltan a la gente en Buenos Aires: un gesto trivial. Marcos dio una pitada a un cigarrillo recien empezado y guardo la mano en el bolsillo 
M - ¿Y?
C -  Ah, si si. Pensé que era obvio. Iba caminando, ya no me acuerdo para que, tal vez para ver el agua y entonces, estando apoyada, balanceandome en ese vertigo que se siente cuando una mira el agua, estuve a punto de tirarme ¿sabes? Al dique. Pero entonces me vino encima como un viento azul, de derecha a izquierda, y como el agua estaba a mi derecha, decidí ir exactamente para el lado opuesto… Realmente no se por que pensé que era la izquierda. (sonriendo) creo que me gusto pensarlo así.
M - Te encontré mirando unas macetas yo...
C -  No podía seguir, la calle desembocaba directamente contra esa pared, y la pared tenia un balconcito, y el balconcito tenia esas macetas...
M -  La calle… ¿Viamonte decís?  Entonces venias caminando por Viamonte.. si sigo esa orientación y venis camianando desde el dique... ¿llegastes caminando hasta aca? Son como cuarenta cuadras cuadras nena, estas muy loca (dando otra pitada).
C - No me digas nena, tarado.
M -  Fue un decir. Por ahí si me dijieras como te llamas…
C -  No me llamo. ¡Ah, si!, bueno… sinceramente no me di cuenta que eran tantas.. cuadras, como les decis vos. Estoy medio cansada, eso si. Igual, si le prestas atención a ese orden tan cuadriculado que llevas, las macetitas estaban ya en Jean Jaures, no en Viamonte.
M - (Burlon) Asi que si conoces las calles…
C -  ¡Claro! ¿Qué te pensas que soy yo, una improvisada?- la risa inesperada de Carolina no servia ni para asentir o negar la pregunta, que igualmente era retorica -  No, no. Soy una improvisadora… no, mas bien, digamos que soy una improvisación. Eso si.
M - ¿Qué me decias del viento azul?
C -  Decime, ¿nunca oistes Kurosawa vos?
M -  No creo.
"Escucha", le ordeno Carolina, y luego comenzo a silbar una melodia extraña y entrecortada, con un aire melancolico - ¿No? - Ante la sonrisa negativa de Marcos, comenzo a cantar a baja voz, siguiendo el ritmo de la melodia invisible - La sombra llega y no espera, se presenta y no te deja opción, todo se vuelve madera.. ¿no? Bueno, no importa. El viento azul es como Kurosawa. Si no lo experimentaste, no sirve de nada que te lo cante o que te lo cuente, ¿entendes?
M -  Si. Te das cuenta de que ahora estamos caminando para la derecha, ¿no te molesta?
C - (cantando como para si misma) Cuando miro la alborada, doy un pase y sigo ese sol.. ¿eh? No, mira.. las direcciones importan para orientarse. Yo creo que las señales se han detenido por ahora en vos. Ya llegaran las proximas.
M -  Señales decis… ¿Qué buscabas en esas macetas? ¿monedas, gusanos?
C -  Yo buscaba el agua, o en realidad no se si buscaba el agua. Llegue al agua como llego a cualquier cosa: Buscando otra. Del agua vino el viento, y buscando al viento llegue a la tierra, que para vos son macetas, pero lo que no te dije antes es que el viento salia de la tierra verde que estaba en las macetas. Casi no empece a buscar en la tierra, y entonces me di cuenta de que en realidad era el fuego: Vos.
M - ¿Yo? 
C -  Si, tonto, vos. ¿Nunca leistes a Empedocles? Bueno, igual creo que a vos que sos el fuego, Heraclito te gustaria mas.. ¿Qué por que sos el fuego? Te parecera trivial, pero venis encendiendo fuego y hechando humo desde que nos vimos. Sos tan el fuego como la maceta es la tierra, la rafaga el viento y el dique el agua. Aunque todo al reves.
M - ¡Cuanta inventiva que tenes! Pero no es justo que solo nosotros tengamos roles che. Tenes que decirme quien sos vos. Ya que no me decis tu nombre, decime al menos tu papel.
C -  ¿Yo? (Rie) Bueno, yo soy el amor que los junta a todos, y el odio que los separa. Soy el principio de dispersión y de condensación. Respiro y exalo, diastole y sistole. Me parece que no me crees. Pero te lo digo de otra manera, Mira… Vos querias escapar a tu tardecita alejandrina, querias caer en una excepción, y yo, que podria decir no puedo vivir de otra manera que tropezando continuamente con todas las reglas y aterrizando en las exepciones, llegue a cruzarme justo con vos, que pasabas por el punto en donde moria la izquierda, tu unica intercepción con la izquierda, casualmente.. ¿no es demasiado casual?
M -  Decis entonces que no es casual…
C -  No, no. Si que es casual, tan casual que no es casual, y sin embargo tampoco se puede decir que es destino.. tal vez sea destino para los que creen en el destino, en el atrás y el adelante… pero para mi no hay calles, mira si va a haber destino.
M -  La verdad que no se por que te dirigi la palabra. Creo que es por que me pareces atractiva, con esos aires de tejana, de sureña perdida en New York. Lo curioso es que casi no te vi hasta que te tuve encima, casi te llevo puesta, pero ni cuenta te distes, tan ocupada en las macetas como estabas.
C -   Creo que tu "casi" esta de mas. Te tropezastes conmigo, con todas las letras. Te tropezastes y nuestra caida sigue y sigue, sigue hasta aca. Te tropezaste con la regla, y ahora estas de mi lado. Si no me hubieses hablado, yo hubiera pasado a tu lado, y ahora todo seria muy, muy aburrido para los dos.
M -  Puede ser… Yo hubiera seguido a algún restaurante de medio pelo, a cambiar cumplidos y chistes faciles, y vos hubieses seguido como una loca revisando las macetas hasta que alguna vieja te corriera a escobazos.
C -  (Tomandolo del brazo, casi colgandose en una actitud inesperada) Pero ya ves que no paso nada de eso. ¿Te molesto? Ya me parecía que no, ja ja. ¿y ahora adonde vamos? Estoy completamente entregada a seguir el fuego, como antes el agua y el aire. Ahora tengo que seguirte a vos.
M -  Es casi desagradable esa manera que tenes de hablar. O me tuteas o me dejas de tutear che.
C -  Para ser el fuego sos demasiado una luz, demasiado lamparita. Se mas llama de vela, mas mano de fatima, ¿queres? Yo no se… hablo como me siento en el momento.. como sos el fuego, a veces te quiero mas lejos y a veces mas cerca. No es tan inverosimil.
M - Ahh, de modo que esperas que yo te lleve, que te escolte y te deposite en la proxima señal. - una sombra de malicia se cruzo por la irreprimible sonrisa ironica - ¿y si yo te dijiera que estoy planeando que la proxima revelacion sea un hotelucho?
      C - Te mandaria al carajo, por ese bicho asqueroso que es tu planear y el planear en general de los que no siguen señales. Ademas, creeme que no podrias. Ya te dije, estamos de mi lado ahora, si planearas ir a revolcarnos a un hotel seria peligrosisimo, podriamos terminar en el amazonas, o vendiendo tarjetas de credito por telefono. Un asco, ¿no?. Vos te reis, pero es que no conoces como vivo yo. Renuncio a hacer planes por que es casi lo mismo que no hacerlos. La vida es como un perro, que uno lo saca a pasear y quiere llevarlo asi y asa, pero el perro rompe la correa y va donde quiere.
      M - Entonces, segun lo que vos me decis, hacer planes seria un esfuerzo inutil por que de cualquier manera todo va a salir como se le cante el culo a... ¿quien? ¿algun dios?
     C - No... Mira, si hay un dios, seguramente no hace planes, o los hace perfectos pero despues le salen para la chacota - Nuevamente la risa impredecible, que nace y cesa como a la orden de un grito de guerra - Hay algo que no es ni dios ni es nosotros, sino que es algo que es ajeno a todo lo que tiene algun sentido, y que constantemente parece boicotearlo. Sin ese algo, creeme que nos hubieramos convencido de la finalidad teleologica de todo...
     M - Mira vos che... que cosa rara sos... por momentos pareces una burra, pero despues salis con palabras como "Teleologico" y con analogias del perro y del caos..
     Carolina, que estaba desde hacia unas cuadras colgada del brazon de Marcos, lo solto y parandose de frente le dio el mas intempestivo de los besos, para luego salir rapidamente del area de confusion y volver a su puesto original, del lado derecho de Marcos.
     M - ¿Pero que haces? estamos en plena calle che..
     C - Hoteleologico, eso estabas pensando - dijo divertidamente, para luego comenzar a reir - Si, si.. ya te dije que a mi no me importa la calle: Todo es la calle. ¿tenes miedo de que por ahi nos vea esa amiga? Quedate tranquilo con eso, por que ahora mismo somos invisibles. Te digo, a mi tambien me gustaria lo del Hotel y lo de la revolcucion, pero va a ser imposible, algo lo va a estropear, por ahi hasta nos separa una estampida de carga sarracena, asi que mejor no..
     M - ¿y entonces?
     C - Entonces nada, fuego, entonces nada.




2 comentarios:

Udjat dijo...

Creo que Carolina me confunde. Es decir, parece ser profunda e ironica consigo misma, pero tambien es fragil, demasiado indefensa al efecto del azar. Es decir, se deja llevar, tanto que parece errar, aun cuando no le interese que erre o no.
Marcos fue la nada, es algo inexistente al lado de semejante persona como lo es Carolina. El hablo, fue el que contestaba, como lo son siempre los acompañantes de Socrates. Realmente no voy a mentir, no entendi mucho porque lo de "fuego". Quizas deberia volver a leerlo, siento la necesidad de hacerlo, el texto me dejo confusa y perdida. Hay muchas alusiones graciosas porque parecen mas ficticias de lo que son. Es una situacion espontanea, que puede darse, pero que es poco probable. Al menos lo es en mi marco de realidad. Una chica asi es dificil de encontrar, tan interesada en aquello a lo que su interior responde. En la parte en que ella describe a algo superior que puede o no puede ser Dios, instintivamente respondi para mi misma "Se llama Naturaleza" jaja, lo tomé muy para dentro mio al texto.
Creo que me quede con necesidades de respuestas, de tapar huecos argumentales, que me cree yo misma, ya que no parece haberlos en el texto mismo. Necesito leerlo nuevamente. Pero desde ya, el personaje femenino es fantastico, aunque confuso, demasiado tirado al azar y llevado por el. Si luego de releer, tengo algo mas que decir, te estare escribiendo.
Cel.

Jora dijo...

Si algo tienen de peculiares tus relatos, son que los leo tranquilamente y sin preocuparme. Es decir que los disfruto... Además, en muchas ocasiones me sentí cómplice de alguna que otra expresión, comentario o metáfora, más que nada por que son el tipo de recurso que a mi me gusta usar a veces en los relatos. Cosas como ir desde expediciones a la inda lejana a un cafetín de la Boca, o lo de una estampida sarracena.

No estoy seguro de si estos personajes son relativos a otros relatos que has escrito, no recuerdo los nombres y hace tanto de ellos... Eso es lo que me más me deja intrigado del asunto.

Marcos parece ser un sujeto que siempre ha querido algo más pero se mantuvo en la inercia del mundo quizás por no saber que más hacer. Carolina, bueno, me pregunto si tiene un trabajo o vive de sus padres... Es irrelevante al caso, pero encuentro algo muy patológico en su vida evasora del planeamiento.

La constante es la idea de romper la rutina, eso es claro.