31 oct 2012

Nostalgia del Minuendo


Que disparate, hermanos, que disparate. No saben, no se imaginan que débil, que tenue, que ilusoria me es la papeidad de la papa en estos momentos. La coseidad de la cosa se me antoja lejana, y me parece que la deje con ustedes. Me parece que cada vez que voy a verlos o ustedes vienen a verme, no hacemos otra cosa que buscarnos la coseidad de la cosa, que sentir que como que la cosa anda medio por ahí, por ese modo, como moscas rondándonos. Hay cosas que es como que hay que hacerlas: Tomar cerveza, discutir, escuchar circunferencias de plástico o vinilo, caminar sin rumbo, buscar edificios para mofarnos de ellos, ect, todas esas cosas, ect. ¿Para que, para que esos bares y esos ventiladores de techo, para que esas tardes de persiana baja y café? ¿No son como un rondar, como un ejercicio acessorio a lo escencial, y por eso mismo también escencial? ¿No son acaso ritos metaforicos? Si, algo como cultos, mitos indirectos, rodeos impostergables en torno a la verdad redondeada que cantaba la mitica diosa de Parmenides.
Y es asi, en un momento estamos felices como perro con dos colas, con una (casi) seguridad de que todos los puntos son el centro de la circunferencia, como sintiendo casi corporalmente el trasfondo, con el sentimiento de estar a punto de encontrar la palanca secreta, el fondo falso del cajón de la realidad, intuimos toda una ta meta ta phisica, todo un “detrás de”, y estamos ya al acecho, con todos nuestros ritos, “haciendo de cuenta” que la realidad es esta, pero sabiendo-sintiendo con una vaguedad (es decir, una in – seguridad o seguridad interna, y por ahí ya vamos) que la realidad es otra, que la realidad de la realidad es otra, que tiene que estar en otro lado, de otro modo.
Como les decía, ahora esta realidad que vivo, necesita una explicación. Pero las explicaciones, como ya se ha dicho, “Errores bien vestidos”. Nunca mejor dicho. Es como si en algunos momentos hubiese un puente hacia otra orilla, orilla de la que antiguamente fuimos o a la que por lo menos queremos pertenecer. Buscamos ese puente. Somos ese puente. “La realidad solo busca un puente en ti, amor”, decía el Flaco en alguna canción. Despues Cerati debe haberla oído y compuso “puente”, que viene a decir lo mismo. Todo debe haber salido de un aforismo brillante de Nietzsche en El Ocaso de los Idolos. Los puentes.
Y en otros momentos (como este, un aire muy liviano, una sensación entre el sueño y la proximidad de dispersión, o la sensación de la disgregación del componente ontico, del “peso” de la realidad, que se licua progresivamente, y entonces me vienen esos días en que siento el desierto, el nihilismo, Viernes3AM, en fin, el fin. en fin.) es como si el puente se hubiese levantado o esfumado, y la realidad fuese una maqueta enorme, un rompecabezas de cartón y plástico poblado por autómatas, algo como una proyección muda, túnel de Sabato, un mundo al que es necesario adornar constantemente de citas literarias, como ya ven.
¿Por qué, sino? Toda búsqueda es la búsqueda de un puente, y yo a veces me parece ando buscando el verdadero, la olla de oro. No nos queda otra en este Phanta Rei. De otro modo es vagar sin curso, son las drogas, el consumismo, el sedentarismo, el dos por dos son cuatro y cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho es un salario fijo, un perro que sacar a pasear todos los domingos, un tiempo como de cadena de bicicleta, pedaleado a promesas de escpadas a mar del plata y de mundiales de futbol cada cuatro años. Phanta Rei, y todo va muy muy bien. ¿Cómo era en francés? Tout va tres bien, ¿ca?. Y yo, antes que eso, prefiero que llueva que llueva y que mientras las viejas se quedan en las cuevas, nosotros cantemos como los pajaritos, a los que les importa muy poco si llueve o si “la farolera tropezó con la puta que la pario”.
“Hay que abrir de par en par las ventanas y tirar todo a la calle, pero sobre todo  hay que tirar la ventana y nosotros con ella. Es la muerte o salir volando”, (Mandala, capitulo 149). Ya los asocio demasiado con eso, y cuando les doy la espalda es cuando miro de frente al resto. Doble sentido de esta palabra: Un resto que en realidad es el todo lo demás, en grueso ordenado, causado y material, ordenado del mundo. ¡como me aburro en esta regla de San Benito!: “Esto si, esto no”, “Hora de levantarse”, “hora de dormir”, “hora de trabajar”, “asi y no asa, 1,2,3, en pasos ordenados, ninguna X”. Las horas canonicas: Maitines, Laudes, Prima, Tercia, Sexta, Nona, Visperas, Completas. Dormir, dormir, dormir, el despertar de la maquinita, trabajar, trabajar, trabajar, trabajar, orare et laborare. Y un resto que a su vez es el resto, el excluido de lo otro, del Ser (si es que todavía se puede usar esa palabra), de la otra orilla, del puente. El resto que queda de una resta, cantidad muy poco significativa si se la compara con el minuendo inicial, reducido por el sustraendo de la esclerosis, de la seriedad, simplemente a este resto: Progreso de occidente, the art of maximize the profits.
Es terrible esto de andar constantemente a la caza de algo, de algo como mariposas o polillas ontológicas. La filosofía es como la peor de las trampas, como todo lo que afecta al sistema nervioso, una planta de poder. Pero.. ¿Qué es lo que busco? ¿La visión poetica del mundo? A veces me dan ganas de ponerme a leer a Schiller (es mas ligero que Kant), por que pienso que el secreto de todo esto, la verdad de la milanesa, el corazón del alcaucil, la nuez ontológica, debe estar en la estética. ¿Por qué, si no, el lenguaje? El lenguaje como un arma plástica, como la pintura y como la música. Una nueva theoria, una nueva visión (¿poetica, estética?). No es tan inverosímil, empezar a ver las cosas de otro modo y, ¡Zamba!, todas las cosas son entonces de otro modo. Tan fácil, ¿No, Rimbaud?. Rimbaud el ejemplo histórico, la prueba de que se ha podido. Sintesis Rimbaudiana en 5 movimientos:
“La vida es la farsa que sostenemos entre todos”.
¡Qué vida! La auténtica vida está ausente. No estamos en el mundo.”
“Me creo en el infierno, luego estoy allí”
Yo observo la historia de los tesoros que ustedes encontraron. ¡Veo la continuación! Mi sabiduría es tan despreciada como el caos. ¿Qué es mi nada, frente al estupor que les espera a ustedes?”  
“Mediante la poesía llegar a lo desconocido.”.
Hacer de todo una Patafisica, no hay nada mas hermoso en un ser que sus errores, que sus exepciones. Vivir saltando de excepción en excepción. Solo asi, solo saltando, solo hablando en metáforas se podrá cruzar el puente, y toda esta carta llena de citas es solo un intento de movimiento adverso (todo movimiento es una rebelión contra el orden actual, contra el Ser con mayúsculas), un intentar un movimiento contrario al de maquinización, al de regularización, que constantemente nos agobia. Mi subjetividad se ve menoscabada, se ve atacada por un colador cósmico, ordenador, y entonces este efectuar disrrupcion plenitudizar, rabioso plenitudizar, un casi pelotudizar, idiotizar (por que en Griego, Ideon, raíz de Idea, significa  lo propio, lo contrario a lo común, que se cree es la razón o el sentido común, ja), idiotizar la realidad es cargarla de un sentido propio. Asi, ahora mismo yo me he apropiado de la realidad una vez mas.

¿Para qué escribir sino para esta apropiación? (el lenguaje como alquimia de uno mismo, como autotransformacion, como mandala a lo Jung, herramienta en donde el sujeto se hace a si mismo otro, se construye como otro en un block de notas, como una autopatada en el orto, expoliadora). Entonces, no ya buscar un puente, sino hacer saltar el puente que somos (Dionisos hacia saltar las vigas de las casas) , no ya buscar sino crear, declarar que ya hemos encontrado y que no basta. Pero en realidad, es mucho mas que escribir, es un empezar a ver como un empezar a vivir de otra manera, el verde árbol de la vida, Goethianamente, ¡ Das Ewig-Weibliche, Zieht uns hiñan! (ultima línea del Fausto y presumo, de la vida de Goethe).

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