"¿Y que sucede cuando nombro al olvido, reconociendo al mismo tiempo lo que nombro? ¿como lo reconoceria, si no me acordara, no digo ya del sonido del nombre, sino de la realidad que el significa?". La cita, de San Agustin, se hallaba escrita en una letra azul de birome, en un modo desganado y despacioso, como si la estilografica futurista fuese esgrimida por una mano casi eterea, con una indiferencia rayana en el desprecio.

Con un lapiz 2H, ridiculamente nuevo y reluciente, marcaba y remarcaba, como en un juego, la palabra olvido. Pero su mente no se enfocaba en nada, veia como un mar azul y lejano, algo como Ciudad del Cabo, todo muy verdoso, y una sinestesia como de primavera, muy verde y muy fuscia y rosa intenso, la atravesaba, y todo el cuarto era como un globo verde que se inflaba, y una mano larga y felina que subrayaba una palabra.

Mi conciencia apenas se sostiene. Apenas se tiene a si misma, esta tan presta, tan lejana a irse a todo ese verde... esta como un globo, casi no se siente a si misma, pende de un hilo, pende de un hilo, este cuarto y esta minifalda y esta musculosa y este calor odioso son un hilo. Y yo, Maria, Aria, si, por que algo de Aria tengo, con mayusculas, prereichianamente Aria, soy de los balcanes, entonces Nataliya, Halyn o Mariya, si, Mariya soy, Mariya en un palacio de hielo, o alguna Milena por una calle helada, vestida de harapos, estoicamente rubia, cruzando un puente sobre un rio helado que atrae tanto... y este hilo, gracias. y tambien Ana, no: Anna, como Anna Karenina, con gorros de fieltro y abrigos de piel, cigarrillos y San Petesburgo. Mara Carennina entonces, argento-eslava, mezcla ridicula de perfeccion de genes, pseudoeslava y con este calor y este sillon tan odioso, cortante, mierda de nylon, que asco, asco asco asco asco infinto, y sin ganas de hacer nada para colmo. El absurdo es sentirlo como abusrdo, nena.

- Uff, un calor horrible...

El sonido del ventilador de pie, adquisicion reciente quien sabia de donde, inundaba el cuarto.

Y sin embargo, los palacios de hielo, Italia, ¿por que Italia? Siento que me voy a quedar dormida, si es que no lo estoy ya. ¿Estoy dormida? ¿Que decia Heraclito de los dormidos y los despiertos? Seguro que frente al mar uno se siente mas vivo, y no con esta desintegracion, y Juan, como los otros, que no sabe, no se le va a ocurrir jamas que soy Mariya Karenivna Marianovna, por que eso no es algo que se percibe mirandome a los ojos, quien sabe en que se pierde el tarado cuando me mira, ni mucho mejos recorriendome las piernas, aunque todo este violeta y este amarillo explosivo, todo este mareo ¿estare dormida ya?... este mareo.. pero basta, basta, basta.. otra cosa, Nadia, aqui y ahora se supone que tengo que ser Nadia, (si, la metafisica al menos, protejamos este hilo ridiculo por ahora), ¿pero que es aqui y ahora, en donde estoy despierta? (¡tejamos a lo penelope!) ¿como puedo saber cuando estoy dormida, realmente dormida? Soñar es estar despierta, si lo sabre yo. Pero dormir es otra cosa, dormir es como el olvido. No puedo recordar ningun momento de mi vida en el que este dormida, no me puedo recordar durmiendo. No se si duermo, solo lo infiero a posteriori. ¿si?. El olvido... parece que puedo recordar que he olvidado pero no puedo recordar lo que olvide. ¿No es estupido eso, eso, eso? Me voy a acordar de mi misma dicendo todo esto, me estoy acordando ahora de que me he acordado, tanto de acordarme como de olvidar, pero sin embargo no puedo recordar lo que he olvidado (que he dormido). No me puedo sentir durmiendo por que no puedo ser conciente a la vez que estar durmiendo, y entonces no puedo dormir y estar despierta a la vez (y es todo tan verde, tan brilante) y tampoco puedo recordar y olvidar a la vez. ¿Cuando olvido? No puedo recordar el instante mismo en el que olvido, pero si en el instante en el que recuerdo. Recuerdo el instante en que recorde algo, como el martes pasado, por ejemplo, recuerdo haberme acordado de que era martes... pero tambien recuerdo que el domingo pasado me olvide de pagar la luz... lo recuerdo ahora... pero no recuerdo el instante mismo en que lo olvide... supongo que cuando uno comienza a olvidar, la conciencia se detiene, y debe ser como morir, y definitivamente no estoy muerta ahora, no me estoy pudriendo mas que de un modo naturalmente normal. ¿Sera posible que el tiempo se detenga cuando comienza el olvido? ¿Y quie entonces yo, Halyn, prostituta de alta gama en un baño turco de budapest (¡basta, basta con eso!, deje de existir por eternidades enteras?; por espacios en los que el tiempo se detiene como un reloj, conjuntamente con mi memoria. ¿Sera que entre segundo recordado y segundo recordado, entre segundo continuo y segundo continuo de conciencia halla eternidades de olvido?. 1,2,3. Soy Nadia, pero entre el 1 y el 2, la continuidad de la conciencia, puede haber un abismo de vacio olvidado, imposible de conocer mas que por una especulacion... Soy un reloj descompuesto que se cree continua. Si, me imagino: un reloj que mueve una aguja cada tantos eones, y solo recuerda existir mientras la aguja se mueve, existir es ese moverse y su autoconciencia de moverse, y entonces para la conciencia del reloj y su memoria, el tiempo es continuo y el se percibe como un reloj normal, tictactictactictac, Nadia, y el tiempo es continuo, pero en realidad es la eternidad y la desolacion de un reloj que para la gran mayoria no se mueve nunca, que esta detenido... ¿Estare asi yo, tambien muerta para todos la gran parte del tiempo, muerta como Milekna o como Inna?, ¡Si, Inna, Brillante, si es tan lo que soy yo que tendria que correr a cambiarme el nombre! ¡Cuan harta estoy de todo! , y esos espacios de eternidad que no puedo recordar ni probar, pero que dado mi hastio es obvio que existen, y que tanto yo como todos venimos existiendo desde hace inumerables eones, incontables eternidades, y tenemos una memoria ridicula y descompuesta que solo recuerda contados segundos de esta, los de la autoconciencia, y de una manera totalmente falaz los enlaza, los trenza penelopeanamente en una soga, y le da un sentido, le llama vida, sentido, historia, y en esa continuidad cree en cualquier tipo de ilusiones teleologicamente orientadas, Progreso, Crecimiento, Amor..

- Definitivamente necesito otra musica que la que esta sonando - dijo en el silencio de la habitacion, y estiro el brazo libre de un modo casi automatico, dejando caer su cuerpo desde la silla al sillon contiguo, al tiempo en que le daba play al equipo de musica, en donde se comenzarian a escuchar las apoyaturas iniciales de "Hammer to Fall".

Inessa..., ¿y a que ese nombre ahora? Pero tendria que ser muy hipocrita, ¿no? ¿A quien le hablo, de hecho? Al aire, como siempre, Reina de los edificios de lineas inmateriales, los santuarios de la nada, Princesa Inessa, pura y furiosa como el Tamesis, ¡pero si es para morirse de risa!... Bueno, de otro modo seria todo tan dificil o tan aburridamente facil...

El pelo, en ese momento cobrizo, se veia como una tea en la llama, en una habitacion inundada de un rojizo anaranjado, propio de los momentos finales del atardecer de las insufribles tardes porteñas, en donde el calor se materializa en una masa de gas pegajoso y asfixiante. Nadia tenia cerrados los ojos y se dejaba estar casi como un peso muerto sobre un incomodo y destartalado sillon de cuerina blanca, demasiado pequeño para el largo de su cuerpo.

if you want the truth,Heres to the future, hear the cry of youth, chan chan chan chan!, No puede ser de vuelta, vamos.. vamos.. hay que recupera el hilo, todavia no puedo dispersarme asi ¿por que no? Por que es demasiado pronto.. ¿pronto? ¿Como retomar el hilo hacia el cuarto, ahora que soy tan pajaro, que cada vez me tengo menos en mi misma, que a cada momento me cuesta mas este recogerme en mi que es el lenguaje... pensar... hamaca... bronze.. sueño.. pasto.. un dia de verano (ya lo estoy viendo, una pileta tambien, una sombra oscura) ¡No!, algo, lo que sea para retomar el camino al cuarto, hilemos aunque sea una estupidez, yo, Niurka, completamente burguesa, y ya no veo la pileta y hace mucho tiempo, Ninette, si, tengo algo de gracia, conosco varios que hasta me rezarian, ¡ja!, Nastia, como Anastasia, ahi creo que hay una raiz comun, Neva, Nadezhda, tan sombrio, Maria Luisa me decia asi, nunca supe bien por que, la muy demente, Nadege, Nadja, otra demente pero en Paris, y yo.. Nadia.

Nadia sintio entonces lo que sentia a veces, algo como un derrumbe interno o, mas bien, algo como si se derrumbara algo ajeno, alguna montaña extranjera, pero por algun error espaciotemporal, lo hiciese en su propio interior. Una sensacion de un golpe muy fuerte en el pecho, de una explosion que la dotaba de un peso nuevo, de una calidad ontologica total, algo como una llama petrea, como una luz negra, como un terremoto que en ese momento la hizo abrir los ojos, sobresaltada de si misma, en un repentino e inexplicable (como siempre lo era en esos momentos) reencuentro con si misma, sin razones, sin necesidad de explicaciones, y que en un solo movimiento la tenia de pie, caminando y en dos zancadas ya en la calle, ya caminando a pasos largos, a zancadas que recordaban al galope de los felinos, casi como una automata, completamente desencajada, hacia alguna direccion, obligada a caminar por el simple exeso de energia que ese estallido le propinaba, ajena a los 35 grados a la sombra, ajena al estado de su ropa de entrecasa, de un pelo completamente suelto, enarbolado como un sauce, de la soledad desertica de villa crespo a esa hora y en ese dia.